📝    HISTORIA EN BREVE

  • La finalidad de utilizar una correa para pasear a un perro es mantener al animal seguro y bajo control, y las correas retráctiles a menudo hacen lo contrario
  • Con una correa retráctil, tu perro puede alejarse lo suficiente como para meterse en problemas o ponerse en peligro; Además, las correas retráctiles son responsables de muchas lesiones tanto en perros como en las personas que los pasean
  • Las correas retráctiles enseñan a los perros que deben jalarse para poder extenderla
  • Lo más importante que puedes hacer para tener caminatas placenteras es enseñar a tu familiar canino a ser el compañero perfecto para caminar
  • Los perros que son buenos compañeros para caminar han aprendido que las correas flojas son buenas, las tensas no, y que jalarla no sirve de nada

🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker

La correa retráctil no es una correa como tal, sino más bien un trozo de cuerda delgada enrollada alrededor de un dispositivo con resorte dentro de un mango de plástico. Los mangos de la mayoría de las correas retráctiles están diseñados para caber de forma cómoda en la mano. Un botón controla cuánto se extiende la correa.

Las correas retráctiles son famosas porque dan más libertad que las correas normales, lo que le brinda a los perros la oportunidad de olfatear y hurgar durante los paseos. Pero, por desgracia, este tipo de correa tiene muchas desventajas.

10 razones para no utilizar una correa retráctil

  1. La longitud de las correas retráctiles, que podría ser de hasta 26 pies (8 metros), permite a los perros alejarse lo suficiente como para llegar a una situación que podría volverse peligrosa. Por ejemplo, un perro con una correa retráctil podría correr y cruzar la calle, o acercarse sin permiso a otros perros o personas.
  2. En el caso anterior, o en uno en el que un perro agresivo se acerca a tu mascota, es casi imposible controlar la situación si llevas una correa retráctil. Es mucho más fácil recuperar el control (o proteger) a tu perro si llevas una correa plana estándar de 6 pies (1.8 mts) que si usas una de 20 pies (6 metros).
  3. El cordón de una correa retráctil podría romperse, en especial si tu perro es muy fuerte. Si un perro fuerte y de buen tamaño sale corriendo a toda velocidad, la correa retráctil podría romperse. Esto no sólo podría ser peligroso para el perro, y para lo que sea que esté persiguiendo, sino que el cable también podría romperse y lastimar a la persona que lo está paseando.
  4. Si la persona que pasea al perro se enreda con el cordón de la correa retráctil o lo agarra en un intento de atrapar a su perro, podría provocarle quemaduras, cortes e incluso una amputación. Además, muchas personas han sido derribadas por un perro que sale corriendo y jala la correa. Esto podría provocar golpes, moretones, raspones con el pavimento, huesos rotos y cosas peores.
  5. Los perros también podrían sufrir lesiones graves como resultado del jalón repentino que se produce cuando llegan al final de la correa, incluyendo heridas en el cuello, tráqueas laceradas y lesiones en la columna.
  6. Las correas retráctiles les dan más libertad a los perros para jalarse, lo que podría parecer una agresión para otro perro que podría decidir "pelear".
  7. Los mangos de las correas retráctiles son voluminosos, y podrían zafarse con facilidad de las manos, lo que permite que el perro se escape.
  8. Además, muchos perros, en especial los temerosos, se sienten aterrorizados por el ruido del mango de la correa retráctil cuando cae al suelo y podrían salir corriendo, lo cual es muy peligroso. Si eso no fuera suficiente, cuando el perro sale corriendo el objeto que cae al suelo lo “persigue”, y si la correa comienza a retraerse mientras corre, sentirá como dicho objeto lo está tratando de alcanzar. Incluso, si este suceso termina sin daño físico al perro (o a cualquier otra persona), podría crear un miedo en el perro no sólo a las correas, sino también a las caminatas.
  9. Al igual que la mayoría de los dispositivos retráctiles, con el tiempo, las correas retráctiles tienden a fallar, ya sea al atorarse al momento de extenderse o retraerse, o desenrollándose por sí sola.
  10. Las correas retráctiles no son recomendables para los perros que no han sido entrenados para caminar de forma educada con una correa normal. Por su naturaleza, las correas retráctiles entrenan a los perros a jalarse, ya que aprenden que al hacerlo la correa se extiende.

Si tu perro está bien entrenado, tiene buenos modales y es tan inteligente como para caminar con una correa normal o una retráctil sin confundirse, tal vez seas uno de los pocos dueños de perros que podría pasear a su compañero canino con cualquier tipo de correa sin aumentar los riesgos para ninguno de los dos.

Cómo crear el hábito de las caminatas placenteras

Si eres uno de los muchos dueños de perros que no les gusta sacarlos a pasear no necesariamente por una correa retráctil, sino porque tu perro te lleva jalando o no te hace caso, la siguiente información podría ayudarte.

Está por demás decir que el momento ideal para comenzar a crear un hábito positivo es cuando tu mascota es un cachorro. De hecho, tan pronto como su sistema inmunológico sea tan fuerte como para protegerlo de enfermedades transmisibles (pregúntale a tu veterinario integral cuándo es seguro sacarlo a pasear), estará listo para salir a caminar contigo o con otros miembros de la familia. Antes de sacarlo a pasear, ya debería tener su propio collar plano que se pueda ajustar de forma segura (nunca un collar de castigo) y una placa de identificación, y estar acostumbrado a usarlos antes de comenzar con los paseos.

