📝   HISTORIA EN BREVE

  • Un estudio realizado en 2020 demostró que implementar a tiempo un protocolo de tratamiento multimodal integrador puede ayudar a mejorar la calidad de vida de los perros con mielopatía degenerativa (MD)
  • La terapia con láser, la terapia con caminadora bajo el agua y otros tipos de terapias de rehabilitación física pueden ser muy beneficiosas para los perros con MD
  • La pérdida de coordinación en las extremidades posteriores, que puede evolucionar a parálisis completa, es el síntoma principal de la MD y los perros de raza grande de 7 a 14 años tienen mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad
  • Por desgracia, la MD no tiene cura ni puede revertirse; por tanto, el tratamiento tiene como objetivo controlar de forma proactiva la enfermedad para ayudar a tu mascota a mantener una buena calidad de vida durante el mayor tiempo posible
  • Algunas de las estrategias que pueden ayudar a mejorar la calidad y la esperanza de vida de los perros con mielopatía degenerativa incluyen hacer ejercicio de forma regular, comer alimentos frescos, tomar suplementos nutricionales apropiados, así como dosis bajas de naltrexona e implementar un protocolo de rehabilitación física personalizado, como la acupuntura

🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker

En 2020, los investigadores de LiteCure, una compañía de dispositivos médicos que fabrica láseres de clase IV y un centro de rehabilitación física para animales, realizaron un estudio retrospectivo que sugiere que complementar la terapia de rehabilitación con terapia con láser puede ayudar a mejorar la calidad y la esperanza de vida de los perros con mielopatía degenerativa canina (MD).

Los resultados del estudio demuestran que, a diferencia de los perros que solo realizaron terapia física, los perros que incluyeron la rehabilitación física con la terapia con láser tuvieron una progresión más lenta de la enfermedad y mayor tiempo de supervivencia.

Es bien sabido entre los veterinarios integradores y los especialistas en rehabilitación animal que implementar lo antes posible un protocolo de tratamiento multimodal, que incluye hidroterapia (en caminadora bajo del agua) y terapia con láser, puede retrasar, detener o, en algunos casos, revertir de manera temporal la progresión de esta devastadora enfermedad.

Los síntomas de mielopatía degenerativa y las razas con mayor riesgo

La MD es una enfermedad progresiva de la médula espinal. La vaina de mielina que protege las neuronas espinales comienza a desintegrarse, lo que expone las fibras nerviosas subyacentes e interrumpe las vías de comunicación entre el cerebro y la médula espinal.

El recubrimiento de mielina alrededor de la médula espinal es crucial para una comunicación saludable entre el cerebro y el cuerpo. Cuando la mielina se degenera, también lo hace la capacidad del cerebro para enviar órdenes a las extremidades y para que la información sensorial viaje de las extremidades al cerebro.

El primer signo de mielopatía degenerativa es la falta de coordinación (ataxia) en las extremidades posteriores que hace que los perros se tambaleen, trastabillen, arrastren las patas y tropiecen con bordes y escalones. La MD suele comenzar de un solo lado, pero, termina por afectar ambas extremidades.

Por lo general, la enfermedad empeora de forma progresiva durante un periodo de seis meses a un año. Las extremidades se debilitan y con el tiempo puede progresar a una parálisis completa de las patas traseras (paraplejia). Conforme avanza el tiempo, los perros comienzan a presentar incontinencia urinaria y fecal y la enfermedad se propaga hasta las extremidades anteriores. Podría decirse que la buena noticia es que los perros con MD no sienten dolor.

La enfermedad ataca con mayor frecuencia a las razas grandes, como pastor alemán, pastor belga, bernés de la montaña, boxer, retriever de Chesapeake, perro de montaña de los Pirineos, labrador, bobtail, crestado rodesiano y braco de Weimar. Aunque la aparición de los síntomas suele ocurrir entre los 7 y 14 años, también puede afectar a perros de hasta 4 años.

Las posibles causas y diagnóstico de la MD en perros

Entre los años de 1980 y 1990, los científicos sospechaban que la mielopatía degenerativa en perros era una enfermedad autoinmune que afectaba la médula espinal de manera similar a la esclerosis múltiple (EM) en humanos. Pero, investigaciones recientes sugieren que la MD en perros se parece más a la esclerosis lateral amiotrófica (ELA o enfermedad de Lou Gehrig) que a la EM.

