📝 HISTORIA EN BREVE

  • Se sabe que los gatos naranjas (que también se conocen como pelirrojos) tienen una personalidad muy peculiar que se relaciona con el color de su pelaje
  • Claro que la mayoría de los gatos naranjas son machos, y los machos suelen tener una personalidad muy diferente a las hembras, lo que podría explicar su comportamiento sociable
  • Aunque hay otras diferencias genéticas que también influyen en la personalidad de los gatos naranjas, sobre todo en los machos

🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker

Si tienes un gato naranja, o si alguna vez has convivido con alguno, seguro has notado que son muy especiales. Esto no quiere decir que el pelaje de un gato lo hace más especial que otro, ya que cada uno es especial a su manera.

Sin embargo, los gatos naranjas tienen una personalidad única, y la ciencia está cada vez más cerca de corroborar lo que ya muchos saben.

Por ejemplo, los resultados de una encuesta en línea que se realizó en 2015 demostraron que era más probable que los dueños que tenían un gato naranja lo describieran como amigable. Y, aunque este hallazgo se podría atribuir a un sesgo por parte de los amantes de los gatos naranjas, también podría relacionarse con un componente genético.

El gen responsable del color del pelaje de los felinos está relacionado con el género y, en el caso de los gatos naranjas, da como resultado más machos que hembras. En general, se cree (aunque no se ha comprobado a ciencia cierta) que los gatos machos tienden a ser un poco más sociables que las hembras. (Aunque estoy consciente de que este es un tema muy debatido que tiene muchas opiniones sólidas, también forma parte de la literatura).

En parte, esto no solo podría explicar el comportamiento social de los gatos naranjas, sino también la personalidad única de los gatos carey, que suelen ser hembras (¡y que también tengo y amo!).

¿Qué hace que los gatos naranjas sean diferentes a los demás?

En 1995, se publicó un estudio que analizó el "gen naranja" en los gatos y encontró que pueden diferir de otros gatos en muchas formas. La investigación abarcó un período de 10 años desde 1982 hasta 1992 e involucró a 30 poblaciones de gatos en Francia. Se recopilaron datos de 56 a 491 gatos en cada población.

De acuerdo con Karen Wu, Ph. D., quien escribió para Psychology Today, los investigadores descubrieron algunas tendencias interesantes con respecto a los gatos naranjas:

  • Los gatos naranjas son más comunes en las áreas rurales, que son menos pobladas que las áreas urbanas, lo que sugiere que, "esos gatos pueden disfrutar de un mayor éxito reproductivo en condiciones sociales particulares".
"En entornos rurales, " dijo Wu, "el sistema de apareamiento de los gatos es más poligínico, lo que significa que mientras los gatos machos tienden a aparearse con varias gatas, las hembras tienden a aparearse con un solo macho. Mientras que, en entornos urbanos, tanto las hembras como los machos tienen múltiples parejas".
  • Además, los gatos naranjas son menos comunes en áreas con mayor riesgo de mortalidad, lo que sugiere que "esos gatos podrían ser más propensos a participar en conductas de riesgo que causan la muerte".
  • Los gatos naranjas demuestran un mayor dimorfismo sexual (diferencias entre géneros), ya que los machos naranjas pesan más que los de otros colores y las hembras naranjas pesan menos que las de otros colores.

Los autores del estudio piensan que debido a sus diferencias físicas y de comportamiento, los gatos naranjas, sobre todo los machos, podrían emplear una estrategia reproductiva diferente a la de otros gatos.

"En especial, dado que son más grandes (y tal vez más agresivos según las relaciones documentadas entre el tamaño del cuerpo de un gato macho y la agresión hacia otros gatos), los gatos naranjas machos podrían disfrutar de un mayor estatus social y, por tanto, de éxito reproductivo en lugares rurales donde las hembras solo se aparean con un macho”, dijo Wu.
"Pero, en entornos urbanos, es posible que su estatus social no haga la diferencia. En estos entornos, las hembras tienden a aparearse con muchos gatos machos. Como resultado, el éxito reproductivo depende más de la competencia de los espermatozoides que de la competencia física entre los gatos machos.

