📝    HISTORIA EN BREVE

  • Investigaciones recientes sobre pruebas de títulos de anticuerpos indican que es duradera la inmunidad inducida por la vacuna contra el parvovirus canino, el moquillo y el adenovirus, y que estas pruebas son de gran utilidad como medida de inmunidad, sobre todo en perros senior y geriátricos
  • Los resultados de un estudio demostraron que el 50 % de los perros de edad avanzada y que se habían vacunado estaban protegidos contra las tres enfermedades principales; mientras que otro estudio concluyó que las vacunas contra estas enfermedades confieren inmunidad durante al menos 5 años en la mayoría de los perros
  • Una prueba de anticuerpos positiva significa que una mascota está protegida contra ciertas enfermedades; sin embargo, un resultado negativo no siempre significa que una mascota sea vulnerable a la enfermedad  
  • Las vacunas no siempre resultan en inmunización y las pruebas de títulos determinan si un animal está protegido

🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker

Dos estudios publicados hace poco destacan tanto la durabilidad de la inmunidad central inducida por la vacuna contra el parvovirus, moquillo y adenovirus en perros, así como el valor de las pruebas de títulos de anticuerpos para medir la inmunidad, sobre todo en mascotas mayores.

Más del 50 % de los perros mayores estaban protegidos contra enfermedades graves

En un estudio que se publicó en junio en la revista Veterinary Sciences,1 investigadores de veterinaria en Italia se propusieron medir, en perros de edad avanzada, los títulos de anticuerpos contra las tres enfermedades enumeradas arriba, por medio de una prueba interna llamada VacciCheck.

En el estudio se analizó a 350 perros mayores de entre 5 y 19 años, lo que incluye a 258 seniors (73.7 %) y 92 geriátricos (26.3 %). De los 350, el 97.4 % recibieron al menos una vacuna en la vida. Los resultados demostraron que:

  • Más de la mitad de la población del estudio compuestos por muchos perros vacunados al mínimo (52.9 %), incluyendo el 80.5 % de perros senior y el 19.5 % de geriátricos, tuvieron títulos positivos para las tres enfermedades de forma simultánea
  • Se encontraron títulos positivos específicos en el 88.6 % de los perros de edad avanzada para parvovirus, el 82.3 % para adenovirus y el 66 % para moquillo; estas cifras demuestran que los perros de edad avanzada que no están protegidos contra estas enfermedades son una minoría
  • Los perros ancianos de mayor tamaño estaban más protegidos contra el parvovirus que los más pequeños
  • La protección disminuye con el tiempo, y los perros geriátricos están menos protegidos que los de edad avanzada

Los investigadores concluyeron que los títulos positivos de anticuerpos podrían representar "un buen biomarcador de protección y su titulación podría convertirse en un estándar de cuidado, sobre todo en un periodo tan sensible de la vida de los perros".

La mayoría de los perros estuvieron protegidos durante al menos 5 años

En el segundo estudio, investigadores veterinarios de la Universidad de Georgia evaluaron los títulos de anticuerpos contra las mismas tres enfermedades en perros con historiales de vacunación y estilos de vida conocidos, y analizaron el efecto de la etapa de la vida, el riesgo de exposición y el tiempo transcurrido desde la última vacunación (TSLV). 2

En el estudio se analizó a 188 perros sanos, en términos clínicos, de diversas edades, razas e historial de vacunación. Los resultados demostraron que los títulos de adenovirus y parvovirus disminuyeron, mientras que los títulos de moquillo tuvieron una tendencia decreciente conforme aumentaba el tiempo transcurrido desde la última vacunación o el intervalo de vacunación. Además:

  • El 62 % de los perros tuvieron títulos positivos de moquillo 5 años después de su última vacunación
  • El 92 % de los perros tuvieron títulos positivos para adenovirus y parvovirus 5 años después de su última vacunación
  • Tanto la edad avanzada como la etapa de la vida se asociaron con títulos más bajos y, por lo tanto, identifican una cohorte de población canina que podría tener un mayor riesgo de enfermarse

De acuerdo con los coautores del estudio:

"Los resultados de este estudio revelaron que la duración en el paciente de la inmunidad mediada por la vacuna de base cambia con una serie de variables, y que el envejecimiento de los animales y el tiempo transcurrido desde la vacunación influyen en la inmunidad humoral del huésped. Esto apoya aún más la realización de títulos de anticuerpos para evaluar si está justificado un refuerzo de la vacuna o un tipo específico de refuerzo".

Lo que debes saber sobre las pruebas de títulos positivos

Como lo indican los estudios, existen tres ​enfermedades ​caninas ​para ​las ​que ​el ​resultado ​positivo ​en ​un ​análisis ​de ​anticuerpos ​puede ​considerarse ​como un ​indicador ​definitivo ​de ​que ​el ​animal ​tiene ​inmunidad ​protectora: ​moquillo, ​parvovirus ​y ​adenovirus.

