📝    HISTORIA EN BREVE

  • La hemorragia postoperatoria tardía (DEPOH, por sus siglas en inglés) es un trastorno que podría ser mortal en perros, ya que causa sangrado excesivo y hematomas después de un procedimiento quirúrgico
  • La DEPOH, que es el resultado de una mutación genética, es común en perros galgo, lobero irlandés y otras razas de lebreles. Y, en la actualidad, un equipo de especialistas en veterinaria de la Universidad Estatal de Washington está investigando qué otras razas y mezclas de razas podrían portar este gen
  • La única forma de saber si un perro tiene este gen es a través de un análisis, que ahora está disponible tanto para uso doméstico (hisopo de mejilla) como veterinario (análisis de sangre)
  • En caso de una anestesia general, es importante considerar que los lebreles y otras razas, así como los perros con ciertos problemas de salud, tienen necesidades especiales
  • Los dueños de mascotas tienen que hablar bien con su veterinario sobre todos los posibles riesgos de someter a su mascota a una cirugía y anestesia

🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker

La hemorragia postoperatoria tardía (DEPOH, por sus siglas en inglés) es un trastorno que podría ser mortal en perros, ya que causa sangrado excesivo y hematomas unas horas o días después de un procedimiento quirúrgico. Por lo general, ocurre entre uno y cuatro días después de una cirugía mayor, cuando los coágulos de sangre comienzan a deshacerse demasiado pronto en un proceso que se conoce como hiperfibrinólisis. La gravedad de este problema de salud puede variar mucho y causar, desde hematomas leves hasta hemorragias que pueden ser mortales.

Se sabe que este trastorno tan peligroso es muy común en galgos, loberos irlandeses y otras razas de lebreles.

Según la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Estatal de Washington (WSU), este trastorno se identificó por primera vez en 2007 en galgos que solían competir en carreras en los Estados Unidos. Por su parte, los resultados de una encuesta demostraron que, los trastornos hemorrágicos fueron una de las cuatro causas de muerte más comunes entre los perros de esta raza. Y, muchas de estas muertes se relacionaron con hemorragias postoperatorias.

Más tarde, otro estudio que involucró a galgos que se sometieron a una cirugía de esterilización de rutina, demostró que el 26 % de los perros sufrieron una hemorragia postoperatoria inesperada que comenzó entre 36 y 48 horas después del procedimiento. Los signos de sangrado anormal incluyeron hematomas graves en la piel alrededor del sitio quirúrgico, así como supuración de sangre en la herida.

Hay muchas razas que tienen mayor riesgo de este trastorno

Los investigadores de la WSU sacaron muestras de sangre de mascotas que analizaron junto con otras muestras de ADN del banco de sangre de la universidad para detectar la presencia de una mutación en el gen DEPOH que se relaciona con este trastorno. Este gen codifica la alfa-2 antiplasmina, una glucoproteína que ayuda a ralentizar la descomposición de los coágulos de sangre. Se ha observado que, la antiplasmina alfa-2 de los perros con esta mutación no funciona de forma correcta, lo que incrementa el riesgo de que el coágulo de sangre se descomponga demasiado rápido.

El equipo de la WSU no solo encontró esta mutación en lebreles, sino también en otras razas, que incluyen algunas mixtas, tales como:

Galgo

Whippet de pelo largo

Gran pirineo

Lobero irlandés

Bulldog inglés

Schnauzer miniatura

Lebrel escocés

Pastor de las islas Shetland

Pastor alemán

Basenji

Jack Russell Terrier

American staffordshire terrier

Galgo italiano

Bulldog francés

Border collie

Galgo español

Boston terrier

Pitbull

Azawakh

Terranova

Perro perdiguero de la bahía de Chesapeake

Whippet

Pastor ganadero australiano

Beagle

Saluki

Boxer

Labrador retriever

Viringo peruano

Golden retriever

Chow chow

Crestado rodesiano

Yorkshire terrier

Rottweiler

Borzoi

Cairn terrier

Razas mixtas

Esta lista es el resultado de una evaluación de 75 razas, pero aún se analiza qué tan común es esta mutación. La única forma de saber si un perro tiene esta mutación es a través de un análisis.

Existen análisis que te ayudarán a saber si tu perro tiene esta mutación

La buena noticia es que, los investigadores de la WSU también desarrollaron una prueba que ayuda a identificar a los perros con riesgo de hemorragia postoperatoria tardía, se trata de un análisis genético que se llama DEPOHGEN™. Obtener un resultado positivo en este análisis alerta a los veterinarios sobre este trastorno, lo que les permite administrar los medicamentos adecuados antes de realizar cualquier cirugía que no sea de emergencia.

