HISTORIA EN BREVE

  • Tanto los perros de edad avanzada como los que tienen lesiones o problemas de movilidad pueden dar "paseos" al aire libre en una carriola
  • Las carriolas también pueden ser útiles para los perros que no pueden caminar distancias grandes cuando la temperatura es más alta, como es el caso de los bulldogs y los pugs; también se pueden usar en la ciudad, para visitar tiendas o restaurantes aptos para perros
  • Es muy probable que tu mascota no esté familiarizada con una carriola para perros, así que el primer paso es permitirle verla y olfatearla
  • Si tu perro se muestra nervioso, no lo obligues a acercarse a la carriola ni a subirse a ella; dale más tiempo para adaptarse antes de pasar al siguiente paso
  • Como incentivo adicional, puedes colocar algunos premios en la carriola o darle a tu perro un juguete masticable o relleno de comida, sobre todo cuando vayan a dar un paseo más largo
  • Asegura bien a tu perro en la carriola con un clip para arnés antes de salir a la aventura
  • Incluso los perros que disfrutan andar en carriola deben tener la oportunidad de salir y estirar las piernas en el camino, lo cual implica contemplar el tiempo suficiente para detenerse y que puedan olfatear

Por la Dra. Karen Shaw Becker

A medida que los perros envejecen, requieren más atención y cuidados especiales. Los problemas de movilidad son comunes en las mascotas de edad avanzada, así que es posible que tu perro tenga dificultades para subir y bajar escaleras o incluso dar una vuelta alrededor de la cuadra como lo hacía cuando era joven. No obstante, esto no significa que su destino sea pasar el resto de su vida en el sofá.

Los perros necesitan hacer ejercicio sin importar la edad y algo que puede ayudar a prevenir la atrofia muscular es asegurarse de que sigan caminando y ejercitándose tanto como sea posible. Es imperativo que vigiles a tu perro con atención para detectar cualquier signo de dolor y ajustes las condiciones de los paseos de acuerdo a sus habilidades. Si llega a un punto en el que caminar ya no es una opción, una carriola puede ser útil para que siga aprovechando muchos de los beneficios de un paseo al aire libre, aunque sus piernas ya no puedan seguir el ritmo.

No olvides que los perros “ven” el mundo por medio de sus narices. Por ello, dedicarles tiempo a los paseos le permitirá a tu amigo peludo disfrutar de nuevos panoramas y olores. Esta estimulación mental es fundamental para las mascotas que están en proceso de envejecimiento y beneficiará su bienestar cognitivo, emocional y mental.

De igual forma, las carriolas pueden ser útiles para los perros que tienen lesiones o problemas de movilidad, así como para aquellos que no pueden caminar distancias grandes cuando la temperatura es más alta, como es el caso de los bulldogs y los pugs. En caso de que tu amigo peludo disfrute pasear por la ciudad contigo, también verás que una carriola para perros es ideal para entrar a tiendas y restaurantes aptos para perros.

La paciencia es la clave

¿Recuerdas cuando tu perro era un cachorro o cuando lo sacaste a pasear en auto por primera vez? Es posible que se haya sentido nervioso, renuente o temeroso ante esta experiencia desconocida. Usar una carriola es igual, en el sentido de que tendrás que comenzar despacio e introducir a tu perro de forma gradual al uso de este nuevo artilugio.

Es muy probable que no esté familiarizado con una carriola para perros, así que el primer paso es permitirle verla y olfatearla. Una vez que se sienta cómodo con la presencia de la carriola, llévalo hacia ella, pero asegúrate de bloquear las ruedas antes para evitar cualquier movimiento accidental. Darle algunos premios saludables puede reforzar la idea de que la carriola es algo positivo que vale la pena explorar.

Si se muestra nervioso, no lo obligues a acercarse ni a subirse a ella. Dale más tiempo para adaptarse antes de pasar al siguiente paso.

El paseo en carriola

Una vez que tu perro se sienta seguro cerca de la carriola estacionada, empújala por la habitación para que observe. Si se muestra cómodo y tranquilo, puedes subirlo a la carriola, pero todavía no es momento de moverla. Dale la oportunidad de acostumbrarse a la carriola en una posición fija y, una vez que se sienta cómodo, intenta dar un paseo muy corto por la sala o por el patio trasero.

Como incentivo adicional, puedes colocar algunos premios en la carriola o darle un juguete masticable o un juguete relleno de comida, sobre todo cuando vayan a hacer un viaje más largo. Asegura bien a tu perro en la carriola con un clip para arnés antes de salir a la aventura. Algunas carriolas para perros tienen un lugar especial para sujetar la correa. Procura usar un arnés que le quede bien en lugar de un collar, de esta manera, asegurarás la correa sin correr el riesgo de que se asfixie si intenta saltar de la carriola.

Si sientes que es muy probable que tu perro haga esto, tal vez prefieras optar por una carriola que tenga una cubierta de malla para mantenerlo más seguro. Procura que el primer paseo sea breve y hazlo más extenso a medida que tu perro se acostumbre. No todos los perros disfrutan pasear en carriola.

En caso de que el tuyo siga mostrando signos de miedo, ansiedad o estrés, incluso después de haber recibido un entrenamiento de refuerzo positivo y presentaciones graduales, quizás debas reconsiderar y evitar el uso de este medio de transporte. Tampoco debes olvidar que la actividad física es fundamental para que tu perro se mantenga en forma a medida que envejece, así que no sustituyas su ejercicio diario con un paseo en carriola.

Otra opción es llevar la carriola contigo y dejar que tu perro camine tanto como le resulte cómodo. Cuando necesite de tu ayuda, puedes subirlo a la carriola por el resto del paseo. Incluso los perros que disfrutan andar en carriola deben tener la oportunidad de salir y estirar las piernas en el camino, lo cual implica contemplar el tiempo suficiente para detenerse y olfatear.

Cabe señalar que los paseos en carriola también pueden ser ideales para los gatos.  El proceso para ayudarlos a acostumbrarse es similar al de los perros, pero debes tener presente que existe el riesgo de que intente saltar si la carriola no tiene un toldo de malla. Al igual que en el caso de los perros, si tu gato manifiesta signos de estrés, un paseo con arnés y correa, o una sesión de juego en un catio, puede ser una mejor alternativa.


Fuentes y referencias