📝 HISTORIA EN BREVE

  • Una investigación reciente de la Universidad Estatal de Carolina del Norte descubrió que, al igual que en los humanos mayores, parece existir una relación entre la pérdida auditiva y la demencia en perros mayores y geriátricos
  • El estudio realizadon entre 39 perros, con un promedio de edad de 13 años, demostró que existe una relación entre la disminución de la capacidad auditiva y la aparición de disfunción cognitiva canina (CCD, por sus siglas en inglés)
  • El 61 % de los perros con audición normal no tenía síntomas de CCD, mientras que la mitad de los perros con pérdida auditiva moderada tenía síntomas de CCD moderados; de los perros con pérdida auditiva severa, todos tenían síntomas de CCD, ya que el 38 % de ellos tenía signos moderados, y el 50 % niveles severos de CCD
  • Existen muchas cosas que puedes hacer para ayudar a conservar el bienestar de tu perro a medida que envejece, tales como ayudarlo a mantenerse activo de manera mental, ofrecerle alimentos y suplementos adecuados, fomentar el ejercicio regular, evitar vacunas innecesarias y programar exámenes de bienestar dos veces al año

🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker

Investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte publicaron hace poco tiempo un estudio que analiza una relación entre la pérdida auditiva y demencia en perros mayores. Sus hallazgos podrían proporcionar una mejor comprensión de la relación entre la pérdida sensorial y la función cognitiva en nuestros compañeros caninos y ayudar a tratarlos a medida que envejecen.

"Sabemos que en los seres humanos la pérdida auditiva relacionada con la edad afecta a un tercio de las personas mayores de 65 años", dijo en un comunicado de prensa Natasha Olby de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y autora principal del estudio.
"De hecho, también sabemos que la tasa de deterioro cognitivo es un 30 a 40 % más rápida en personas con pérdida auditiva relacionada con la edad y que la pérdida auditiva contribuye más al riesgo de demencia que otros factores como la hipertensión o la obesidad. Pero, aún no sabemos si sucede lo mismo con los perros".

Cómo la audición podría afectar la capacidad cognitiva

Como explica el Dr. Stanley Coren, autor y experto en comportamiento canino, en su blog Canine Corner en la revista Psychology Today:

"¿Por qué debería existir una relación entre la audición y las habilidades mentales? Se [ha] sugerido que esta relación se produce porque la interpretación del sonido y una gran cantidad de procesamiento cognitivo ocurren en las mismas áreas del cerebro. El lóbulo temporal del cerebro es el que procesa tanto la información auditiva como el almacenamiento de la memoria a corto plazo. También suele ser la primera zona afectada por la enfermedad de Alzheimer.
De hecho, se cree que la mala audición puede provocar un deterioro progresivo en esta región del cerebro. Funciona de esta manera: una reducción en las entradas de sonido al cerebro hace que las células corticales estén poco estimuladas.
Dado que el cerebro a menudo funciona según el principio de ‘úsalo o piérdelo’, las áreas del cerebro que no se utilizan bien tenderán a encogerse, las células corticales morirán y la eficiencia de esta parte del cerebro se reducirá. Es posible que esto sea lo que sucede en el lóbulo temporal del cerebro de las personas con [pérdida] auditiva, ya que debido a que no existen entradas auditivas, ya no tiene que funcionar para comprender el sonido.
Parece probable que el mismo mecanismo aplique a los perros mayores, ya que los perros también padecen de pérdida auditiva por la edad. Por lo general, la audición canina comienza a disminuir entre los 8 y los 10 años de edad, y las pérdidas más graves son por las frecuencias altas, seguidas de las frecuencias medias".