Los dueños pueden realizarle este análisis a su mascota en cualquier momento para saber si está en riesgo y, de ser así, consultar a su veterinario para crear un plan de acción.

Este análisis (que está disponible aquí) se puede realizar desde casa con ayuda de un hisopo. También se puede realizar en clínicas veterinarias y hospitales con muestras de sangre (2 ml de sangre entera en un tubo con tapa violeta/EDTA) o ADN.

Las consideraciones que se deben tomar al administrar anestesia

La hemorragia postoperatoria tardía no es el único riesgo de una cirugía en ciertos perros. Al igual que en la medicina humana, la anestesia general se utiliza en la medicina veterinaria para relajar los músculos de tu mascota, mantenerla tranquila y garantizar que no sienta dolor durante el procedimiento.

Pero, a la mayoría de los dueños les preocupa mucho el hecho de pensar que su preciada mascota pueda sufrir alguna reacción grave a causa de la anestesia. Mientras que la anestesia local se utiliza para adormecer un área específica del cuerpo, la anestesia general deja al paciente inconsciente. Para muchos, imaginarse a su mascota indefensa e inconsciente es bastante perturbador.

La buena noticia es que, cuando se trata de agentes analgésicos, la medicina veterinaria ha evolucionado mucho en los últimos años. Ahora, se pude interactuar mucho con la mayoría de las anestesias que se administran en las clínicas veterinarias.

Todos los perros, desde el más pequeño hasta el más grande, descienden de los lobos y tienen una fisiología muy similar. Pero, cuando se trata de anestesia, sus necesidades son diferentes.

Las diferencias genéticas entre razas, así como las diferentes anatomías, influyen mucho en la dosis de anestesia que se requiere. Por ejemplo, las razas braquicéfalas (con rostros planos como el bulldog francés), tienen mayor riesgo de obstrucción en las vías respiratorias que los perros con hocicos más largos.

De igual manera, hay ciertas razas que responden mejor a la anestesia, lo que significa que necesitan una dosis menor para producir el efecto deseado, lo que puede incrementar el riesgo de sobredosis. Por otro lado, hay ciertas razas que tardan mucho más en recuperarse de la anestesia.

Otro grupo de alto riesgo son las mascotas con enfermedades del corazón, así que si tu mascota tiene (o sospechas que tiene) algún problema en el corazón, ya sea adquirido o congénito, consulta a un especialista en cardiología veterinaria antes de realizarle algún procedimiento que requiera anestesia. Las razas con mayor riesgo de trastornos metabólicos también pueden reaccionar muy mal a la anestesia.

Las mascotas con diabetes, hipotiroidismo, enfermedades de Cushing y Addison (enfermedad suprarrenal, en ambos extremos del espectro), obesidad y problemas en el hígado o los riñones, también requieren una consideración especial al momento de calcular la dosis de medicamentos preanestésicos, la carga de líquidos, así como el tipo y cantidad de anestesia durante la cirugía.

Protocolos de anestesia específicos para cada raza

El veterinario y su personal deben estar al tanto de las reacciones de las diferentes razas, así como de las complicaciones y deberían de tomar las precauciones necesarias antes y durante la anestesia.

Si tu perro pertenece a cualquiera de los siguientes grupos, entonces deberás estar más alerta:

  •  Razas braquicefálicas. La mayoría (por ejemplo, los bulldogs, pugs, boxers, boston terriers, shih tzus, así como los gatos de cara chata) tienen cierto grado de síndrome obstructivo respiratorio branquicefálico. La tensión en sus vías respiratorias debido a la anestesia puede causar una mayor contracción de las vías respiratorias y obstruirlas.

    Las mascotas branquicefálicas deben mantenerse bajo estricta supervisión desde antes de medicarlas, hasta desintubarlas. No se debe desintubar (quitar tubo endotraqueal) hasta que la mascota esté despierta, alerta y pueda deglutir. Quitar el tubo mientras está aletargado por la anestesia incrementa el riesgo de una obstrucción de las vías respiratorias superiores.

    A los perros branquicefálicos se les debe de monitorear durante todo el período de recuperación. A un perro de esta raza solo le pueden tomar unos segundos desarrollar problemas graves mientras se recupera de una anestesia. Y, a diferencia de los perros de razas con hocicos más largos, a estos perros se les suele dejar el tubo endotraqueal por más tiempo.

