📝    HISTORIA EN BREVE

  • La aversión a la caja de arena es la razón principal por la que muchos gatos terminan en un refugio
  • Si tu veterinario ya descartó los problemas médicos, entonces la aversión de tu gato a su caja de arena podría relacionarse con algún error de tu parte
  • Primero que nada, debes tener una caja de arena para cada gato, más una extra, debes utilizar un tipo de arena natural, sin fragancia y agregar la cantidad suficiente para que tenga una profundidad promedio de unos  5 centímetros (2 pulgadas) para ver las preferencias de tu gato
  • Siempre mantén la caja limpia, esto significa que debes limpiarla una o dos veces al día y hacer una limpieza profunda una vez a la semana
  • Debes colocar una caja de arena en cada nivel de tu casa, en un lugar tranquilo y seguro al que tu gato pueda acceder con facilidad

🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker

La aversión a la caja de arena es la razón principal por la que muchos gatos terminan en un refugio. Casi el 30 % los gatos que llegan a los refugios lo hacen debido a problemas con la caja de arena. Después de todo, los gatos son famosos por ser muy limpios y esta es una de las características favoritas de las personas.

Como dijo Sarah Heath, especialista en comportamiento animal, para el Journal of Feline Medicine and Surgery: "cuando un gato desarrolla aversión a su caja de arena y comienza a hacer sus necesidades por toda la casa, puede causar mucha tensión en el hogar e incluso puede romper el vínculo entre dueño y mascota".

Aunque se trata de una situación incómoda, como dueños de felinos, es nuestro deber llegar al fondo del problema. En la mayoría de los casos, siempre hay una razón detrás de este problema y es muy importante averiguarla.

En ocasiones, se relacionan con algún problema de salud. Si tu gato no está utilizando su caja de arena, primero consulta a tu veterinario. Algunos de los problemas de salud que pueden provocar que tu gato no haga sus necesidades en su caja de arena incluyen infecciones del tracto urinario, hipertiroidismo, enfermedad renal y diabetes.

No cometas estas seis equivocaciones

Si tu veterinario ya descartó los problemas médicos, entonces la aversión de tu gato a su caja de arena podría relacionarse con algún error de tu parte.

  1. No colocar suficientes cajas de arena en tu casa. Debes tener una caja de arena para cada gato, más una extra. Es decir, si tienes un solo gato, debes tener dos cajas de arena. En caso de tener dos gatitos, coloca tres cajas de arena diferentes. Esto permite que los gatos elijan qué caja prefieren y garantiza que siempre haya una caja libre siempre que tu gato la necesite.

    Tambien debes asegurarte de que las cajas estén en diferentes lugares. Si las colocas juntas, tu gato las verá como una gran caja, por lo que se perderán los beneficios de tener varias cajas.
  2. Utilizar un tipo incorrecto de arena. Los gatos suelen preferir un tipo específico de arena. Evita la arena con fragancia, ya que podría causarle irritación. Te recomiendo que pruebes diferentes tipos de arena, tamaños de gránulos y materiales, así podrás descubrir cuál prefiere tu gato.

    Solo asegúrate de elegir un tipo de arena natural que no contenga aditivos químicos. Los cristales absorbentes de olores y otros materiales sintéticos similares pueden causar problemas respiratorios o dermatitis.

    Algunas formas de saber si a tu gato le gusta su arena incluyen: Si salta, analiza y cubre sus necesidades sin problemas, es probable que le parezca agradable. Pero, si tu gato entra con cautela, se coloca cerca del borde y se sale de inmediato, es posible que prefiera otro tipo de arena. En un estudio que comparó gránulos de arcilla, sílice en microgránulos, gránulos de sílice y gránulos de madera, el sustrato de arcilla fue el favorito de la mayoría de los gatos.
  3. No limpiarla lo suficiente. “La limpieza de la arena es fundamental”, dijeron los investigadores en la revista Animals, un ejemplo de ello es que a los gatos les encanta utilizar su caja de arena justo después de que la limpiaste. Debes limpiar la caja de arena al menos una vez al día, de preferencia dos veces o incluso después de cada uso. Y, debes realizar una limpieza profunda, una vez a la semana.

    Esto significa, tirar la arena sucia, limpiar la caja con agua caliente y jabón natural sin fragancia, y luego agregar arena fresca. Y, dado que el plástico absorbe el olor, debes remplazar la caja cada uno o dos años.
  4. Colocar la caja en el lugar equivocado. Debes colocarla en un lugar donde tu gato se sienta cómodo y seguro. Aunque podría parecerte una buena idea colocar su caja en un rincón remoto de tu casa como el sótano o garaje, eso es un gran error, ya que debes colocarla en un lugar al que pueda acceder con facilidad.

    Esto significa colocar una caja de arena en cada nivel de tu casa. Elije un lugar tranquilo, donde tu gato pueda utilizar su caja sin que lo interrumpan, ya sea por niños, otras mascotas, cualquier otro visitante inesperado o algún ruido fuerte.
  5. Utilizar una caja de arena que no es apta para tu gato. Al igual que los gatos suelen preferir un tipo específico de arena, también prefieren diferentes tipos de cajas. Debes experimentar con cajas cubiertas y descubiertas, y en diferentes tamaños. Los estudios sugieren que los gatos suelen preferir las cajas de arena cubiertas con áreas de superficie más grandes, pero la única forma de saber qué le gusta más a tu gato es darle varias opciones para elegir y ver cuál prefiere.

    También puedes probar una caja de arena con limpieza automática, pero considera que algunos gatos pueden asustarse con los ruidos o el movimiento de este tipo de cajas.
  6. Colocar la arena poco o demasiado profunda. Otro punto importante es la profundidad de la arena. Este es otro factor con el que tendrás que experimentar para ver qué prefiere tu gato. Comienza con una profundidad de unos 5 centímetros (2 pulgadas). A la mayoría de los gatos no les gusta que la arena sea más profunda, y algunos gatos, sobre todo los de pelo largo, pueden preferir menos arena o incluso una superficie lisa en el fondo de la caja.

    Evita las bolsas para caja arena, ya que las garras de tu gato podrían atorarse en la bolsa, lo que podría causarle aversión a su caja. Si haces todo bien (lo que acabo de mencionar) y aun así tu gato hace sus necesidades fuera de su caja, entonces su problema podría relacionarse con el estrés. Los gatos que hacen sus necesidades fuera de sus cajas de arena tienen niveles de cortisol mucho más altos que los que no lo hacen, y es un problema más común entre los gatos que solo viven en interiores.

En este caso, debes hacer todo lo que esté en tus manos para ayudar a combatir el estrés de tu gato y proporcionarle suficiente enriquecimiento ambiental, que incluye la oportunidad de salir al aire libre en un entorno seguro y supervisado. En la mayoría de los casos, al combatir el problema de estrés también se acaba con la aversión, por lo que sería como “matar a dos pájaros de un tiro”.