📝    HISTORIA EN BREVE

  • Los bultos y protuberancias son muy comunes en los perros, sobre todo en los de edad avanzada, y suelen clasificarse en tres categorías
  • La mayoría de los crecimientos son benignos; sin embargo, si notas que tu mascota tiene un bulto o protuberancia que está cambiando de tamaño o apariencia, es importante acudir a un veterinario. Los bultos y protuberancias se diagnostican por medio de una aspiración con aguja fina, biopsia, citología de fluidos y análisis de sangre
  • Por lo general, prefiero la aspiración con aguja fina, ya que no podemos saber qué está pasando dentro de una masa a menos que extraigamos células para hacer un análisis; así que mi enfoque es realizar una aspiración fina en todos los crecimientos sospechosos para determinar qué tipos de células están involucradas y si en verdad es necesario hacer una cirugía
  • Mi política es eliminar solo los crecimientos cancerosos y aquellos que comprometan la movilidad o la calidad de vida de una mascota.
  • Existen algunas medidas que puedes tomar para ayudar a tu perro a evitar crecimientos en la piel a lo largo de su vida

🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker

Los bultos y protuberancias son muy comunes en los perros y se clasifican en tres categorías generales:

  1. Bultos en la piel, el revestimiento o la superficie de los órganos o las glándulas. Algunos ejemplos son los papilomas (verrugas) y adenomas, que son benignos, así como los carcinomas, que son malignos (lo que significa que pueden propagarse o hacer metástasis a otras áreas del cuerpo).
  2. Bultos en los tejidos más profundos, como la grasa, los músculos, los huesos, los vasos sanguíneos y los nervios. Estos incluyen los lipomas y hemangiomas, que son benignos, y los sarcomas, que son malignos.
  3. Bultos de tipos celulares que se encuentran en la sangre y los ganglios linfáticos. Entre ellos, se encuentran los histiocitomas, que son benignos, y linfomas y tumores de mastocitos, que son malignos.

Los bultos y protuberancias no malignos que se observan con más frecuencia en los perros son los lipomas, la hiperplasia de las glándulas sebáceas, los histiocitomas y los papilomas, mientras que los tumores de mastocitos son las neoplasias malignas más frecuentes.

Cuándo llamar a tu veterinario

Los bultos y protuberancias en los perros suelen ser inofensivos, aunque pueden ser molestos y antiestéticos. Y como mencioné antes, son muy comunes y, de hecho, cada año aparecen en la lista de las 10 principales razones por las que los perros, sobre todo de edad avanzada, llegan al veterinario.

Dado que el cuerpo de toda mascota cambia con la edad, es importante que el veterinario evalúe cualquier bulto o protuberancia que haya surgido. Es inusual que una protuberancia requiera medidas de emergencia; pero, en ocasiones, los abscesos o quistes pueden requerir atención urgente.

Si la incomodidad de tu mascota es evidente o si sabes que la masa está creciendo o cambiando, es conveniente que programes una cita con un veterinario, de preferencia, dentro de las primeras 24 horas. Pero, casi nunca es necesario visitar un hospital de urgencias animales o realizar una cita de emergencia con el veterinario por un bulto o protuberancia.

Sin embargo, es necesario monitorear la aparición de nuevas protuberancias. Si observas un crecimiento o cambio repentino, es mejor consultar a un veterinario de inmediato. En caso de que identifiques un cambio de color en la piel o algo que parezca ser un papiloma cutáneo que no crece o cambia en el transcurso de algunos días, semanas o meses, será necesario comentarlo con el veterinario en el próximo examen de bienestar de tu mascota.

Pero, de nuevo, si observas cambios repentinos en el área o si tu mascota se muestra incómoda, es necesario consultar a un veterinario de inmediato.

¿Cómo se diagnostican los bultos y las protuberancias?

  • Biopsia por aspiración con aguja fina (FNA). Este es el método más común para recolectar una muestra de células. En este procedimiento, se inserta una jeringa en el bulto y se extrae una muestra. Las células de la muestra se colocan en un portaobjetos de vidrio, se tiñen y se examinan bajo el microscopio. La FNA se puede realizar en muy poco tiempo y, por lo general, no es necesario administrar sedantes ni anestesia, ya que la aguja es del mismo tamaño que las que se usan para extraer sangre.
  • Biopsia. Existen diferentes tipos de biopsias, dependiendo de factores como el tamaño y la ubicación del bulto, el tipo al que podría pertenecer y la salud general de la mascota. Las biopsias pueden implicar la extracción de solo una pequeña parte del bulto o, en el otro extremo del espectro, el bulto completo (lo cual se conoce como biopsia por escisión).

    Por lo general, los tejidos extraídos se envían a un laboratorio para su análisis, pero el veterinario puede crear una impresión o un raspado de células de la biopsia para examinarlas antes de conservar la muestra más grande.
  • Citología de fluidos. Este procedimiento suele realizarse cuando los bultos contienen líquido. Se extrae un poco del mismo líquido y se analiza para descubrir si hay células que indiquen el tipo de bulto.
  • Análisis de sangre. Los análisis de sangre pueden mostrar cambios que sugieran un posible tumor, pero es necesario hacer una biopsia para obtener un diagnóstico definitivo.

