📝    HISTORIA EN BREVE

  • La ruptura de ligamento cruzado craneal (LCCr) es uno de los problemas ortopédicos más común en perros que suele requerir cirugía
  • Un estudio reciente identificó las razas con mayor y menor riesgo de ruptura de LCCr en el Reino Unido; además, qué perros tienen mayor riesgo de requerir una cirugía para reparar el daño
  • Los signos de una posible lesión de LCCr incluyen cojera, posición corporal anormal, inflamación y ruidos en la rodilla
  • Existen varios factores que incrementan el riesgo de LCCr; la mayoría se relacionan con el estilo de vida y se pueden prevenir, siempre y cuando se traten antes de que se degenere el ligamento
  • Para tratar la ruptura de LCCr sin cirugía, se requiere un protocolo de curación y mantenimiento que incluya una alimentación fresca y nutritiva, estrategias para controlar el dolor y reforzar la salud de las articulaciones, terapia de rehabilitación y régimen de ejercicio

🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker

Según la Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA, por sus siglas en inglés), la ruptura del ligamento cruzado craneal (LCCr) es una de las causas más comunes de cojera en perros.

Los ligamentos cruzados son bandas de tejido fibroso, existen dos por articulación de la rodilla (que se conoce como "sofocación") en las patas traseras de los perros. Los ligamentos conectan la tibia y el fémur, que es el hueso que se encuentra sobre la articulación de la rodilla.

Los ligamentos cruzados son los principales estabilizadores de la articulación de la rodilla. Se cruzan uno sobre otro, con una banda que se extiende desde adentro hacia afuera de la articulación de la rodilla, y la otra desde afuera hacia adentro. En los seres humanos, el LCCr se denomina como ligamento cruzado anterior (LCA).

Dentro de la articulación de la rodilla, entre el fémur y la tibia, existe un material cartilaginoso conocido como menisco. La función del menisco es amortiguar los impactos y ayudar a soportar la carga, y puede dañarse cuando existe una lesión en los ligamentos cruzados.

Las razas con mayor y menor riesgo de LCCr

Los investigadores de Royal Veterinary College (RVC) de la Universidad de Londres analizaron los factores de riesgo de rotura de LCCr en perros del Reino Unido, así como los factores que influyen en las opciones de tratamiento.

El estudio utilizó los datos que recopiló el programa VetCompass del RVC, que incluye registros electrónicos de pacientes en consultorios veterinarios de atención primaria en todo el Reino Unido. Los autores del estudio analizaron 1000 casos de rotura de LCCr y una selección aleatoria de otros 500 000 perros sin este problema de salud, e identificaron las razas con mayor riesgo:

  • Rottweiler: un riesgo 3.66 veces mayor
  • Bichón Frisé: un riesgo 2.09 veces mayor
  • West Highland White Terrier: un riesgo 1.80 veces mayor
  • Golden Retriever: un riesgo 1.69 veces mayor

Las razas con menor riesgo:

  • Cockapoo: un riesgo 0.26 veces menor
  • Chihuahua: un riesgo 0.31 veces menor
  • Shih-tzu: un riesgo 0.41 veces menor
  • Pastor alemán: un riesgo 0.43 veces menor

Factores que influyen en el tratamiento de rotura de LCCr

La rotura del ligamento cruzado craneal se puede tratar con o sin cirugía, y los investigadores del RVC evaluaron tanto a perros que se sometieron a cirugía como a perros que recibieron otro tipo de terapia.

Los autores del estudio descubrieron que los perros con seguro para mascotas y los que pesaban más de 44 libras tenían mayor riesgo de terminar en el quirófano, mientras que los perros de 9 años en adelante y aquellos con otra comorbilidad importante al momento del diagnóstico tenían menor riesgo de requerir cirugía. Este estudio también descubrió que:

