HISTORIA EN BREVE

  • La enfermedad mixomatosa de la válvula mitral (MMVD, por sus siglas en inglés) es la enfermedad cardiovascular más común en los perros y representa más del 70 % de los casos
  • Investigadores intentan comprender más acerca de cómo se presenta la enfermedad en diferentes razas para ayudar con el diagnóstico y el tratamiento a tiempo
  • En comparación con los yorkies, los schnauzers miniatura eran más jóvenes en el momento del diagnóstico y el colapso fue la indicación clínica más común
  • En los yorkies, la tos fue el síntoma más común de MMVD
  • Si a tu perro le diagnostican MMVD, las dosis altas de ubiquinol, que es la forma reducida de CoQ10, podrían mejorar la respiración celular del miocardio y reducir el estrés cardiovascular

Por la Dra. Karen Shaw Becker

La enfermedad mixomatosa de la válvula mitral (MMVD, por sus siglas en inglés) es la enfermedad cardiovascular más común en los perros y representa más del 70 % de los casos. Se cree que las razas pequeñas o toy tienen un componente genético ya que el riesgo de sufrir MMVD es mayor, y los perros afectados tienen un peso promedio de menos de 9 kilogramos (20 libras).

Las mascotas con enfermedad de la válvula mitral temprana o leve a menudo tienen un soplo en el corazón que cualquier veterinario puede escuchar con un estetoscopio. Por lo general, el soplo en el corazón se desarrolla después de los 6 años. En casi el 30 % de los perros con MMVD, la afección crónica progresa a regurgitación de la válvula mitral e insuficiencia cardíaca.

El diagnóstico y el tratamiento a tiempo pueden contribuir a mejores resultados con MMVD y, con ese fin, los investigadores intentan comprender más acerca de cómo se presenta la enfermedad en diferentes razas. Sin embargo, encontraron muchas diferencias significativas, lo que podría ayudar a crear un diagnóstico más preciso.

La MMVD presenta diferentes síntomas en los yorkies y los schnauzers

Un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte analizó los registros de 69 schnauzers miniatura y 65 terriers de Yorkshire con MMVD. En comparación con los yorkies, los schnauzers miniatura eran más jóvenes en el momento del diagnóstico y el colapso fue la indicación clínica más común.  En los yorkies, la tos fue el síntoma que más notaron sus dueños.

La Dra. Kate Meurs, autora del estudio, profesora y decana interina de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, explicó a la Morris Animal Foundation que:

"Este estudio demuestra que, aunque la MMVD es una enfermedad del corazón común en los perros de razas pequeñas, existen muchas diferencias entre las razas que es importante que los veterinarios y los dueños de mascotas conozcan. Sin embargo, todavía no tenemos todas las respuestas sobre la MMVD. Pero, creo que nuestros resultados al fin contribuirán en la forma en que reconocemos y tratamos a los perros con MMVD".

La prevalencia de MMVD también fue mayor en los schnauzers miniatura en comparación con los yorkies, y los schnauzers miniatura también tenían una probabilidad mayor de tener prolapso de la válvula mitral, un problema con el cierre inadecuado de la válvula mitral que separa las cámaras superior e inferior del lado izquierdo del corazón.

Los investigadores también encontraron varios genes que diferían entre las razas y que creen que podría ayudar a descubrir la causa de la enfermedad de la válvula mitral en diferentes razas de perros.

"Este estudio demuestra que algunas enfermedades son más complejas de lo que se pensaba", agregó la Dra. Janet Patterson-Kane, directora científica de la Morris Animal Foundation. "Conocer más sobre la MMVD ayudará a los veterinarios a brindar una atención mejor y personalizada a sus pacientes".

¿Qué razas tienen un mayor riesgo de sufrir MMVD?

La enfermedad de la válvula mitral es más común en razas pequeñas como el cavalier King Charles spaniel, dachshund, toy poodle y chihuahua. Existe mucha investigación sobre por qué las razas más pequeñas parecen verse más afectadas por esta afección, incluyendo el hecho de que los perros más pequeños tienen una relación más grande entre el tamaño del corazón y el cuerpo.

Los genes que se sabe que afectan el crecimiento y el desarrollo del esqueleto también podrían estar relacionados con el desarrollo cardíaco, lo que proporciona otra pista muy importante. "Debido a que todas las razas pequeñas tienen muchas de las mismas mutaciones que crean un tamaño pequeño, también llevarán genes que podrían aumentar la susceptibilidad a la MMVD", escribieron los investigadores en el Journal of Veterinary Cardiology.