"Las lesiones siempre comienzan entre T3 y L3 y se cree que esto se debe a que este segmento de la médula espinal recibe su suministro de arterias más pequeñas, lo que lo hace susceptible a la isquemia y al estrés oxidativo", escribieron los veterinarios integrativos Dr. Thomas Pfafman, Dra. Alexandra Mittner y Dra. Angela Casey en en un artículo de Innovative Veterinary Care.
"El citoplasma del SNC contiene niveles elevados de la enzima superóxido dismutasa (SOD-1), que elimina los radicales libres. Los perros con MD tienen una mutación en la enzima SOD-1. El estrés oxidativo aumenta la síntesis de la enzima SOD-1 mutada.
La mutación provoca que las proteínas no se plieguen de forma correcta, lo que altera la función de las células, la selección del sustrato y, por último, causa una acumulación de subproductos tóxicos en el axón.
Estos subproductos tóxicos provocan la interrupción del transporte axoplásmico, ‘excitotoxicidad’. Después, se produce la destrucción de la mielina y el reemplazo de los axones normales con astrogliosis (esclerosis) (Coates y Wininger, 2010)".

La mielopatía degenerativa es un diagnóstico por descarte, lo que significa que se deben descartar muchas otras enfermedades antes de concluir que un perro tiene MD. Algunas de estas enfermedades incluyen una hernia discal o enfermedad de disco intervertebral, infecciones, lesiones, quistes, tumores y derrames cerebrales. Dado que muchas de las enfermedades con síntomas similares a los de la MD pueden tratarse con éxito, primero que nada, es importante descartarlas con ayuda de pruebas de diagnóstico como una mielografía y una resonancia magnética.

Una vez que se realiza un diagnóstico presuntivo de la MD, la única forma de confirmarlo es con una autopsia para examinar la médula espinal y verificar si hay cambios degenerativos característicos de este problema de salud que no se ven en otras enfermedades de la médula espinal.

Se necesita un enfoque multimodal para controlar la MD

Por desgracia, la MD no tiene cura, ni existen protocolos de medicamentos efectivos para retrasar la degeneración, excepto por las dosis bajas de naltrexona (LDN).

De acuerdo con los médicos que se especializan en medicina funcional, la LDN es fundamental para ralentizar la progresión neurodegenerativa tanto en mascotas como en humanos y, en lo personal, he tenido una buena experiencia clínica con la LDN para tratar la MD.

En algunos casos, he tenido pacientes que mantuvieron una excelente calidad de vida durante años después de que les diagnosticaran MD, todo gracias a la LDN en combinación con fisioterapia intensa, sobre todo al principio del proceso de la enfermedad. El tratamiento tiene como objetivo controlar la enfermedad y mantener la calidad de vida del perro durante el mayor tiempo posible.

Es importante considerar que los perros con mielopatía degenerativa también pueden experimentar una serie de problemas secundarios, que incluyen retención de orina, infecciones del tracto urinario, aumento de peso y pérdida muscular por inactividad, lesiones en la piel por incontinencia, lesiones en las patas y úlceras de decúbito. Los perros con MD necesitan cuidados de enfermería por el resto de su vida.

Dicho esto, el mejor enfoque para controlar esta enfermedad es implementar un protocolo multimodal integrador tan pronto como aparezca el primer signo clínico. Mis pacientes con MD más longevos tienen dueños muy perspicaces que notaron que algo andaba mal desde que las uñas de las patas posteriores se desgastaban más rápido que las uñas de las extremidades anteriores.

Muchas veces, esta suele ser la primera señal de alerta, los perros presentan cambios leves en sus movimientos y propiocepción, lo que debe tratarse de inmediato. Si ves o escuchas que las patas traseras de tu perro se doblan o las arrastra, haz una cita con un fisioterapeuta de animales porque significa que algo anda mal.

Un aspecto crucial para mantener la calidad de vida de un perro con MD y ralentizar el progreso de la enfermedad es mantener el tono muscular de las extremidades posteriores. El ejercicio diario, como caminar, hasta donde tu perro pueda, así como los ejercicios de rango de movimiento, la terapia con láser y otras formas de fisioterapia pueden retrasar la atrofia muscular y mantener la movilidad y la fuerza muscular durante el mayor tiempo posible. Repito, el ejercicio es muy importante.

Las sesiones de ejercicio cortas pero frecuentes son fundamentales para mantener el tono muscular y una circulación linfática saludable.

La hidroterapia (utilizar una caminadora bajo el agua, junto con la natación, si es posible) y los ejercicios específicos para mantener la fuerza de la extremidad posterior también retrasarán la progresión de esta enfermedad y ayudarán a los perros con MD a mantener la fuerza, el equilibrio y la movilidad durante más tiempo. Esta es mi forma favorita de ejercicio para cualquier animal con una enfermedad neurodegenerativa.