  • La edad promedio al momento del diagnóstico era de 7.4 años
  • Los perros de 6 a 8 años tuvieron el mayor riesgo (3.24 veces mayor) de un diagnóstico de rotura del LCCr, a diferencia de los perros menores de 3 años
  • Las hembras castradas tenían un riesgo 1.46 veces mayor, mientras que los machos castrados tenían un riesgo 1.42 veces mayor de ser diagnosticados con rotura del LCCr que los perros sin esterilizar
  • Los perros que pesaban 30 kilos (66 libras) o más tenían un riesgo 2.19 veces mayor de requerir cirugía, a diferencia de los perros que pesaban menos de 10 kilos (22 libras)
  • Los perros con seguro para mascotas tenían un riesgo 2.79 veces mayor de terminar en el quirófano que los perros que no contaban con seguro
  • Los perros de 12 años en adelante tenían un riesgo 0.26 veces mayor de cirugía que los perros de menos de 3 años
  • Los perros con otra comorbilidad tenían un riesgo 0.38 veces mayor de cirugía que los perros sin otra comorbilidad

Camilla Pegram, estudiante de VetCompass en RVC y autora principal del estudio, dijo que:

"Este estudio se basó en los 'macrodatos' para identificar los factores de riesgo para diagnosticar y tratar la rotura de ligamento cruzado en perros. Ahora es más fácil identificar los factores que determinan si un caso requiere o no de cirugía, y se están realizando más investigaciones sobre los resultados clínicos de esta decisión".

Signos de ruptura de LCCr

  • Cojera. Puede ser aguda y aparece sin previo aviso cuando la ruptura de LCCr se produce mientras un perro corre o juega. Este desgarre o ruptura repentina puede ser tan doloroso que el perro ni siquiera puede sostenerse sobre esa pata. La cojera también puede ocurrir de forma intermitente durante semanas o meses a medida que el ligamento empeora poco a poco. Los perros pueden levantar la pata mientras corren o utilizar las puntas de las patas para mantenerse de pie. Con frecuencia, el perro parece mejorar después de descansar, pero la cojera regresa al hacer alguna actividad.
  • Posición anormal del cuerpo al sentarse o acostarse. Los perros con ruptura de LCCr podrían sentarse o acostarse con la pata lastimada de lado porque doblar la rodilla les causa dolor.
  • Cojera y rigidez en ambas patas traseras. La ruptura de LCCr primero se produce en una rodilla, pero se estima que entre el 40 % y el 60 % de los perros desarrollan el problema en la otra rodilla en un periodo de dos años. Pero, si ambas rodillas se lastiman al mismo tiempo, el perro podría moverse con rigidez, negarse a salir a pasear o no querer levantarse si está sentado o acostado.
  • Inflamación o hinchazón en la rodilla. La ruptura de LCCr inflama o hincha la rodilla. Con el tiempo, se desarrolla tejido cicatricial y la rodilla lesionada se ve más grande que la rodilla sana.
  • Ruidos en la rodilla. Cuando un perro camina o corre sobre una rodilla que ya no es estable debido por la ruptura de LCCr, ejerce presión sobre otras estructuras dentro de la articulación. El menisco (el "amortiguador" de la rodilla) se puede dañar si la rodilla no se mueve de forma normal. Esta situación a veces crea un "ruido" en la rodilla que se escucha cuando el perro se mueve. Dado que las lesiones de menisco son dolorosas, el ruido en la rodilla suele ir acompañado de cojera.

Hay dos tipos de ruptura de LCCr: parcial o completa. De acuerdo con el Colegio Americano de Cirujanos Veterinarios (ACVS, por sus siglas en inglés), y en mi propia experiencia, en la gran mayoría de los perros afectados, los ligamentos rotos son el resultado de daños graduales durante un período de meses o años.

Cuando existen desgarres completos, únicamente la corrección o reemplazo quirúrgico lograrán que la articulación funcione de nuevo por completo. El tipo de técnica quirúrgica seleccionada y la capacidad del cirujano determinará el éxito del resultado, así como la terapia de rehabilitación y el apoyo de la articulación a largo plazo.

Pero, la mayoría de los perros sufren esguinces recurrentes en lugar de fracturas. En estas situaciones, se recomienda evitar la cirugía el mayor tiempo posible con ayuda de un protocolo específico del que hablaré más adelante.