Es importante recordar que estas vacunas esenciales, aunque es posible que las exijan empresas privadas (clínicas veterinarias, guarderías, peluquerías, etc.), no son vacunas obligatorias por ley.  Conozco a ​muchos ​dueños ​que ​no ​se ​animan ​a ​realizar ​este ​análisis ​porque ​creen ​que ​es ​ilegal, ​pero ​no ​es ​así.

Solo ​la ​vacuna ​contra ​la ​rabia ​es ​obligatoria, Por desgracia, dado que las vacunas contra la rabia son obligatorias en la mayoría de los países, un resultado positivo en la prueba del título de la rabia sólo puede interpretarse (según la ley) como una indicación de inmunidad protectora para los humanos (como yo y otros veterinarios que deben vacunarse contra la enfermedad), pero no para las mascotas.

Ahora bien, se trata de una situación que debe abordarse. Las leyes que no se basan en evidencia científica obligan a los dueños y a los veterinarios a volver a vacunar a los animales que ya tienen inmunidad protectora contra esta enfermedad. Estas nuevas vacunas no son efectivas (es decir, no hacen que las mascotas sean "más inmunes") y en algunos casos pueden ser perjudiciales.

Con ​respecto ​a ​las ​demás ​vacunas ​básicas, ​hay ​dos ​tipos ​de ​análisis ​de ​títulos ​disponibles: ​cuantitativo ​y ​cualitativo. El análisis cuantitativo se envía a un laboratorio y los dueños reciben los resultados en unos cuantos días. Los ​resultados ​se ​reportan ​como ​un ​título, ​por ​ejemplo: ​1:1600, ​pero ​el ​número ​no ​es ​lo ​de ​menos, ​lo ​importante ​es ​que ​sea ​positivo ​(lo ​que ​indica ​que ​el ​cuerpo ​ha ​producido ​anticuerpos ​contra ​ese ​virus). Un animal podría o no tener inmunidad, así que no es necesario que los veterinarios examinen las cifras; ya que cualquier respuesta significa que se han producido anticuerpos.

Los títulos cualitativos como el Vacci-Check, que se mencionó antes, se realizan en clínicas veterinarias como pruebas en el punto de atención que proporcionan resultados ("sí" = positivo; "no" = negativo) en unos 25 minutos. Este tipo de análisis se considera válido, y un resultado positivo se correlaciona con los resultados del análisis cuantitativo.

¿Qué sucede con los resultados negativos de las pruebas de titulación?

Cuando una prueba de titulación para una enfermedad básica produce un resultado negativo, ni tú ni el veterinario deben asumir que un perro adulto que ha recibido una vacuna antes no está protegido contra esa enfermedad, o que su cuerpo no responde (lo cual es muy raro). Como explicó la veterinaria Kate Boatright en el artículo de la revista veterinaria dvm360:

“Con el tiempo, los niveles de anticuerpos que circulan en la sangre disminuirán, pero el sistema inmunológico posee una memoria que puede producir una respuesta inmunológica si se encuentra con la enfermedad. Un título negativo en un cachorro que se somete a su serie inicial de vacunas indica que el sistema inmunológico aún no ha respondido a las vacunas o podría ser incapaz de responder".3

De acuerdo con las directrices de la American Animal Hospital Association (AAHA) para perros publicadas en 2017:

  • Un resultado "negativo" no siempre se correlaciona con la vulnerabilidad. Los anticuerpos podrían estar por debajo de los niveles detectables debido a la falta de exposición, incluyendo la revacunación. Para los perros adultos que han demostrado tener títulos protectores frente al CDV (moquillo), CPV (parvovirus) y CAV2 (adenovirus) en el pasado, es probable que la exposición al virus patógeno induzca una respuesta de memoria inmune que produzca una protección anamnésica rápida, incluso años después de la última vacunación.
  • Una respuesta "negativa" o "débil" indica que una nueva vacunación podría ser beneficiosa para restablecer la respuesta humoral por encima del umbral de inmunidad estéril o, en raras ocasiones, que el individuo es incapaz de fabricar anticuerpos contra la enfermedad.
  • En efecto, la documentación de que un paciente alguna vez tuvo un resultado de prueba de anticuerpos "positivo" para moquillo canino, parvovirus o adenovirus denota que existe memoria inmunológica y se espera que, en caso de exposición, genere una respuesta rápida y protectora, sin importar si había o no niveles detectables de anticuerpos presentes en el momento de la exposición.
  • Los resultados falsos negativos son poco comunes y pueden relacionarse con un menor nivel de sensibilidad, errores en el procedimiento o bien, porque no ha pasado el tiempo suficiente desde la vacunación, etc.