    Por desgracia, muchos perros de esta raza tienen sobrepeso u obesidad y requieren de ventilación asistida cuando están bajo anestesia. Entonces, la mejor forma de reducir los riesgos de la anestesia (y mejorar su calidad de vida en general) es mantener a tu mascota con un peso saludable.
  • Razas lebreles. Estos perros, sobre todo los galgos, metabolizan los medicamentos de forma diferente a otras razas. Los tejidos grasos absorben una gran cantidad de medicamentos analgésicos. Dado que los lebreles tienden a ser mucho más delgados y más musculosos que otras razas, la falta de tejido graso puede limitar la absorción de analgésicos. Esto significa que una mayor cantidad del medicamento está circulando en el torrente sanguíneo, lo que explica por qué muchos lebreles necesitan dosis más bajas.

    Si tienes una raza lebrel, antes de hacerle cualquier procedimiento que requiera anestesia, debes realizarle análisis para detectar anomalías cardíacas como la miocardiopatía dilatada. Otras consideraciones para estas razas:
    • Suelen experimentar el "efecto bata blanca" (estrés relacionado con la hospitalización).
    • A diferencia de otros perros, metabolizan más lento los medicamentos y, en ocasiones, tardan más en recuperarse. La recuperación prolongada es el resultado de la deficiencia de una enzima hepática específica.
    • Tienen un riesgo más alto de lo normal de hiper o hipotermia mientras están anestesiados porque solo tienen aproximadamente la mitad de la grasa corporal en comparación con la de otros perros. Si se calientan demasiado o muy poco, los problemas se producen más rápido.
  •  Razas de pastoreo. Los perros pastores como el collie, el border collie, el pastor australiano y el pastor de Shetland suelen tener una mutación en el gen ABCB1 (MDR1 para la “resistencia a múltiples medicamentos”), lo que provoca que ciertos medicamentos se acumulen en el cerebro, incluyendo algunos agentes analgésicos.

    Sin una dosis y un control adecuados, podrían experimentar problemas respiratorios.
  • Razas mini. Cuanto más pequeño es el animal, mayor es el riesgo que representan los medicamento, incluyendo la anestesia.

    Los perros pequeños deben pesarse con el fin de determinar la dosis adecuada de anestesia según su tamaño. Es muy importante supervisarlos bien durante todo el procedimiento (esto aplica para todos los pacientes, pero sobre todo para los más pequeños) y hacer un seguimiento de su presión arterial.

    Los perros de razas pequeñas suelen tener una temperatura corporal baja, así que es importante hacerlos entrar en calor con la ayuda de aparatos térmicos apropiados, durante todo el procedimiento y hasta que se recuperen. También se recomienda que se entibien los líquidos que se administran por vía intravenosa, en lugar de administrarlos fríos o a temperatura ambiente. Además, se debe monitorear la temperatura corporal en todo momento.

    Muchos perros pequeños también suelen tener hipoglucemia (niveles bajos de azúcar), así que podría ser bueno el agregar dextrosa a los líquidos intravenosos. Y, es importante que los niveles de azúcar se monitoreen antes, durante y después del procedimiento.
  • Razas gigantes. Parecería lógico que los perros como el gran danés, necesiten mayores dosis de anestesia, pero, la realidad es que, estos perros suelen responder bien (es decir, responden rápido) a las dosis normales.

    Es importante que las dosis se basen en su masa corporal, y no en su peso.

    Además, las razas gigantes envejecen más rápido que las pequeñas, por lo que también se debe considerar su edad al momento de determinar la dosis de la anestesia.
  •  Doberman pinscher. Esta raza tiene una variación genética que puede causar la enfermedad de von Willebrand, un problema con la coagulación de la sangre. Siempre se les debe hacer una valoración previa, antes de cualquier cirugía. Si notas signos de von Willebrand en tu perro, es importante que le administren los medicamentos adecuados antes de realizarle un procedimiento quirúrgico. 

    Además, hay mucha controversia sobre el uso de AINE (antiinflamatorios no esteroideos) en dobies que tienen von Willebrand, por lo que te recomiendo que consideres otro tipo de analgésico.

    Los dóberman también tienen mayor riesgo de enfermedades cardíacas (cardiomiopatía), al igual que otras razas, como boxer, cocker spaniel, gran danés y lobero irlandés.

    Estas razas deben someterse a un electrocardiograma antes de administrarles cualquier tipo de anestesia, y deben mantenerse bajo supervisión mientras están bajo anestesia y durante su recuperación.

Los protocolos de anestesia deben personalizarse para cada mascota

Además de todas estas diferencias según la raza, es muy importante que tu veterinario cree un protocolo de anestesia que cumpla con las necesidades individuales de tu mascota.

Siempre que se realiza un examen previo y se supervisa bien a la mascota (desde la premedicación hasta la recuperación), la anestesia suele ser segura para cualquier raza de perro.

Es muy importante que acudas a un veterinario que conozca e implemente todas estas estrategias, recuerda, que la salud y bienestar de tu mascota están en tus manos. ¡Y no dudes en hacer todas las preguntas que se te ocurran!