Causas de la ruptura del LCCr

Se cree que los problemas del LCCr se producen por varios factores, que incluyen la degeneración del ligamento, la obesidad, la mala condición física y la genética (incluyendo la raza). Estos cinco factores incrementan el riesgo de ruptura del LCCr:

  1. Trauma (como ser atropellado por un auto)
  2. Tamaño, peso y raza, junto con las hormonas sexuales y el estado de vacunación; cuanto más grande y pesado sea el perro, mayor riesgo de problemas en sus ligamentos
  3. Falta de ejercicio: los perros que no hacen ejercicios que fortalecen los tendones y ligamentos tienen mayor riesgo
  4. Dietas ultraprocesadas de mala calidad, sobre todo si la cantidad de alimento que recibe un perro es menor que la cantidad que se recomienda en la bolsa (lo que causa deficiencias nutricionales que con el tiempo, dañarán los tendones y ligamentos)
  5. Los perros que reciben dietas de tipo modelo presa" por parte de dueños confundidos que creen que no importa el tipo de alimento que le den a su perro siempre y cuando sea fresco, y que las recetas tampoco son importantes, ya que el "equilibrio se producirá con el tiempo", por lo que no es necesario complementarla para para satisfacer las deficiencias nutricionales especificas

La mayoría de mis pacientes con ruptura de LCCr no desarrollaron este problema debido a un trauma, sino que los ligamentos se rompieron poco a poco durante meses o años. Aunque las razas grandes y gigantes experimentan más problemas de LCCr que los perros pequeños, solo representan un pequeño porcentaje de los pacientes que recibo. La genética podría influir un poco, pero casi el 75 % de los perros que recibo en mi consultorio no encajan en ninguna de estas categorías.

Los perros castrados sufren más este problema que los perros sin castrar, lo que suena lógico si consideramos que las hormonas sexuales parecen producir un efecto protector en el sistema musculoesquelético. Los perros con sobrepeso y mal estado físico sufren mayor deterioro de los ligamentos que los perros delgados, por lo que, aunque los perros que solo hacen ejercicio de vez en cuando tienen mayor riesgo de sufrir este problema, la mayoría de mis pacientes que tienen ruptura de LCCr no tienen sobrepeso, ni en mal estado físico.

Si tu perro solo hace ejercicio los fines de semana, debes comprometerte a sacarlo a pasear todos los días. Hacer caminatas con inclinación ayuda a fortalecer las rodillas. Cuando se trata de ejercicio aeróbico, las actividades en el patio trasero no cuentan. Si no ejercitas a diario los ligamentos de tu perro, es imposible que los tejidos se vuelvan más resistentes.

En mi experiencia, los perros con ruptura del LCCr suelen ser activos y sanos, no tienen demasiadas vacunas y tampoco están castrados, lo que significa que tienen sus hormonas sexuales. Como veterinaria integradora, llegué a la conclusión de que la nutrición era la posible causa de la mayoría de los casos del LCCr que recibía en la clínica.

Mis dos Rottweilers sufrieron una ruptura de LCCr cuando llevaban una "dieta modelo de presa" hecha en casa, que se enfoca en el "equilibrio con el tiempo" (en lugar de enfocarse en cumplir con los requisitos mínimos nutricionales) y, por lo general, no contiene una cantidad suficiente de vegetales frescos, semillas y frutos secos (que contienen nutrientes difíciles de obtener que refuerzan la salud de los tendones y ligamentos, como los micronutrientes).

Las deficiencias nutricionales suelen ser más comunes cuando los dueños le dan a su perro menos alimento del que se recomienda en la etiqueta de los productos comerciales, ya que las compañías no están obligadas a formular su alimento sobre una base metabólica, es decir, los niveles de actividad y el gasto de calorías. Por ejemplo, un Rottweiler sedentario de 27 kilos (60 libras) requiere la misma cantidad de vitaminas y minerales que un Rottweiler muy activo de 27 kilos (60 libras), pero menos calorías.

En la actualidad, las compañías de alimentos para mascotas no consideran este aspecto, por lo que cuando se reducen las calorías (la cantidad de tazas que le das a tu mascota), sin saberlo también se reduce la cantidad de nutrientes. Dado que muchos dueños intentan mantener a sus perros con un peso corporal, y su estrategia principal es darles menos comida, muchas de estas mascotas no obtienen los requisitos mínimos de nutrientes para mantener una buena salud.