La acupunturay la terapia de campo electromagnético pulsado (PEMF, por sus siglas en inglés) también pueden ser muy beneficiosas para estimular el sistema nervioso de estos perros, en combinación con correcciones quiroprácticas, masajes y estiramientos. Debido a que cada uno de estos tratamientos afecta el cuerpo de manera diferente, cuando se trata de retrasar la progresión de la enfermedad y mantener la calidad de vida, combinarlos produce mejores resultados.

Hay una variedad de arneses, sillas de ruedas (o carros para perros), botas y cabestrillos que ayudarán a mantener la movilidad y mejorar la calidad de vida a medida que progrese la enfermedad. Si estás dispuesto a que tu perro utilice estos dispositivos de apoyo, te recomiendo conseguirlos antes de que tu perro ya no pueda mover las extremidades, ya que de esta forma podrás entrenarlo para usarlos de una manera que no le cause demasiado estrés.

Algunos protocolos a base de alimentos y suplementos

Recomiendo que minimices su exposición a productos finales de glicación avanzada (AGE), esto se puede lograr al reducir o eliminar el consumo de alimentos ultraprocesados, que incluyen las croquetas y los alimentos enlatados. Una dieta equilibrada a base de alimentos frescos (que incluya hongos medicinales) proporciona la mejor nutrición y la menor cantidad de aditivos innecesarios, como almidón, saborizantes, emulsionantes, colorantes y conservadores.

Compra premios de un solo ingrediente (una fuente de carne como único ingrediente) y elimina las sustancias químicas que se encuentran en el agua de grifo al filtrarla. El agua hidrogenada podría ayudar a los perros con MD a eliminar las especies reactivas de oxígeno (ROS) que se producen como subproductos tóxicos normales del metabolismo celular. Los perros con MD no pueden eliminar estas toxinas de manera eficiente debido a la disfunción de la superóxido dismutasa (SOD).

Debido a que los perros con MD podrían tener un defecto genético que los predispone a una deficiencia funcional de SOD, la suplementación oral es una excelente opción. Cuando un perro no produce SOD de forma adecuada, no tiene la capacidad de eliminar las ROS.

Recomiendo proporcionarle algunos cofactores que, a través de la suplementación, reducen la acumulación de radicales libres creados endógenamente, incluyendo el peróxido de hidrógeno, los radicales hidroxilo y el peroxinitrito, todos los cuales pueden eliminarse con una producción adecuada de SOD.

La vitamina E (con selenio) y dosis elevadas de vitamina C ayudan a eliminar el peroxinitrito; las vitaminas del complejo B y NAD+ refuerzan la función normal del ciclo de Krebs; el ubiquinol mejora la salud de las mitocondrias; la bromelina reduce la inflamación; la N-acetilcisteína (NAC) y el glutatión estimulan la desintoxicación.

También se recomienda agregar ácidos grasos omega-3 en forma de salmón o aceite de kril, así como una fuente de GLA (ácidos gamma-linolénicos como el aceite de semilla de grosella negra), para promover la reparación de la mielina. Además, recomiendo la fosfatidilserina para ralentizar la degeneración axonal en estos perros. Agregar una fuente de colina (yo uso fosfatidilcolina) para reforzar la vaina de mielina también podría ser de gran ayuda.

Asimismo, considera agregar un antioxidante potente como el resveratrol (de fallopia japonica), semillas de uva o extracto de corteza de pino, junto con curcumina (cúrcuma), cardo mariano (que ayuda a eliminar las toxinas ambientales, que incluyen las que se relacionan con las enfermedades neurodegenerativas) y aceites esenciales (helichrysum) que combaten la inflamación.

Como siempre, es importante consultar a un veterinario integrativo o funcional para determinar qué suplementos y cantidades serán más beneficiosos según las necesidades de tu perro.

Y, lo más importante, si tu perro está desarrollando debilidad en la extremidad posterior incluso si no estás seguro de qué piernas están involucradas o por qué su forma de caminar ha cambiado, consulta a un veterinario de rehabilitación o fisioterapeuta animal lo antes posible.

Cuanto antes se haga un diagnóstico presuntivo, más rápido podrás comenzar a tratar a tu perro con ejercicios para fortalecer los músculos, terapia física, una dieta a base de alimentos frescos y un protocolo de suplementos nutricionales.

Por último, no pasa nada si asumes que tu perro tiene MD e implementas un protocolo de fisioterapia, ya que aplicar de forma temprana protocolos que fortalecen los músculos tiene muchos beneficios, no solo para la MD sino para muchas enfermedades neurodegenerativas. Si por casualidad tu perro no tiene MD, los beneficios musculoesqueléticos de un programa de fisioterapia ayudarán a ralentizar el deterioro físico que se relaciona con la edad; así que, por favor, si ves algún cambio, actúa de inmediato por mínimo que sea.