De ​manera ​sorprendente, ​estos ​puntos ​se ​eliminaron ​de ​las ​directrices ​cuando ​se ​actualizaron ​en ​2022 ​y ​se ​reemplazaron ​con ​información ​que ​desalienta ​el ​uso ​del ​análisis ​de ​títulos ​de ​anticuerpos. 4 Me ​parece ​muy ​triste ​que ​la ​AAHA ​haya ​dado ​un ​paso ​atrás ​cuando ​se ​trata ​de ​ayudar ​a ​los ​hospitales ​a ​crear ​protocolos ​médicos ​personalizados ​que ​satisfagan ​las ​necesidades ​de ​cada ​animal.

El ​campo ​de ​la ​medicina ​veterinaria ​debería ​evolucionar, ​así ​que ​es ​una ​pena ​que ​esta ​organización ​haga ​todo ​lo ​contrario.

Las vacunas no siempre brindan protección

El hecho de que tu mascota esté vacunada no significa que tenga inmunidad contra la enfermedad. Las ​vacunas ​tienen ​como ​objetivo ​activar ​una ​respuesta ​del ​sistema ​inmunológico ​para ​proteger ​contra ​una ​enfermedad ​determinada.

Sin embargo, de acuerdo con el veterinario, el Dr. Richard Ford,5 la investigación demuestra que a las 12 semanas, solo el 50 % de los cachorros han sido inmunizados contra el moquillo y el parvo, y es probable que se deba a la interferencia de los anticuerpos maternos. Esa es la razón por la que los cachorros (y gatitos) reciben varias vacunas, de modo que, al menos una vacuna sirva después de que han desaparecido los anticuerpos heredados de la madre.  

De acuerdo con el Dr. Ford, a las 16 semanas de vida de los cachorros, el 15 % no está inmunizado. Los dueños que necesiten o quieran saber si su mascota logró la inmunización, pueden solicitar una prueba de títulos de dos a cuatro semanas después de completar el esquema de vacunación.  Este es un paso muy importante para determinar si tu cachorro está protegido contra parvo, moquillo y adenovirus.

Durante los últimos 20 años, he promovido el uso de protocolos personalizados de vacunación, incluyendo un esquema que programe de manera correcta las vacunas en cachorros. El Dr. Ronald Schultz fue el inmunólogo que me presentó esta valiosa herramienta en 1999 para evaluar cuándo es el mejor momento de administrarle las vacunas a los cachorros. Una estrategia inteligente para evitar vacunas innecesarias y poco efectivas es realizar el análisis de anticuerpos a las hembras embarazadas para determinar en qué momento disminuirán los anticuerpos maternos de su camada.

Con ​esta ​información, ​los ​veterinarios proactivos ​sabrán ​cuándo ​comenzar ​a ​aplicar ​las ​vacunas ​a ​los ​cachorros, ​de ​modo ​que ​sean ​más ​efectivas. Este enfoque fácil e inteligente para sincronizar de manera precisa la vacuna, evita que se administren vacunas innecesarias cuando los cachorros son muy pequeños (y tienen niveles elevados de anticuerpos maternos) y les ofrece la oportunidad de evitar vacunas poco efectivas.

Existe una advertencia que todos los dueños deben tener en cuenta, y es la rara posibilidad de que su mascota "no responda". Un pequeño número de perros, por genética, no responde a la vacuna contra el parvovirus (pero sí responden a las vacunas contra otras enfermedades). Estos perros no producirán anticuerpos, sin importar cuántas veces se vacunen, y tienen un alto riesgo de contagiarse de parvovirus, en especial cuando son cachorros, por lo que es muy importante minimizar su exposición para prevenir infecciones.

Si ​eres ​de ​los ​dueños ​que ​vacuna ​a ​su ​mascota ​cada ​uno ​o ​tres ​años, ​pero ​decides ​realizar ​un ​análisis ​de ​títulos ​y ​sale ​negativo, ​puedes ​asumir ​que ​tu ​mascota ​pertenece ​a ​ese ​pequeño ​porcentaje ​que ​no ​responde ​a ​la ​vacuna.

La ​recomendación ​general ​para ​perros ​adultos ​con ​un a prueba ​negativa, ​sobre ​todo ​los ​que ​no ​cuentan ​con ​información ​sobre ​su ​historial ​de ​vacunas, ​es ​administrar ​un ​refuerzo ​y ​luego ​realizar ​un ​análisis ​de ​anticuerpo ​dos ​o ​cuatro ​semanas ​después, ​para ​saber ​si ​la ​vacuna ​produjo ​anticuerpos.

Pero ​la ​decisión ​dependerá ​de ​varios ​factores. Las ​mascotas ​deben ​estar ​sanas ​para ​poder ​vacunarse. Por ​ejemplo, ​las ​mascotas ​con ​antecedentes ​de ​reacciones ​adversas ​a ​las ​vacunas, una enfermedad autoinmune, enfermedad ​crónica ​(incluyendo ​el ​cáncer) ​o ​con ​un ​tratamiento ​de ​medicamentos ​inmunosupresores ​no ​deben ​recibir ​vacunas, ​sino ​que ​deben ​someterse ​a ​un ​análisis ​de ​títulos ​de ​anticuerpos.