El estudio involucró a 39 perros mayores sanos, con un promedio de edad de 13 años

Cada perro se sometió a pruebas auditivas y cognitivas. La prueba auditiva usó el método BAER (Brainstem Auditory Evoked Response), que consiste en colocar electrodos en la cabeza del perro para medir las respuestas eléctricas a los sonidos en el nervio coclear y el tronco encefálico. Los perros se dividieron en tres grupos en función de su capacidad auditiva:

  1. Sin pérdida auditiva (capaz de escuchar tonos a 50 decibeles (dBs) (19 perros)
  2. Pérdida auditiva moderada (capaz de escuchar tonos a 70 dB) (12 perros)
  3. Discapacidad auditiva severa (solo pueden escuchar tonos a 90 dB o más, un nivel de ruido que se aproxima al de un avión despegando) (8 perros)

Los dueños de los perros completaron dos cuestionarios: uno centrado en la capacidad cognitiva y el otro en la calidad de vida. El cuestionario de calidad de vida incluía preguntas sobre la vitalidad (p. ej., nivel de energía, mantener el interés en las actividades favoritas), así como la calidad del compañerismo, medida por cosas como mostrar una cantidad normal de afecto y disfrutar de las caricias.

El cuestionario de capacidad cognitiva investigó los síntomas de disfunción cognitiva canina (CCD) e incluyó preguntas tales como si el perro pareciera desorientado en entornos familiares, tenía problemas para reconocer a personas o animales familiares, o si mostraba problemas para recordar y responder a los comandos aprendidos.

La pérdida auditiva representa un problema de calidad de vida en los perros mayores

Los investigadores compararon los resultados de las pruebas de audición de los perros con las respuestas de sus dueños en el cuestionario de calidad de vida, y descubrieron que las puntuaciones relacionadas con la vitalidad y el compañerismo disminuyeron a medida que la audición se deterioraba.  Además, las puntuaciones del cuestionario cognitivo clasificaron a los 8 perros del grupo de 90 dB como anormales, junto con 9 de los 12 del grupo de 70 dB y 8 de los 19 del grupo de 50 dB.

Al final, los resultados de las pruebas cognitivas de los perros también demostraron que, a medida que disminuía la audición, también disminuía la capacidad para realizar tareas. En pocas palabras: la capacidad auditiva de un perro se relaciona demasiado con la aparición de la CCD.

  • De los perros con audición normal: 61 % no tenía síntomas de CCD, el 31 % tenía síntomas leves y solo el 5 % un deterioro cognitivo moderado
  • De los perros con pérdida auditiva moderada: 25 % no tenía síntomas de CCD y el 50 % tenía signos moderados
  • De los perros con pérdida auditiva severa: 0 % no tenía síntomas de CCD, el 38 % tenía signos moderados y el 50 % tenía niveles graves

Estudios en humanos con enfermedades relacionadas con la edad como la demencia demuestran que la pérdida auditiva es uno de los mayores factores de riesgo. Este estudio sugiere una relación similar entre la pérdida auditiva y el deterioro cognitivo en perros mayores. De acuerdo con la Dra. Olby:

"La pérdida auditiva es uno de los principales indicios de la demencia en las personas. La pérdida auditiva también contribuye a las caídas en las personas mayores, ya que el deterioro sensorial contribuye a la pérdida de habilidades motoras. Por lo tanto, la relación entre el deterioro físico y neurológico es evidente para los humanos.
Este estudio demuestra que existe la misma relación en los perros que envejecen. Pero, dado que podemos tratar la pérdida auditiva en los perros, es posible que podamos aliviar algunos de estos otros problemas.
Al cuantificar los cambios neurológicos y fisiológicos en perros mayores, no solo mejoramos nuestra capacidad para identificar y tratar estos problemas en nuestras mascotas, sino que también creamos un modelo para mejorar nuestra comprensión de los mismos problemas en humanos".

El tratamiento de la pérdida auditiva en humanos se puede lograr con audífonos, que a su vez pueden retrasar o prevenir la demencia. En términos prácticos, no podemos adoptar el mismo enfoque con los miembros de la familia canina, ya que las posibilidades de que toleren pequeños dispositivos extraíbles en o alrededor de las orejas son escasas o nulas.

Otra opción que es objeto de debate son los implantes cocleares, que cada vez son más comunes en los humanos. Sin embargo, el costo de los implantes para uso veterinario tal vez es muy alto para la mayoría de los dueños de mascotas, al menos en el futuro previsible.

