📝    HISTORIA EN BREVE

  • Los perros tienen dos glándulas anales, que son sacos de forma ovalada que se encuentran justo dentro del recto, una a cada lado del ano.
  • Cuando tu perro hace del baño, si sus heces tienen una consistencia normal, las glándulas anales expulsan un líquido aceitoso y de mal olor a través de pequeños conductos hacia las heces
  • Las tres razones más comunes de los problemas de las glándulas anales en perros son la mala alimentación (que provoca heces blandas), el traumatismo en las glándulas y la mala ubicación de las glándulas
  • Una de las señales más comunes de que tu perro podría tener algún problema en las glándulas anales es arrastrar su trasero por el suelo
  • Realizar cambios en su alimentación en conjunto con antiinflamatorios gastrointestinales naturales podría ayudar a restaurar la salud de las glándulas anales de tu mascota

🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker

¿Alguna vez has notado un olor desagradable que sale del trasero de tu perro? Si bien, puede resultar desagradable, este olor tiene un propósito importante para tu cachorro. Proviene de un líquido aceitoso que sale de las glándulas anales de tu perro y sirve para marcar su territorio, esto permite que los perros dejen información bioquímica para que otros la huelan.

De hecho, ese olor es único y exclusivo de tu perro, y cada canino produce un olor diferente.1 Tal vez no le prestes mucha atención a las glándulas anales de tu perro, pero si tienes un problema con estas, es muy probable que lo notes, ya que es fácil percibir el olor.

Todo lo que debes saber sobre las glándulas anales de tu perro

Los perros tienen dos glándulas anales, que son sacos de forma ovalada que se encuentran justo dentro del recto, una a cada lado del ano. Si tu perro tiene miedo o está estresado, sus glándulas anales podrían liberar líquido de forma involuntaria.2

Sin embargo, cuando tu perro hace del baño, si sus heces tienen una consistencia normal, el líquido aceitoso se expulsa de las glándulas anales a través de pequeños conductos hacia las heces. Las glándulas anales se vacían debido a la presión de las heces a medida que pasan por el recto y el ano. Pero, por desgracia, muchos perros hacen heces blandas o tienen movimientos irregulares en el intestino que no ejercen suficiente presión contra las glándulas anales durante la evacuación.

Una de las señales más comunes de que tu perro podría tener algún problema en las glándulas anales es arrastrar su trasero por el suelo. Otros signos de problemas de las glándulas anales en los perros incluyen lamer o morder la zona anal, dificultad para defecar, o pus y sangre cerca del recto o en las heces.3

Las 3 causas principales de los problemas de las glándulas anales en los perros

Si las glándulas anales de tu perro no se exprimen con regularidad, provoca que las glándulas se vuelvan más grandes y se irriten. Por lo general, las infecciones de las glándulas anales son bacterianas y provocan irritación e inflamación. A medida que la infección se desarrolla, el pus se acumula dentro de la glándula anal.

Si estas infecciones no se tratan se podría generar un absceso, el cual podría crecer hasta romperse. Si esto sucede, puedes aplicar aceite de oliva ozonizado o sulfadiazina de plata (diluida con plata coloidal) en las glándulas anales. Los tumores de las glándulas anales también podrían provocar inflamación. Por lo general, estos tumores son malignos y podrían elevar los niveles de calcio en la sangre, algo que el veterinario revisará si siente algún bulto o masa.

Si tu perro tiene obesidad, la falta de tono muscular y el tejido adiposo adicional podrían favorecer los problemas de las glándulas anales. Algunos trastornos de la piel perianal, infecciones y desequilibrios hormonales sistémicos, también podrían aumentar el riesgo. Sin embargo, las tres causas más frecuentes de los problemas de las glándulas anales en perros incluyen:

  1. Mala alimentación, que resulta en heces blandas
  2. Traumatismo en las glándulas
  3. Posición/ubicación de las glándulas

Elimina los alimentos inflamatorios de la alimentación de tu perro

Los problemas constantes de las glándulas anales por los trastornos gastrointestinales intermitentes, podrían ser una indicación de que existe un problema con algún ingrediente o con el tipo de alimento que está comiendo. La última parte del tracto digestivo de tu perro es el recto, el ano y las glándulas anales, por lo que la irritación relacionada con la alimentación a menudo se manifiesta en estas zonas. Elimina los alimentos inflamatorios de su alimentación, incluyendo maíz, papas, legumbres, avena, trigo, arroz y soya. También te recomiendo evitar los alimentos con alto contenido de ácidos grasos omega-6 proinflamatorios, incluyendo el pollo y todos los aceites vegetales.

