HISTORIA EN BREVE

  • Un estudio reciente acaba de revelar que el deterioro cognitivo canino (CCD, por sus siglas en inglés), también conocido como demencia canina, podría ser un problema mucho más significativo para los perros inactivos que para los perros activos
  • El estudio sugiere que el riesgo de desarrollar CCD es casi 6.5 veces mayor en los perros inactivos, lo que demuestra aún más cuán importante es que los compañeros caninos permanezcan activos durante toda su vida
  • Las caminatas frecuentes son una excelente manera de mantener a tu perro en forma y en movimiento
  • Si las caminatas se hacen bien, también pueden mantener su mente estimulada y sus habilidades sociales agudas; las sesiones regulares de hidroterapia son otra herramienta poderosa, en especial para los perros mayores
  • Los ejercicios diseñados de forma específica para mantener la fuerza, flexibilidad y el equilibrio de tu perro son imprescindibles, junto con estiramientos suaves; no olvides los beneficios del masaje para mejorar la comodidad y movilidad de tu perro

Por la Dra. Karen Shaw Becker

Tanto en humanos como en perros, la función cognitiva disminuye con la edad. La disfunción cognitiva canina (CCD, por sus siglas en inglés), también conocida como demencia canina, una afección neurodegenerativa, a menudo se caracteriza por déficits de memoria, pérdida de la conciencia espacial, interacciones sociales alteradas y trastornos del sueño. Las estimaciones de las tasas de CCD van desde el 28 % en perros de 11 a 12 años hasta el 68 % en perros de 15 a 16 años.

En términos generales (porque siempre hay excepciones a todas las reglas con respecto a nuestros compañeros caninos), una vez que un perro cumple 10 años, aumenta el riesgo relativo de desarrollar CCD en más del 50 % con cada año de vida. Además, de acuerdo con un nuevo estudio, el riesgo de desarrollar CCD es casi 6.5 veces mayor en perros inactivos que en perros que son muy activos.

¿Los perros activos experimentan menos deterioro cognitivo?

Para el estudio, un equipo de epidemiólogos de la Universidad de Washington y miembros del Dog Aging Project Consortium evaluó la prevalencia de la CCD en una gran cantidad de perros (más de 15 000) que participaban en el Proyecto Dog Aging.

A finales de 2019, los dueños de los perros completaron dos encuestas: la encuesta de Salud y Experiencia de Vida sobre el estado de salud y la actividad física, así como la encuesta “Canine Social and Learned Behavior” (comportamiento aprendido y social canino) que evalúa los signos de CCD (por ejemplo, no reconocer gente). La esperanza de vida de los perros se clasificó de la siguiente manera:

  • El 19.5 % estaba en el último cuartil de su vida
  • El 24.4 % estaba en el tercer cuartil
  • El 27 % estaba en el segundo cuartil
  • El 29.1 % estaba en el primer cuartil

De estos perros, el 1.4 % se clasificó como portador de CCD. De acuerdo con los resultados del estudio, cuando se observa solo la edad en perros mayores de 10 años, la probabilidad de que los diagnostiquen con CCD aumentó en un 68 % por cada año adicional de edad.

Cuando se consideraron otros factores, como la raza, el estado de esterilización, los problemas de salud y los niveles de actividad, las probabilidades de desarrollar CCD disminuyeron al 52 % por cada año adicional de vida. Al controlar la edad, el tipo de raza, el nivel de actividad y otras comorbilidades, los perros con antecedentes de trastornos neurológicos, oculares u auditivos tenían mayores probabilidades de desarrollar CCD.

Cabe destacar que para perros de la misma edad, raza, salud y estado de esterilización, la probabilidad de desarrollar CCD fue 6.47 veces más elevada en perros menos activos o inactivos (según  sus dueños) en comparación con los perros muy activos.

Sin embargo, los coautores del estudio advierten que sus resultados no demuestran una relación clara de causa y efecto entre la inactividad y la CCD, y que el deterioro cognitivo podría disminuir el nivel de actividad. Concluyeron que se necesitan más investigaciones para comprender mejor la CCD.