Signos comunes de demencia canina

Cerca del 50 % de los perros mayores de 11 años presentan signos de CCD y casi el 70 % tiene al menos un signo de deterioro mental a los 15 años. Debido a que los perros de razas grandes y gigantes envejecen más rápido que las razas más pequeñas, hay caninos que pueden comenzar a experimentar deterioro mental con tan solo seis años. Si tu mascota tiene esa edad o se está aproximando a ella, pertenece a una raza grande o gigante y muestra uno o más síntomas de CCD, no descartes un problema relacionado con el envejecimiento. Los 5 signos típicos de deterioro cognitivo en perros son:

  1. Mayor cantidad total de sueño durante un periodo de 24 horas
  2. Menor atención al entorno, desinterés, apatía
  3. Menor actividad consciente
  4. Pérdida de conocimientos adquiridos con anterioridad, lo que incluye el entrenamiento doméstico
  5. Ansiedad intermitente que se manifiesta a través de temor, jadeos, quejidos o temblores

No responder a los comandos (quizás a causa de la pérdida de la audición), no poder reconocer a personas conocidas y tener dificultades para desplazarse por el entorno son otros de los síntomas que se deben tomar en cuenta. El CCD puede presentarse por medio de otras manifestaciones físicas, tales como lamido excesivo, falta de aseo, pérdida del apetito e incontinencia fecal y urinaria.

5 maneras de ayudar a tu perro a mantenerse activo de manera mental

Investigaciones demuestran que el deterioro mental en los perros se puede mejorar al ofrecer una alimentación fortificada con antioxidantes y en conjunto con un programa de enriquecimiento cognitivo y ambiental, además de fomentar el ejercicio adicional.

Existen muchas cosas que puedes hacer para ayudar a tu amigo peludo de edad avanzada a mantener una buena salud cognitiva durante el mayor tiempo posible y que desarrolle disfunción cognitiva mucho más tarde y con menor rapidez. A continuación, encontrarás cinco de las medidas más importantes que puedes seguir:

1. Alimentación. Ofrécele alimentos nutricionalmente óptimos, específicos para su especie y ricos en grasas saludables, incluyendo los ácidos grasos omega-3 ricos en fosfolípidos, como el aceite de kril. Dicho aceite y otras grasas saludables, sin refinar, incluyendo el aceite MCT, son indispensables para la salud cognitiva.

El combustible perfecto para un perro mayor es una variedad de alimentos vivos y enteros, adecuados para un carnívoro. Evita incluir carbohidratos refinados en su alimentación, ya que son azúcares que no necesita. No le des granos, papas ni legumbres. Reemplaza esos carbohidratos innecesarios con proteínas de alta calidad y vegetales de colores brillantes y ricos en antioxidantes. Elimina los alimentos extruidos (croquetas) para evitar los subproductos tóxicos del proceso de fabricación que pueden dañar el tejido cerebral.

Durante el proceso de fabricación de la mayoría de los alimentos para mascotas, surgen subproductos que pueden perjudicar la salud cognitiva, tales como las aminas heterocíclicas, acrilamidas y productos finales de glicación avanzada o AGE. Los alimentos frescos y apropiados en términos biológicos proporcionan los nutrientes de los alimentos enteros que son esenciales para un cerebro que envejece.

Una alimentación diversa, poco procesada, orgánica y sin transgénicos también mejorará el microbioma, que se ha relacionado con una mejor salud cognitiva en los humanos. También he visto una mejora en las mascotas.

2. Suplementos. Los nutracéuticos pueden mejorar la memoria y los efectos duran mucho tiempo. Los estudios de triglicéridos de cadena media (MCT), como el aceite de coco, demuestran que pueden mejorar la función cognitiva en mascotas mayores.

Cuando no es posible utilizar la glucosa como fuente de energía, los MCT brindan una alternativa para el cerebro en forma de cuerpos cetónicos, lo que puede producir una mejora considerable en el metabolismo cerebral y la energía celular dentro del sistema nervioso central. La suplementación con MCT es una excelente forma de proporcionar una fuente de combustible instantánea para el cerebro de tu perro.

