📝    HISTORIA EN BREVE

  • Un estudio de 2016 reveló que los perros hiperactivos/impulsivos tienen niveles más bajos de triptófano en la sangre
  • El estudio también sugiere que podrían existir diferencias en las bacterias del intestino de los perros hiperactivos
  • El índice de hiperactividad diagnosticada en perros es bastante bajo; muchos perros que son etiquetados como hiperactivos por sus dueños solo muestran comportamientos caninos normales, aunque indeseables
  • Hay muchas cosas que los dueños de perros muy activos podrían hacer para redirigir la energía de su mascota; una de las más importantes es asegurarse de que realice el ejercicio suficiente

🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker

Si tu perro tiene "mucha energía" hasta el punto del agotamiento (¡tanto tuyo como el de él mismo!), tal vez quieras saber que un estudio que se publicó en 2016 descubrió una diferencia muy interesante entre perros hiperactivos e impulsivos/distraídos, y perros "normales" (perros sin esos comportamientos).

La hiperactividad, impulsividad, sensibilidad al ruido y el miedo general son los problemas de comportamiento más comunes en perros. Todos ellos podrían afectar de forma significativa el bienestar tanto de las mascotas como de los miembros de la familia.

Al igual que las personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el equipo de investigadores descubrió que los perros hiperactivos tienen ciertos elementos en sus conteos sanguíneos que son diferentes al de los perros con comportamiento normal. Esas diferencias se encuentran en los metabolitos de los fosfolípidos, en particular, el triptófano.1

Similitudes entre humanos con TDAH y perros hiperactivos

De acuerdo con el profesor Hannes Lohi de la Unidad de Programas de Investigación y Biociencias Veterinarias de Neurología Molecular de la Universidad de Helsinki, e investigador principal del estudio:

"El comportamiento y los trastornos del comportamiento a menudo se desarrollan debido a una combinación de factores hereditarios y ambientales, lo que dificulta poder estudiarlos. La metabolómica, o el estudio del metabolismo, nos brinda nuevas pistas sobre las cuestiones biológicas subyacentes a los trastornos del comportamiento, al mismo tiempo que promueve la investigación genética.
En la actualidad, la investigación metabolómica en perros es poco común, y el objetivo de este estudio piloto era evaluar nuevos enfoques y obtener información sobre cualquier anomalía del metabolismo relacionada con la hiperactividad en perros".2

Lohi y su equipo observaron los metabolitos en la sangre de 22 perros pastor alemán hiperactivos y de comportamiento normal, y descubrieron que los perros hiperactivos tenían niveles más bajos de fosfolípidos en sangre. Los investigadores esperaban este resultado, ya que varios estudios en humanos han encontrado niveles más bajos de lípidos y ácidos grasos en la sangre en personas con TDAH.

Por interesante que parezca, la edad, el sexo y el estado de ayuno de los perros no influyeron de forma significativa en el vínculo entre el comportamiento y los metabolitos. Todos los perros recibieron el mismo tipo de alimentación durante dos semanas antes de que se les hiciera el análisis de sangre.

Diferencias en las bacterias del intestino de los perros hiperactivos

Los investigadores sugieren que, el descubrimiento más interesante de su estudio podría ser el vínculo entre el comportamiento hiperactivo y los niveles bajos de metabolitos del triptófano en la sangre. Estos metabolitos en particular se producen solo cuando las bacterias del intestino procesan el triptófano de los alimentos.

Esto sugiere que las bacterias del intestino de los perros hiperactivos son diferentes a las de los perros con comportamiento normal, lo cual es muy importante si tomamos en cuenta lo que sabemos sobre la conexión intestino-cerebro.

"Sabemos que la composición de la microbiota intestinal ayuda a producir neurotransmisores, por ejemplo, los que regulan el estado de ánimo y el comportamiento", menciónó Jenni Puurunen, coautora del estudio.
"El efecto también funciona de forma inversa, de modo que una reacción de estrés en el cerebro podría tener un efecto adverso en la microbiota intestinal. Por lo tanto, no podemos decir si nuestro descubrimiento es la causa o el resultado de la hiperactividad canina".3

Está claro que, para que los resultados de este estudio sean útiles, es necesario realizar más investigaciones sobre las diferencias en la sangre y la conexión intestino-cerebro de los perros con hiperactividad diagnosticada. Cabe recalcar que hago hincapié en la hiperactividad diagnosticada por una razón.