Cómo contrarrestar la demencia canina a través del movimiento

No es que lo necesitáramos, pero prevenir la disfunción cognitiva es sin duda otra excelente razón para asegurar que tu compañero canino obtenga toda la actividad física que necesita.

Los perros están diseñados para permanecer en movimiento sin importar su edad. Un perro activo es un perro feliz (y un perro cansado es un perro bien portado). Una de las cosas más impactantes que puedes hacer por tu mejor amigo peludo es brindarle muchas oportunidades para mantenerse activo de manera física durante toda su vida.

Es importante comprender que el movimiento es tan importante para los perros mayores como para los más jóvenes. El ejercicio regular mantiene las articulaciones de tu mascota flexibles y sus músculos fuertes. Quema calorías y proporciona estimulación mental. La actividad física diaria ralentiza el proceso de envejecimiento y mejora la calidad de vida. Los perros que se mantienen activos a cualquier edad tienden a vivir vidas más largas y de mayor calidad que las mascotas a las que no se les dan oportunidades diarias de movimiento físico.

Con los siguientes cinco consejos puedes mantener a tu perro activo, móvil y cómodo para garantizar que sus años dorados sean felices y saludables.

1. Salir a pasear. Caminar es un excelente ejercicio de por vida, tanto para ti como para tu compañero canino mayor. A la mayoría de los perros les encanta salir y moverse y, aunque las personas de la tercera edad no pueden caminar mucho, varias caminatas cortas cada día y dos o tres sesiones de olfateo de 30 a 60 minutos serán excelentes para mantener el cuerpo y la mente sanos y en forma.

Debes evitar hacer largas caminatas cuando hace mucho frío o calor. En los meses más cálidos, vigila a tu perro para detectar signos de cansancio o sobrecalentamiento. Subir colinas graduales (no empinadas) ayudará a fortalecer sus caderas; tomar un patrón de zigzag en tramos empinados cuesta abajo evitará el estrés en sus patas delanteras.

Las caminatas de entrenamiento con tu perro mayor pueden ayudarle a mantener activa su mente. Estas caminatas pueden consistir en actualizar sus modales con correa, enseñarle nuevos comandos de obediencia o socializar. También es importante que consideres ir por rumbos diferentes cuando realizan caminatas. Sácalo a pasear en coche, ya sea hacia el parque del vecindario o solo a dar un paseo. Durante estas salidas tendrá la oportunidad de ver, oler y experimentar cosas nuevas.

Si tu perro se siente cómodo con otros perros, considera reunirte con otros dueños de perros para pasear en grupo. Cualquier persona que tenga dos piernas o animal que tenga cuatro patas puede acompañarte a socializar y ejercitarse al mismo tiempo, los otros dueños de perros pueden ser una excelente fuente de información para ti y tu perro.

2. Nadar. Debido a que los cuerpos de agua naturales pueden contener sorpresas desagradables e incluso tóxicas para perros, y el agua en las piscinas de los patios traseros tiende a ser fría y no se recomienda para mascotas con artritis, la situación ideal sería llevarlo a un centro de terapia de agua (hidroterapia).

El agua es tibia en los tanques y piscinas de hidroterapia, lo que relaja las articulaciones y los músculos tensos y adoloridos. La hidroterapia es mi terapia favorita para mascotas por muchas razones:

  • El movimiento en el agua proporciona una resistencia suave para ayudar a fortalecer los músculos
  • La flotabilidad del agua ayuda a soportar el peso de los animales que ya no son tan fuertes como solían ser
  • La falta de gravedad alivia el estrés en las articulaciones degeneradas
  • La presión del agua sobre el cuerpo mejora la circulación y ayuda a disminuir la inflamación.

Además, caminar en una caminadora bajo el agua proporciona una mejor extensión de las extremidades y las articulaciones que nadar, y tiende a provocar menos miedo en los perros que no están acostumbrados a estar en el agua.