Los cuerpos cetónicos pueden atravesar la barrera hematoencefálica para nutrir con eficacia el cerebro que está envejeciendo. Recomiendo agregar de forma cotidiana 1/4 cucharadita por cada 10 libras de peso corporal. El cerebro de tu mascota está compuesto de 60 % de grasa, y esa grasa se debe nutrir a medida que envejece.

De igual forma, recomiendo proveer una fuente de SAMe (S-adenosilmetionina), que favorece la metilación y otras funciones metabólicas fundamentales durante el envejecimiento de las mascotas. Otro suplemento que puedes considerar es el resveratrol (centidonia de Japón), que ha demostrado ser efectivo para reducir el daño de los radicales libres y los depósitos de beta-amiloide.

El ginkgo biloba podría mejorar el flujo sanguíneo al cerebro. La fosfatidilserina y el ubiquinol, que es la forma reducida de CoQ10, pueden nutrir las mitocondrias y optimizar la energía celular. Los hongos melena de león han demostrado tener un excelente potencial para ralentizar los problemas relacionados con la cognición en muchas especies y se pueden administrar como suplemento o en su forma entera.

3. Vacunas. Se deben evitar las vacunas innecesarias en los animales de edad más avanzada. Los títulos de anticuerpos son una excelente alternativa. Una prueba de titulación es un análisis de sangre que mide la inmunidad protectora. Lo más probable es que tu familiar peludo esté bien protegido. Utiliza esta prueba para ayudar a reducir su carga tóxica.

4. Ejercicio. Mantén activos el cuerpo y la mente de tu perro con ejercicio regular y apropiado para su edad y condición física, al igual que la estimulación mental (los rompecabezas y los juguetes que sueltan golosinas pueden ser de gran ayuda). Ofrécele oportunidades diarias para interactuar de manera social con otras mascotas y personas. Pasar tiempo olfateando afuera también puede mejorar el nivel de "hormonas felices" en el cuerpo de tu perro.

De la misma forma, debes procurar que tu compañero peludo se mantenga en forma. Las mascotas que padecen sobrepesotienen un riesgo mucho mayor de desarrollar enfermedades relacionadas con la edad. Muchos animales de edad avanzada pueden conservar su masa muscular magra con ayuda de distintas terapias de rehabilitación, como hacer uso de una caminadora subacuática y realizar ejercicios de fortalecimiento.

Es fundamental que realicen ejercicios aeróbicos todos los días, ya que les ayuda a mantener niveles bajos de glucosa e insulina en la sangre, lo cual es esencial para conservar la salud cognitiva a largo plazo, según diversas investigaciones.

5. Exámenes de bienestar para perros mayores. Recomiendo llevar a las mascotas al veterinario dos veces al año sin importar su edad, pero es mucho más importante cuando envejecen. Mantenerte al tanto de los cambios físicos y mentales de tu compañero peludo mientras envejece es la mejor manera de detectar de forma temprana cualquier proceso de enfermedad.

Pídele a tu veterinario que realice un análisis de sangre para verificar la salud de los órganos internos con el fin de identificar los posibles problemas desde una fase temprana.

En caso necesario, una vez que tu mascota empiece a responder a la terapia para mejorar la función cognitiva, puedes recurrir a las mismas técnicas que usaste para adiestrarla cuando era pequeña: el entrenamiento de refuerzo positivo que involucra muchos premios y elogios.

Por desgracia, estas recomendaciones no serán muy útiles para un animal que ya se encuentra en las etapas avanzadas de deterioro cognitivo y esa es la razón por la cual es tan importante diagnosticar y comenzar a tratar el problema lo antes posible.

La disfunción cognitiva es una enfermedad progresiva que no tiene cura; sin embargo, si se diagnostica a tiempo y se realiza una intervención, es posible retrasar el deterioro mental y ofrecerle a tu mascota una buena calidad de vida.