Mi especialista en quiropráctica veterinaria (que comenzó trabajando con humanos) fue el primero en sugerirme que mis perros y mis pacientes caninos que reciben una dieta tipo "modelo de presa" o "80/10/10" (80 % carne + 10 % hueso + 10 % vísceras) podrían tener deficiencias nutricionales, sobre todo de vitaminas B1, E y D, así como de zinc, colina y manganeso. Las deficiencias nutricionales y la falta de ejercicios para reforzar los ligamentos (resiliencia) pueden ser la causa principal de muchas lesiones del ligamento cruzado anterior en humanos, y lo mismo sucede con los perros.

Resulta que todo el fenómeno de "comer demasiados alimentos poco nutritivos" que es muy común en las poblaciones humanas, también se produce en los perros. En otras palabras, esto significa consumir demasiadas calorías y muy pocas vitaminas, minerales, grasas esenciales y aminoácidos clave, y con el tiempo, este tipo de alimentación puede causar daños en cualquier especie. Cuando se junta este tipo de alimentación con predisposiciones conformacionales (en este caso, tensión en los ligamentos de la rodilla), el resultado es un daño en los tejidos blandos.

Hay muchas vitaminas y minerales que trabajan como cofactores de reacciones enzimáticas, así como materias primas para reparar y mantener los tejidos en buen estado. Las fuentes de alimentos varían según la cantidad de nutrientes específicos, y el problema con la filosofía del "equilibrio con el tiempo" es que no considera la rotación entre una variedad de alimentos que carecen de estos nutrientes clave que se requieren para prevenir la degeneración.

Si le das una dieta casera a tu perro, es muy importante que la receta que utilices incluya un análisis nutricional completo (y no solo los requisitos mínimos de nutrientes). La mayoría de los especialistas en veterinaria, nutrición y bienestar coinciden con esto, si la receta que utilizas no tiene un análisis nutricional completo, altérnala con recetas que cumplan con los requisitos mínimos de vitaminas y minerales.

La nutrición como posible causa de ruptura del LCCr

Te recomiendo que le des una alimentación casera rica en alimentos frescos que incluyen 3.1 mg de manganeso por 1000 kcal (calorías). Esta es la cantidad promedio de manganeso que proporciona la dieta ancestral canina.

El tipo de alimentación que le des a tu perro también debe contener fuentes naturales de colágeno y glucosamina. Los perros que reciben una alimentación específica para reforzar sus ligamentos no deberían experimentar daño cruzado degenerativo con el paso del tiempo. Mis recomendaciones para una alimentación rica en manganeso son:

  • Sigue una receta casera que ofrezca información nutricional (incluyendo las cantidades de manganeso por porción o 1000 kcal)
  • Llama a la compañía de alimentos para mascotas y pregunta qué lineamientos cumplen, o qué cantidades de manganeso (por 1000 kcal) contienen sus alimentos, para saber si se están cumpliendo los consumos adecuados para tu mascota (el mínimo para la AAFCO es de 1.25 mg o 1000 calorías)
  • Según sea necesario, añade un suplemento alimenticio (con alimentos enteros o suplementos como el E-Manganeso de Standard Process) para cumplir con los requisitos de manganeso

Además, es muy importante mantener a tu perro con un peso saludable y en buen estado físico, y de preferencia no lo castres (o bien, opta por la esterilización que preserva los ovarios o la vasectomía) y hazle un título de anticuerpos, en lugar de ponerle vacunas innecesarias.

Estrategias para curar el dolor y reforzar la salud de las articulaciones de tu perro

Los protocolos de recuperación y mantenimiento que diseñé para mis pacientes se basan en las circunstancias específicas como la edad, el nivel de actividad y estilo de vida de cada perro (por ejemplo, los perros que participan en competencias o trabajan con la policía tienen necesidades diferentes con respecto a la salud de sus ligamentos).

Para tratar la ruptura del LCCr sin recurrir a una cirugía, se requieren tres aspectos esenciales: controlar el dolor, restaurar la función y la fuerza, y reforzar la salud de las articulaciones (para frenar la enfermedad degenerativa de las articulaciones).