3. Ejercitarlo para mantener la fuerza, flexibilidad y el equilibrio. El proceso de envejecimiento en los perros mayores puede provocar un círculo vicioso donde disminuye la fuerza muscular, aumenta la rigidez muscular y se presenta una disminución general del equilibrio. La inactividad por esta dinámica genera un aumento de peso, lo que agrega estrés en las articulaciones que ya no tienen el soporte debido a una mala masa muscular.

Una forma de ayudar a evitar este problema es asegurarte de que tu perro realice ejercicios diseñados para mantener la fuerza, flexibilidad y el equilibrio. Existen tres categorías de estos ejercicios:

  • Movimientos dirigidos a los músculos grandes que sostienen el cuerpo, como los cuádriceps, los isquiotibiales y los glúteos
  • Movimientos que mantienen el equilibrio y el movimiento
  • Ejercicios pasivos de rango de movimiento (PROM, por sus siglas en inglés) para la salud articular

Puedes encontrar una descripción completa de estos ejercicios aquí.

4. Realizar estiramientos. El estiramiento ayuda a relajar el cuerpo de tu perro mientras promueve la flexibilidad. Puedes mejorar su rutina de estiramiento con algunos movimientos manuales y suaves en sus piernas delanteras y traseras, hombros, columna vertebral, codos, rodillas, muñecas, tobillos, pecho y hombros.

Los estiramientos se deben hacer después del ejercicio. Estos benefician tres áreas corporales de manera especial: la cadera, los hombros y la espalda. La mayoría de los perros soportan los siguientes estiramientos que se demuestran y describen aquí si se realizan de manera lenta y suave.

Las instrucciones para la mayoría de estos estiramientos requieren que el perro permanezca de pie, pero también se puede hacer cuando está acostado de lado o, en el caso del estiramiento del pecho, boca arriba. A algunos perros no les gusta esta posición, por lo que te recomiendo no forzar sus tejidos.

No hace falta decir que, si tu mascota muestra algún signo de dolor durante el estiramiento, interrumpe el movimiento y visita a tu veterinario lo antes posible.

5. Hacerle masajes. El masaje terapéutico canino ofrece beneficios tales como una mayor flexibilidad muscular, menor dolor en las articulaciones y los músculos rígidos, alivio del estrés y mejor circulación. El masaje puede ayudar a aliviar comportamientos problemáticos como la sensibilidad al tacto, morder por miedo, la agresión relacionada con la comida o a otro perro y la ansiedad por separación.

Los masajes para mascotas, en especial para perros mayores, implican movimientos y estiramientos lentos y suaves, combinados con golpecitos ligeros y rítmicos. Los beneficios de los masajes regulares incluyen:

  • Ayudan a tonificar los músculos y reducir el debilitamiento causado por el envejecimiento
  • Los masajes relajan los músculos, lo que facilita el rango de movimiento de las mascotas
  • Los masajes mejoran la circulación y estimulan el drenaje linfáticos
  • Los masajes regulares también alivian la rigidez causada por la artritis, una situación que puede ayudar a mantener su caminar normal y un estilo de vida más activo
  • Los masajes relajan los músculos que rodean las articulaciones, lo que también ayuda a promover una mayor movilidad

Si estás interesado en encontrar un terapeuta profesional en masajes caninos, es importante tener en cuenta que algunos pueden ir a tu casa mientras que otros trabajan en clínicas veterinarias. Solicítale una recomendación a tu veterinario integrador.

También podrías darle un masaje a tu mascota, y esto puede tener beneficios adicionales que lo relajarán y creará un lazo entre ambos. Si decides hacer esto, puede tomar un taller o curso para aprender las habilidades básicas de masaje. Asimismo, existen programas de diferentes niveles para las personas que quieren aprender a darles masaje a sus mascotas y para quienes están interesados en convertirse en masajistas profesionales.

Cualquiera que sea tu decisión, ofrecerle los beneficios de los masajes terapéuticos es uno de los mejores regalos que le puedes dar a tu mascota con el fin de apoyar su felicidad y calidad de vida.