HISTORIA EN BREVE

  • Muchos dueños de mascotas tienden a ver los paseos de perros solo para hagan sus necesidades y ejercicio, pero existe un tercer aspecto que también es esencial para nuestros mejores amigos caninos: olfatear su entorno
  • La nariz de los perros es una maravilla científica por muchas razones y es el sentido que le brinda a los perros la mayor y mejor información sobre su entorno y todo lo que los rodea
  • Los expertos creen que no permitir que los perros realicen caminatas regulares para oler podría ser una forma de privación sensorial que les roba la información que necesitan para descubrir qué sucede en su mundo
  • Dado que tu perro no siempre tendrá el tiempo para olfatear, es recomendable que le enseñes a distinguir diferentes tipos de paseos con la ayuda de diversos arneses o correas

Por la Dra. Karen Shaw Becker

Muchos dueños de mascotas no comprenden que cuando sacan a su mejor amigo canino a dar un paseo, es probable que sus expectativas sean diferentes a las de su perro.

Aunque los humanos generalmente consideramos que el propósito principal de estas salidas son oportunidades para que nuestras mascotas hagan sus necesidades o algo de ejercicio (todo lo cual es importante), nuestros amigos peludos buscan otra experiencia igual de importante: la oportunidad de satisfacer su deseo de olfatear el mundo que los rodea.

Es importante comprender que tu perro empieza a olfatear cosas tan pronto está al aire libre con el fin de molestarte; sino que lo hace porque es un elemento esencial de ser canino. Aunque los humanos tienden a centrarse primero en lo que ven u oyen, en el caso de los perros, con frecuencia lo primero que capta su atención son los olores, que les ayuda a procesar su entorno inmediato.

Si eres capaz de imaginar lo que se siente salir a pasear con los ojos semicerrados, entonces podrías empatizar con lo que siente tu perro al no poder detenerse a olfatear las cosas a su alrededor: es antinatural, un poco intimidante y un tanto aburrido. Los perros necesitan tener muchas oportunidades de olfatear al aire libre para que puedan conocer el mundo que les rodea y estimular su mente.

Por desgracia nuestras agitadas agendas diarias a menudo no les permiten a nuestros perros ejercitar sus incomparables habilidades olfativas. Sin embargo, una vez que aceptamos lo indispensable que es la experiencia para ellos, podemos empezar a esforzarnos más por reservar tiempo para permitirles "orientarse con sus narices" en la naturaleza.

La nariz canina es una maravilla científica

La nariz de los humanos contiene alrededor de 6 millones de receptores olfativos que nos permiten reconocer miles de olores diferentes. Parecen demasiados, hasta que consideras que la nariz de tu perro cuenta con alrededor de 300 millones de estos receptores.

Los humanos pueden detectar ciertos olores en partes por billón, pero los perros los detectan en partes por trillón. Además, una parte del cerebro de los perros está destinada al análisis de olores, por lo que es alrededor de 40 veces más grande que la misma área del cerebro humano.

Esto explica por qué el sentido del olfato de un perro es entre 10 000 y 100 000 veces más agudo que el de una persona, y también por qué la nariz canina es tan sorprendente. De acuerdo con NOVA (una serie de televisión de ciencia de la cadena PBS):

"Alexandra Horowitz, investigadora de la cognición canina del Barnard College, escribe en su libro ‘Inside of a Dog’ que, aunque nosotros nos percatemos de que se ha añadido una cucharadita de azúcar a nuestro café, un perro podría detectar una cucharadita de azúcar en un millón de litros de agua; es decir, en dos piscinas olímpicas.
Otro científico canino comparó su capacidad con captar el olor de una manzana podrida en dos millones de barriles".

Como señala Victoria Schade, entrenadora profesional certificada de perros, en un artículo para el sitio web PetMD:

"A diferencia de los humanos, los perros no solo tienen cientos de millones de receptores olfativos en comparación con nuestros seis millones, sino que además gastan mucho volumen cerebral para interpretar los olores.
Esto significa que los perros son capaces de entender el olor de una manera difícil de comprender para nosotros. El sentido del olfato de un perro puede compararse con la vista humana.
Los perros olfatean para obtener el contexto de su entorno, que incluye la firma única de otros seres que han recorrido esa ruta antes que ellos, así como elementos que son abstractos, como el paso del tiempo o los cambios meteorológicos pendientes".