La importancia de la aspiración con aguja fina para analizar crecimientos en la piel

Es necesario hacer ahínco en la importancia del procedimiento de aspiración con aguja fina. El veterinario no sabe con exactitud qué ocurre en el interior de esa masa a menos que extraiga algunas células de ella y las evalúe. Otra razón para realizar este procedimiento es que hay algunos tipos de tumores que necesitan una extirpación muy amplia.

Por ejemplo, los mastocitomas deben extirparse mediante cirugía en la mayoría de los casos, y deben extirparse con un margen muy amplio (extirpando el tumor más el tejido circundante). Si un veterinario hace un corte cosmético muy pequeño para extirpar solo la masa y resulta ser un cáncer de mastocitos, pueden quedar dedos de células tumorales que invadan tejidos más profundos.

Yo siempre obtengo un diagnóstico de confirmación con una aspiración con aguja fina, para saber qué márgenes quirúrgicos debo tomar en función del tipo de tumor al que me enfrento. Este es un aspecto de gran importancia para la extirpación del tumor. Otra razón para realizar una aspiración con aguja fina es que algunos tumores requieren la experiencia de un cirujano de tejidos blandos.

Conoce mi enfoque para tratar bultos y protuberancias en perros

En muchos casos, no es necesario hacer una extirpación porque las masas son benignas y no hay de qué preocuparse, mientras no perjudiquen la calidad de vida o la longevidad de la mascota. Mientras la masa no sea cancerosa y no impida el movimiento o la calidad de vida del animal, la extirpación solo tendría sentido por razones estéticas.

Lo que opino al respecto es que, cuando se trata de eliminar tumores benignos, el gasto y los riesgos de la anestesia y la cirugía superan con creces los beneficios. Estas son mis dos reglas para tratar los crecimientos:

  1. Si la aspiración con aguja fina muestra que hay algo peligroso en la preparación, y si es posible que sea cáncer, entonces la extracción quirúrgica de la masa le dará a tu mascota la oportunidad de olvidarse del cáncer. En este caso, lo mejor es realizar la cirugía.
  2. Si la aspiración con aguja fina muestra que el bulto es benigno, lo que significa que no hay células anormales y que no hay nada de qué preocuparse, entonces no procedo con ningún otro procedimiento.

Siempre anoto el lugar exacto donde se encuentra la masa, el tamaño, la fecha y los resultados de la aspiración con aguja fina en el historial clínico del paciente. Después, mido la masa y verifico los cambios cada vez que veo a la mascota en citas futuras.

Además del cáncer, el único caso en el que recomiendo hacer cirugía para eliminar bultos o protuberancias es cuando la calidad de vida del paciente se ve comprometida. Por ejemplo, los papilomas cutáneos que crecen en los márgenes de los ojos de un perro o un gato son benignos, pero como están en el párpado, la mascota puede sufrir irritación y dolor en la córnea al parpadear.

En una situación como esta, aunque la masa no sea cancerosa, si la superficie del ojo está afectada, sí recomiendo la extirpación quirúrgica porque los bultos le están causando molestias al animal. Otro ejemplo son las verrugas. Pueden producir mucha comezón, y un perro puede pasarse el día entero lamiendo y mordisqueando la zona afectada. El dueño vuelve a casa del trabajo y se encuentra una herida grande, abierta y sangrante en su perro.

La verruga en sí es benigna e inofensiva, pero la calidad de vida del paciente se ve afectada por la comezón y las autolesiones. Este es otro caso en el que sí recomendaría eliminar la verruga.

¿Cómo ayudar a las mascotas a evitar los crecimientos en la piel a medida que envejecen?

Para que tu mascota tenga la mejor oportunidad de evitar bultos y protuberancias tanto benignos como malignos a lo largo de su vida y, el sobre todo a medida que envejece, es importante que mantenga un buen estado físico y, al mismo tiempo, que reciba apoyo para su metabolismo, sus sistemas inmunológico y linfático y sus órganos de desintoxicación.

  • Dale una alimentación óptima en nutrientes, apropiada para su especie y a base de alimentos frescos, de preferencia orgánicos y sin ingredientes transgénicos. Este es el tipo de alimentación que generará el menor estrés metabólico en tu mascota, le proporcionará la humedad necesaria y garantizará el mayor nivel de asimilación biológica y digestión.
  • Dale agua potable fresca y filtrada que no contenga fluoruro, cloro, metales pesados u otros contaminantes.
  • Ten presente el IMC (índice de masa corporal) de tu mascota y procura que se mantenga en un peso saludable al controlar sus porciones y garantizar que haga mucho ejercicio físico.
  • Asegúrate de que respire aire limpio, libre de humo y gases en el hogar. Reemplaza los limpiadores químicos por opciones naturales.
  • Considera someter a tu perro a una desintoxicación periódica, ya que es casi imposible protegerlo de todas las fuentes de toxinas.
  • Emplea terapias para mejorar la circulación, como masajes y tratamientos quiroprácticos que ayudan a la desintoxicación.
  • Evita administrarle vacunas o medicamentos excesivos o innecesarios. Esto incluye evitar todas las vacunas innecesarias, los medicamentos de uso veterinario y los preventivos químicos contra pulgas y garrapatas.

🔍 Fuentes y referencias