¿Tu perro en realidad es "hiperactivo"?

En la actualidad, el término hiperactivo suele ser común, y muchos dueños de mascotas lo usan para describir a un perro muy activo. Pero, a pesar de la popularidad de dicho término, el síndrome clínico de hiperactividad es bastante raro en las mascotas.

La hiperactividad real implica hiperactividad, déficit de atención, carácter impulsivo y parámetros fisiológicos elevados, todos los cuales podrían tratarse con medicamentos estimulantes (extraño, pero cierto).

La mayoría de los perros que parecen hiperactivos en realidad podrían ser hipercinéticos. Reaccionan a lo que ven, escuchan y huelen todos los días como si fuera la primera vez. A menudo parece que no pueden descansar, ni siquiera en un entorno cómodo y tranquilo.

Por lo general, los perros hipercinéticos tienen tres años o más, y suelen tener una frecuencia cardíaca y respiratoria elevadas, malas puntuaciones de condición corporal, reactividad y agitación. Se excitan de forma emocional ante cualquier estímulo, y a menudo permanecen en este estado mucho tiempo después de que el estímulo termina.

Para poder diagnosticar la hipercinesia clínica en un perro, primero se deben descartar ciertas cosas, incluyendo:

  • Condicionamiento (el perro ha sido recompensado por un comportamiento indeseable)
  • Hipertiroidismo
  • Falta de ejercicio adecuado y estímulos del entorno
  • Alergias u otras condiciones médicas
  • Fobias y trastornos de ansiedad
  • Deterioro cognitivo en perros mayores
  • Territorialismo

Después de descartar todas las causas fundamentales del comportamiento hiperactivo, el método convencional para diagnosticar la hipercinesia es observar al perro en un entorno dentro de un hospital, en donde se le coloca en un lugar tranquilo y se registra su actividad física durante una hora. Cada 15 a 30 minutos se mide su frecuencia cardíaca y respiratoria.

Si su nivel de actividad y sus medidas fisiológicas se mantienen elevadas, pasa a la siguiente prueba en la que se le administra un estimulante y se lleva a una zona tranquila diferente.

Por lo menos una hora después, se regresa al área de pruebas y, si se comporta de manera tranquila, con una frecuencia cardíaca y respiratoria bajas, se le diagnostica hipercinesia.

Esta prueba también se puede realizar en casa, bajo la supervisión de un veterinario, pero por lo general los resultados son menos convincentes y fiables.

Tu perro podría está tratando de satisfacer sus necesidades

La verdad es que la mayoría de los síntomas de hiperactividad que perciben los dueños de perros en realidad son comportamientos específicos de la raza, conductas condicionadas o que son el resultado de la falta de estimulación física o mental adecuada, o una combinación de ellas.

Es importante identificar la diferencia entre un comportamiento canino anormal y un comportamiento que podría ser indeseable pero que en realidad es normal dadas las circunstancias del perro.

Para poder determinar esto, el veterinario o un especialista en comportamiento animal necesitará una descripción detallada de los comportamientos no deseados de tu perro, incluyendo:

  • Con qué frecuencia y gravedad los realiza
  • Cuánto ejercicio, interacción social, tiempo de juego y exploración hace tu perro todos los días
  • Cómo reaccionan todos los miembros de la familia a los comportamientos indeseables de tu perro

Existen muchas cosas que podrían afectar el comportamiento de tu perro, incluyendo si está solo o no le hacen caso la mayor parte del tiempo, no se ejercita lo suficiente o no ha recibido un entrenamiento de obediencia. También es posible que, sin querer, lo hayas condicionado a tener que realizar alguna acción física para llamar la atención.

Si notas que tu perro está mucho más tranquilo después de pasear en el parque para perros o de jugar con tus hijos en el patio, está claro que quemar energía física y mental tiene un efecto positivo en su comportamiento.

Los perros que no satisfacen sus necesidades diarias de actividad física, interacción social, estimulación mental y enriquecimiento ambiental podrían parecer hiperactivos al tratar de satisfacer dichas necesidades.

9 recomendaciones para dueños de perros con mucha energía

Debido a que muy pocos perros son en realidad hiperactivos, te recomiendo evaluar el estilo de vida de tu perro desde todas las perspectivas.