Por lo tanto, en un entorno urbano, la naturaleza competitiva de los gatos naranjas machos podría incrementar su riesgo de muerte (por ejemplo, a través de peleas con otros gatos u animales), y de esa forma se reduce la población de gatos naranjas. Los hallazgos del estudio en cuestión respaldan la idea de que los gatos machos más grandes son más dominantes y agresivos, lo que da como resultado un mayor éxito reproductivo y un mayor riesgo de mortalidad".

Mi experiencia con los gatos naranjas

La primera vez que escuché sobre los “mágicos gatos naranjas” fue en 1999 por mi quiropráctico de animales, el Dr. Sig Hansen. El Dr. Hansen venía a mi hospital de animales un día a la semana para ver pacientes. Había pasado poco tiempo desde que dormí a Géminis, mi perro consentido. Comencé a recibir terapia para el duelo, pero en realidad me costaba mucho trabajo.

Tuve dificultades para manejar mi dolor y ser veterinaria de tiempo completo, ya que estaba muy ocupada. Tardé muchos meses en recuperarme y entre mis citas me iba a una habitación de mi clínica para tratar de sentirme mejor.

Ahí fue cuando el Dr. Hansen me recomendó adoptar un gato naranja. En un principio, estaba muy molesta por su sugerencia, porque sentí que conseguir un gato naranja no aliviaría el dolor de perder al magnífico Rottweiler que me enseñó las lecciones de vida más valiosas. Me pareció ofensivo.

Pero, poco tiempo después recibí una llamada de la sociedad humanitaria de la que era voluntaria. Tenían a un gato naranja que venía de la calle y que había estado allí el tiempo suficiente, su tiempo se había acabado y querían que lo conociera. Decidí solo ir a conocerlo, aunque de muy mala gana. Llevé a mi mamá, que sabía que sería muy honesta sobre todo lo que vió.

Abrí la puerta de la jaula. Él era tranquilo y de inmediato se acercó a saludarme, de hecho, ronroneó muy fuerte. Le expliqué que se le había acabado el tiempo y que estaba dispuesta a acogerlo hasta que pudiera encontrarle un hogar adecuado, pero que tenía una casa llena de loros que vuelan de forma libre y sin jaulas.

Ellos pasean libremente y no le permitiría mirarlos con lujuria, ni siquiera una vez o lo reubicaría de inmediato. Tendría que acatar las reglas de mi casa y ser muy respetuoso con todas las especies con las que estaba a punto de convivir. Mi mamá dijo: "Creo que será perfecto".

Lo traje a casa en una caja de cartón, que abrí en la terraza donde mis loros colgaban de grandes ramas de árboles. Le presenté a cada pájaro y le expliqué de nuevo las reglas: incluso una breve mirada de reojo y sería realojado de inmediato. Nunca volvió a entrar en esa habitación y siguió las reglas de la casa a la perfección.

Era como si supiera lo que necesitaba, y sabía exactamente lo que podía brindarme: una amistad única y muy especial para ayudar a mi corazón a sanar de la profunda pérdida que había experimentado. El Dr. Hansen tenía toda la razón: lo que necesitaba era un mágico gato naranja. Y Jerry de verdad era mágico.

el gato Jerry
Jerry

El segundo gato naranja del que me enamoré fue Manuka(sí, como el nombre de la miel). Cuando pienso en todos los gatos naranjas mágicos que he conocido durante los últimos 20 años o más, ninguno fue agresivo ni peleonero. De hecho, son muy especiales.

Los gatos arriesgados podrían ser más amigables con los humanos

Por extraño que parezca, la relación entre el color del pelaje y el comportamiento de los gatos también se observa en otros animales, incluyendo pájaros y roedores. Parece que los genes que influyen en el comportamiento y ciertos atributos físicos pueden heredarse junto con los genes responsables del color del pelaje. Y aunque los autores del estudio de 1995 no formulan hipótesis sobre las razones detrás de la amabilidad de los gatos naranjas hacia los humanos, posiblemente sea el resultado de las conductas de riesgo que demuestran estos gatos.

"Debido a su estado dominante y su personalidad audaz, es posible que los machos color naranja se sientan más cómodos al acercarse a los humanos, que suelen asustar a los gatos tímidos", dijo Wu. "Los estudios futuros podrían ayudar a determinar si este podría ser el caso".