La MMVD implica el deterioro de la válvula mitral, lo que permite que la sangre fluya hacia la aurícula izquierda, un proceso conocido como regurgitación. A medida que avanza la afección, la aurícula izquierda se agranda, lo que provoca una remodelación del ventrículo izquierdo que puede causar un paro cardíaco.

El ventrículo izquierdo contiene el músculo cardíaco más grande y fuerte, que se necesita para bombear la sangre por todo el cuerpo. Debido a la presión causada por las contracciones tan fuertes del ventrículo izquierdo, cuyo trabajo es bombear la sangre por todo el cuerpo, la válvula mitral entre las cavidades superior e inferior del lado izquierdo del corazón se pueden desgastar con el tiempo.

Esto significa que el corazón tiene que trabajar más para bombear el volumen de sangre que el cuerpo necesita para sus funciones normales. En las primeras etapas de la enfermedad, por lo general no hay síntomas, excepto un soplo en el corazón, que puede variar de leve a grave. A medida que avanza la afección, podrían presentarse síntomas adicionales, que incluyen:

Renuencia a hacer ejercicio

Problemas para respirar

Tos o nauseas

Piel o encías de color pálido o azulado

Signos de insuficiencia cardíaca, incluyendo la renuencia a acostarse, lo que dificulta la respiración

Menor nivel de actividad

Pérdida de apetito

Acumulación de líquido en el abdomen

Episodios de debilidad repentina o desmayos

Cómo tratar la MMVD con un enfoque proactivo

El tratamiento veterinario convencional para la MMVD por lo general comienza después de que los perros presentan síntomas e incluye medicamentos como diuréticos, bloqueadores de enzimas, vasodilatadores y otros en un intento por retrasar el avance de la enfermedad. Sin embargo, recomiendo adoptar un enfoque mucho más proactivo y comenzar con la predisposición a la raza.

Si tienes un perro que tiene una predisposición genética a la enfermedad valvular, es una buena idea apoyar la función cardíaca saludable durante toda la vida, sin efectos secundarios (excepto la posibilidad de una salud cardíaca excepcional). Suministrar la forma reducida de CoQ10, que puede mejorar la respiración celular del miocardio y reducir el estrés cardiovascular, es un primer paso.

También debes asegurarte de que consuma una alimentación a base de carne, muy poco procesada y nutricionalmente óptima, que proporcione los aminoácidos necesarios para mantener una función saludable del músculo cardíaco durante toda la vida. Es importante evitar casi todas las croquetas, por dos razones:

  1. Contienen muchos rellenos veganos inapropiados, que pueden crear deficiencias de aminoácidos y nutrientes, en especial si se las das diario.
  2. Muchos vegetales contienen "antinutrientes" (lectinas, inhibidores de tripsina, fitatos, etc.), que, si se dan en exceso, pueden provocar problemas de absorción y asimilación de nutrientes.

Al hacer la ecuación de carbohidratos te aseguras que el alimento de tu mascota contenga menos del 20 % de almidón innecesario, lo que es muy importante para garantizar la adecuación nutricional para una función cardíaca saludable, así como para desacelerar la progresión, una vez que se ha diagnosticado. Se recomienda agregar dosis de mantenimiento de ubiquinol para todos los animales de alto riesgo, pero tan pronto como se diagnostica, se vuelve imperativo.

Descubrí que las dosis altas de ubiquinol (no son tóxicas, según la investigación) pueden retrasar la progresión de la enfermedad de la válvula mitral en los perros. Es una de las mejores defensas que puedes emplear después del diagnóstico de tu mascota. También te recomiendo agregar otros suplementos que apoyen el corazón y que sean beneficiosas, como bayas de espino, acetil-l-carnitina y taurina,en especial si le das alimentos secos dañados por el calor (croquetas).

Hoy en día, no existe ninguna cura disponible para la MMVD, por lo que es muy importante saber cómo prevenirla y como tratarla con suplementos y nutrición que apoyen el corazón. Sin embargo, un veterinario en Japón desarrolló un procedimiento de reparación que tiene más del 90 % de efectividad para la enfermedad de la válvula mitral, y además decidió capacitar a cirujanos en otros países.

Hoy en día, el procedimiento de reparación de la válvula mitral solo se realiza en ciertos países, incluyendo Japón, Francia, Inglaterra y Austria, y es muy costoso, pero existe la esperanza de que el costo del procedimiento disminuya con el tiempo y esté disponible en Estados Unidos y otros países en el futuro.