Los medicamentos deben administrarse durante el tiempo necesario para controlar tanto el dolor a causa de la ruptura del LCCr como cualquier dolor inadaptativo que se haya desarrollado en respuesta a este problema, como el dolor lumbar. Durante el primer mes, el objetivo debe ser: crear un protocolo híbrido a base de nutracéuticos naturales y seguros que ayuden a combatir la inflamación.

Además, utilizo antiinflamatorios naturales para controlar el dolor de una forma segura y prolongada, que incluyen: boswellia, garra del diablo, matricaria, enzimas proteolíticas, SAM, scutellaria, serrapeptase, superóxido dismutasa (SOD), cúrcuma (curcumina), jengibre y corteza de sauce (solo para perros, no para gatos).

Utilizar agentes condroprotectores (CPA, por sus siglas en inglés) tan pronto como sea posible, ayudará a reducir el daño en las articulaciones. Para las razas con predisposición genética, esto significa comenzar a utilizar estos agentes a partir de los 6 a 12 meses. Los CPA más comunes son el mejillón perna (almeja de labios verdes), la membrana del cascarón de huevo, el sulfato de glucosamina y el MSM.

Los perros que han sufrido una ruptura grave del LCCr, deben de utilizar protocolos progresivos para reforzar las articulaciones durante el resto de sus vidas para retrasar la enfermedad articular degenerativa en la rodilla lesionada, y mejorar la resistencia de los ligamentos en la otra rodilla.

Asimismo, utilizo inyecciones de Adequan y terapia de plasma rica en plaquetas para retardar la degeneración articular y promover la producción de líquido articular en casos de problemas crónicos de rodilla. La proloterapia, que consiste en inyectar pequeñas cantidades de varias sustancias naturales en los tejidos blandos de una articulación dañada, también puede ser gran ayuda para estos pacientes.

Existen algunos remedios homeopáticos, hierbas ayurvédicas, occidentales y chinas que también pueden ser muy beneficiosas, pero estos tratamientos naturales deben administrarse junto con los CPA, y no como una alternativa.

Terapia de rehabilitación y ejercicio

Existen muchos aparatos ortopédicos que pueden ayudar a limitar el rango de movimiento y reforzar la salud en general (incluyendo la articulación de la rodilla opuesta con demasiada carga). Es importante que el aparato ortopédico sea apto para la raza y el cuerpo de tu perro, así que consulta a un especialista en rehabilitación animal para que te ayude a determinar cuál es la mejor opción para las necesidades de tu mascota.

Debes limitar su movimiento, ayudarlo a hacer ejercicios de fortalecimiento específicos y realizar rehabilitación de la rodilla, ya que, de lo contrario, se pueden producir daños mayores (como una lesión de menisco). El aparato ortopédico y el descanso no serán suficientes para que su rodilla sane por completo.

Una vez que trates el dolor y la cojera, se puede establecer un programa de rehabilitación física para mejorar su función y recuperar su fuerza. He notado que la terapia acuática es muy beneficiosa para ayudar a los perros a recuperarse de las lesiones del LCCr, ya que ayuda a mejorar la fuerza y la masa muscular sin causar mucha molestia. En una caminadora bajo el agua, tu perro puede ejercitarse con una postura normal sin exceder su peso en las articulaciones dañadas. El movimiento en el agua proporciona una resistencia suave que ayuda a fortalecer los músculos.

Durante este tiempo, también recomiendo la terapia con láser, el Assisi Loop, la acupuntura y la electroacupuntura para ayudar a aliviar el dolor en las articulaciones. El cuidado quiropráctico puede ayudar a mejorar los problemas de postura de tu perro y es posible que disminuya el estrés compensatorio en la otra rodilla. El masaje también es excelente para la tensión en los músculos.

Es importante considerar que incluso con una buena terapia, hay casos en los que no se puede evitar una ruptura completa. Por esa razón, muchos perros requieren cirugía del LCCr para mantener su calidad de vida. Cada paciente y cada situación son diferentes, por lo que puede ser complicado encontrar los métodos de tratamiento efectivos y adecuados para tu mascota. Si tu perro requiere cirugía, busca un veterinario experimentado que esté capacitado en procedimientos ortopédicos y comience la terapia de rehabilitación tan pronto como se retiren las suturas.