Si no sabes qué es lo que desequilibra el sistema digestivo de tu cachorro, te recomiendo solicitar una prueba NutriScan para identificar la sensibilidad alimentaria, y brindarle una alimentación adecuada de acuerdo a los resultados de la prueba. Cuando un perro presenta una reacción a algo en su alimentación, su cuerpo necesita dejar de comer ese alimento por un tiempo. Después de identificar la intolerancia alimentaria, te recomiendo cambiar a una alimentación que le ayude a aliviar su intestino. Esto significa brindarle un alimento al que no tenga sensibilidad, elaborado con ingredientes con los que su cuerpo no está familiarizado.

La mejor manera de hacerlo es prepararle una alimentación balanceada a base alimentos frescos , ya que la mayoría de los alimentos comerciales contienen ingredientes que tal vez quieras evitar, aunque la etiqueta dice que contienen "proteínas nuevas". Pero, si se te dificulta brindarle una alimentación hecha en casa, puedes comprar un alimento fresco de calidad humana que contenga una proteína poco común, y que esté elaborado por una empresa de confianza.

Una gran ventaja de brindarle una alimentación nutritiva y específica para su especie, es que abordará tanto la sensibilidad alimentaria como la mala consistencia de las heces. La diarrea podría favorecer los problemas de las glándulas anales, ya que las heces no ejercerán presión sobre estas para ayudar a liberar su contenido.

Agregar fibra prebiótica, como puré de calabaza, raíz de malvavisco o polvo de olmo resbaladizo a su alimentación podría beneficiarlo. Sin embargo, si tu perro presenta diarrea de forma regular, te recomiendo llevarlo con un veterinario integral para llegar al fondo del problema. En la mayoría de los casos se debe a la alimentación, aunque también podría tener un desequilibrio del microbioma, una deficiencia de enzimas digestivas o parásitos. Si las glándulas están inflamadas, los antiinflamatorios naturales como la curcumina y las enzimas proteolíticas podrían ayudar a disminuir el dolor y el malestar.

Cómo descartar cualquier traumatismo en las glándulas anales

Si bien, muchos estilistas de mascotas exprimen las glándulas anales como parte de sus servicios, esto no es necesario ni recomendable. Además, es molesto para los perros y podría ser dañino. Manipular demasiado los sacos podría provocar un traumatismo que afectaría su función.

Las glándulas anales están diseñadas para funcionar de manera adecuada sin necesidad de ayuda externa. Exprimir de forma manual las glándulas sanas podría generar un daño a los tejidos, lo que a su vez podría provocar inflamación. Las glándulas inflamadas podrían obstruir el conducto por donde se libera el líquido. Esto provocaría que el líquido se acumule y se vuelva más espeso, lo que podría provocar una retención fecal e infección en la glándula anal. Entonces, los perros pueden tener glándulas anales en perfecto estado hasta que son exprimidas de manera injustificada.

Siempre recomiendo a los dueños de perros que eviten exprimir los sacos anales si no existe alguna buena razón. No es necesario exprimir las glándulas de forma regular, ya que hacerlo podría generar futuros problemas de las glándulas. Incluso, algunos veterinarios exprimen las glándulas anales sin ninguna razón, cuando una mascota se somete a otro procedimiento. Si llevas a tu perro al veterinario porque arrastra su trasero por el suelo, lo más seguro es que le exprima las glándulas anales. Sin embargo, esto no soluciona la causa principal del problema, ya que no es necesario exprimir de forma manual las glándulas anales, a menos que haya un defecto congénito de la glándula.

En algunos casos, los problemas de las glándulas anales de tu perro podrían ser debido a un problema de ubicación desde el nacimiento, en especial si las glándulas están ubicadas al fondo del recto. A medida que las heces se acumulan en el colon, la presión debería hacer que las glándulas anales liberen su contenido, pero si no se encuentran a los lados de donde se genera la mayor presión en su intestino grueso, no expulsán el líquido de forma adecuada.

En este caso, tal vez sea necesario realizar una cirugía, ya que la ubicación de las glándulas está determinada por la genética. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los problemas de las glándulas anales se deben a factores ambientales como la alimentación o algún traumatismo. Asegúrate de identificar la causa subyacente en lugar de solo cubrir los síntomas al exprimir de forma manual las glándulas.

En ocasiones, aplicar lubricantes naturales o preparaciones a base de hierbas en las glándulas podría ayudar a que vuelvan a funcionar de forma adecuada. Realizar cambios en su alimentación, que solucionen el problema de las heces blandas, en conjunto con antiinflamatorios gastrointestinales naturales podría ayudar a restaurar la salud de las glándulas anales.


🔍 Fuentes y referencias