¿Por qué es importante que los perros salgan a olfatear su entorno de manera regular?

Como ya comenté antes, imagina que vas a dar un paseo, pero no puedes disfrutar de la vista ni sonidos del camino. Podemos suponer que esta es la sensación que tiene tu perro cuando lo jalas durante el paseo, al apresurarlo a omitir los olores intrigantes. Los perros exploran el mundo con su nariz, por medio de los olores para crear una imagen vívida que los humanos no pueden percibir.

Cuando caminas junto a un árbol, tu perro puede olfatearlo, al igual que a las aves e insectos que se encuentran en dicho árbol e incluso la dirección en la que se mueven. Además, los perros tienen un órgano vomeronasal que les permite oler cosas que no se pueden percibir; es decir, las hormonas que liberan los animales. Esto no solo les ayuda a atraer a sus parejas y a distinguir a los amigos de los enemigos, sino que también les permite conocer el estado emocional y la salud física de los humanos.

Horowitz, que también es autora del libro Being a Dog: Sollowing the Dog Into a World of Smell, explica en su presentación de TedEd ‘How Dogs Smell’, que incluso tu perro podría olfatear los acontecimientos que ocurrieron en el pasado o que ocurrirán en el futuro:

"Lo más sorprendente de la nariz de tu perro es que puede ver a través del tiempo. El pasado aparece en las pistas que dejan los transeúntes, el calor que emite un automóvil recién estacionado, o los residuos de dónde has estado o lo que has hecho poco antes.
Puntos de referencia como las bombas de agua y los árboles son las señales aromáticas que envían los mensajes de quiénes han pasado, lo que han comido y cómo se sienten. Y el futuro está en el aire, que les alerta de que algo o alguien se acerca mucho antes de que lo puedan ver".

El conductista animal, Marc Bekoff, Ph.D., considera que existe la posibilidad de ocasionar una privación sensorial y estrés en los perros que no se les brinda suficientes oportunidades de olfatear:

"Para los perros es muy desagradable que no les permitas oler su entorno. Mi recomendación es que dejemos a los perros olfatear; no les arrebatemos una de sus conexiones vitales con el mundo. Deja que olfatee todo lo que quiera cuando esté atado con una correa, o cuando camine, salga con sus amigos u otras personas y corra con libertad.
Como ya mencioné, impedir que los perros utilicen su nariz y otros sentidos, podría ser una forma de privación sensorial que les impide obtener la información que necesitan para entender lo que ocurre en su mundo. No poder oler puede ser estresante para los perros porque necesitan olores y otra información para evaluar lo que sucede a su alrededor".

Enséñale a tu perro cuáles son los paseos en los que podrá olfatear

Si te preguntas cómo podrás terminar una caminata o excursión con tu compañero peludo que se detiene a olfatear cada ciertos metros, recuerda que no siempre le debes dar tiempo para olfatear. Está bien que lleves a tu perro a dar un paseo rápido para hacer sus evacuaciones o a una caminata más larga en la que tú marques el ritmo, siempre y cuando le des muchas oportunidades de satisfacer su olfato.

Recomiendo dividir su tiempo al aire libre entre el ejercicio aeróbico intencional y las caminatas de estimulación sensorial (sniffaris), ya que tienen propósitos diferentes. A lo largo de la vida de un perro, es necesario que corra, nade y se recupere a diario para mantener su tono muscular, así como la salud de sus tendones y ligamentos.

El ejercicio aeróbico se define como el hecho de que el ritmo cardíaco de tu perro se eleve de forma constante por encima de lo normal, durante un mínimo de 20 minutos (esto significa que no debe detenerse a oler las rosas ni nada por el estilo).

Karen B. London, Ph.D., especialista en comportamiento animal y entrenadora profesional certificada de perros, sugiere utilizar diferentes tipos de correas o arneses para indicarle al perro el tipo de excursión que realizará, y reservar un arnés especial solo para los momentos en que planees dejarlo guiar la exploración. Durante las caminatas que le permitan oler a su gusto, debes mantener la correa floja y dejarlo pasear con libertad. Déjalo olfatear todo lo que desee para que pueda saciarse con el entorno multidimensional que le rodea.