  1. Asegúrate de que haga el ejercicio suficiente (más detalles sobre esto en breve).
  2. Estimula su mente con rompecabezas, juguetes dispensadores de premios, caminatas, chapuzones y otras actividades que favorezcan sus instintos naturales.
  3. Enfócate en los comportamientos deseados en lugar de en lo que no quieres que haga. Los perros responden a los refuerzos positivos, que no incluyen el castigo.
  4. Lleva a tu perro a una clase de obediencia o a una actividad que le ayude a concentrarse, como el trabajo de nariz.
  5. Bríndale una alimentación balanceada, fresca y a base de carne para evitar alguna intolerancia alimenticia, deficiencias de aminoácidos y alergias. La alimentación "modelo de presa" no balanceada y con alto contenido de grasas (bajas en aminoácidos) suelen tener bajo contenido de triptófano (a menos que se utilice un 90 % de carnes magras), así como deficiencias de micronutrientes. En mi opinión, la comunidad veterinaria pasa por alto cuánto pueden influir las deficiencias de nutrientes y la sensibilidad a los alimentos, en el comportamiento inquieto e hipercinético.
  6. Te recomiendo realizarle una prueba para evaluar su microbioma con el fin de identificar qué desequilibrios de la microbioma están presentes y brindarle los alimentos, fibras o cepas probióticas específicas necesarias (incluyendo los trasplantes de microbiota fecal) para promover un equilibrio más saludable de bacterias del intestino.
  7. Consulta con un veterinario integral sobre el uso de suplementos como L-teanina, ashwagandha, GABA, melatonina, lúpulo, manzanilla, raíz de valeriana, esencias florales y aceite de CBD. O mejor aún, busca a un especialista en zoofarmacognosia aplicada y deja que tu perro elija sus propios agentes tranquilizantes.
  8. También puedes hablar con tu veterinario sobre la posibilidad de agregar triptófano a la alimentación de tu perro, al brindarle carnes magras, con alto contenido de aminoácidos, de animales alimentados con pastura. Aumentar el consumo de triptófano mediante suplementos a base de alimentos podría aumentar la cantidad de serotonina en el cerebro y reducir el estrés.
  9. Evita los alimentos genéticamente modificados. Los estudios demuestran que los transgénicos podrían dañar el intestino y alterar el microbioma y la salud intestinal.

No olvides la importancia del ejercicio para perros con mucha energía

Todos los perros necesitan realizar alguna actividad física de forma regular para estar sanos, sobre todo si tu perro es de una raza con mucha energía. En mi experiencia, la falta de ejercicio y tiempo de juego es la causa principal del comportamiento inquieto, el cual se clasifica de forma errónea como hiperactividad o trastorno obsesivo-compulsivo.

Los perros son trabajadores por naturaleza. Los caninos en la naturaleza están ocupados y activos todo el tiempo, ya sea tratando de sobrevivir, criando a sus crías o socializando con otros miembros de la manada. Por desgracia, hoy en día, muchos perros de compañía llevan una vida algo aislada y sedentaria.

No reciben la estimulación física o mental suficiente y a menudo, pasan muchas horas solos en casa o viendo a sus dueños trabajar en la computadora, frente a la televisión o en sus teléfonos celulares. Los perros con temperamentos muy activos podrían desarrollar problemas de conducta si no se les brinda la oportunidad para gastar toda esa energía.

Si tu perro no hace el ejercicio suficiente o está aburrido, podría mostrar uno o varios comportamientos que hacen que parezca que tiene un caso clínico de hiperactividad, incluyendo:

  • Ladrar o quejarse para llamar la atención
  • Rasguñar, excavar o mordisquear de forma destructiva
  • Morder en exceso o jugar a morder
  • Tomar comida u otras cosas de la mesa, husmear en la basura y otros comportamientos sigilosos
  • Comportarse como depredador y jugar de forma brusca
  • Hacer mucho alboroto, chocar contra los muebles y saltar sobre las personas

Si estás seguro de que el estilo de vida de tu perro le brinda muchas oportunidades para realizar actividad física y lo estimula de forma mental, pero aun así es hiperactivo la mayor parte del tiempo, te recomiendo llevarlo con el veterinario.