Algunos cachorros no tienen problemas para usar un collar, pero otros sí. Si a tu perro le molesta su collar, siempre y cuando no está demasiado apretado (deberías poder deslizar los dedos debajo de él) o incómodo por alguna otra razón, distráelo hasta que se acostumbre a él. No debería tomar más de un par de días para que se le olvide que lo trae puesto.

Si planeas usar un bozal o un arnés (lo cual recomiendo para cualquier perro con riesgo de lesionarse a causa de un jalón de un collar y correa), lo primero que debes hacer es lograr que tu cachorro se sienta cómodo al usarlo. Al igual que con el collar, esto debes hacerlo antes de intentar ponerle la correa y sacarlo a pasear.

Una vez que tu perro se sienta cómodo con su collar, bozal o arnés, estará listo para el siguiente paso. Átale una cuerda o cordón delgado de alrededor de cuatro pies (1.2 metros) a su collar o arnés, y deja que tu cachorro lo arrastre por la casa mientras lo vigilas. Se acostumbrará a estar atado, así como al jalón cuando lo pisa o se atora con algo.

Una vez que se acostumbre al cordón de 4 pies (1.2 metros), cámbiaselo por uno de 10 a 15 pies (3 a 4.5 metros) del mismo material y salgan a la calle.

Como entrenar a tu perro para que te siga sin tensar la correa

Para la mayoría de los cachorros los primeros paseos deberían ser cortos, ya que el objetivo es acostumbrarlo a tener una correa. Busca un lugar seguro y permite que tu cachorro arrastre la correa detrás de él, luego vuelve a tomar la correa. Déjalo que te dirija durante unos segundos mientras sujetas la correa con suavidad. Camina más despacio para que se sienta obligado a disminuir el ritmo y en última instancia, a detenerse. Toma un descanso para felicitarlo y déjalo jugar un rato.

Luego, déjalo que te vuelva a dirigir, pero cuando levantes la correa, llámalo y quédate quieto. Si jala la correa, mantén tu posición sin jalarlo. El objetivo es que aprenda a mantener la correa floja al dirigirse hacia ti. Cuando lo haga, llámalo y felicítalo.

Si regresa hasta ti, felicítalo más y dale un premio. Si se detiene antes de llegar a ti, jala un poco la correa. Llámalo de inmediato para que regrese. Felicítalo conforme se vaya acercando y dale un premio cuando llegue a ti. Muchos perros solo necesitan repetirlo dos o tres veces para entender que cuando no jalan la correa recibirán premios y felicitaciones.

Cuando tu cachorro aprenda que acercarse a ti reduce la tensión de la correa, puedes comenzar a retroceder cuando se acerque para que siga moviéndose. Enseguida, date la vuelta y comienza a caminar para que te siga. Si te pasa, camina en otra dirección para que vuelva a seguirte. 

El objetivo es que aprenda a seguirte sin jalar la correa. Una vez que lo hayas logrado, puedes continuar usando el cordón o cambiarlo por una correa.

Dependiendo del temperamento de tu cachorro, puedes comenzar con sesiones de 5 a 15 minutos. Practica controlarlo con la correa durante intervalos de 30 segundos. Ten paciencia, y no comiences una lucha de poder con tu cachorro. No le des jalones bruscos ni uses la correa para corregirlo o castigarlo. Si alguno de los dos se siente frustrado o cansado lo mejor es volver a casa.

Después de cada sesión, felicítalo y juega con él algo que le guste. Recuerda que tu objetivo es crear las bases para una actividad que ambos disfrutarán toda la vida.

Como disminuir la necesidad de jalarse de tu perro

Si tu cachorro no parece entender que no debe jalar la correa, no te desesperes. Algunos cachorros, y perros adultos no adiestrados, luchan contra la tensión que ejerce la correa en lugar de calmarse.

Si tu cachorro no quiere moverse cuando la correa se tensa o tira de forma constante de ella, lo mejor es utilizar un bozal o arnés en lugar de un collar, ya que, si se jala mucho, podría lastimarse de forma grave el cuello y el disco cervical.

Además, asegúrate de no ser parte del problema. Nuestro instinto es tensar la correa, por lo que también debes aprender a mantenerla floja. La respuesta natural de un perro ante una correa tensa es jalarse. Una vez que te asegures de que no estás haciendo nada que podría provocar que tu cachorro se siga jalando o evitar que camine hacia a ti, haz lo siguiente:

  • Mantén la tensión en la correa y dale la espalda. Deja que se dé cuenta de que no puede ganarte al jalar la correa.
  • Quédate quieto, de espaldas a tu cachorro, y mantén la correa tensa; no le des jalones ni lo jales, y no aflojes la cuerda, ya que esto le mostrará que para eliminar la tensión de la correa solo debe jalarse, y eso es justo lo que no quieres que aprenda.

El mensaje que quieres darle a tu cachorro es que jalar la correa no sirve de nada. No cambia la situación, no hace que camines hacia donde él quiere y no recibe felicitaciones ni premios. Con el tiempo, tu cachorro dejará de hacer lo que no funciona, sobre todo si es recompensado por los comportamientos deseables.

Desde el primer momento en que comiences a entrenarlo con la correa, debes asegurarte que tu cachorro no logre nada al jalarse. A algunos perros les toma más tiempo aprender a no jalar la correa, pero con paciencia y persistencia, cualquier cachorro puede aprender a caminar sin jalarse.