📝    HISTORIA EN BREVE

  • Los dueños de mascotas y los veterinarios coinciden en que es complicado determinar la sensibilidad al dolor (tolerancia al dolor) en los perros
  • Hace poco, un estudio de la Universidad Estatal de Carolina del Norte demostró que la sensibilidad al dolor depende mucho de la raza y, que, en ocasiones, el temperamento del perro puede influir en la forma en que los veterinarios perciben su nivel de dolor
  • Al igual que el peso, la temperatura, el pulso, la respiración y la condición corporal, los veterinarios y su personal deberían evaluar la sensibilidad al dolor como parte de su chequeo de rutina
  • Determinar el nivel de dolor de una mascota que no puede decirnos con palabras si algo le duele no solo requiere de una observación cuidadosa, sino que también se debe considerar si el dolor se relaciona con algún problema de salud o procedimiento veterinario
  • Uno de los beneficios principales de calificar el dolor es que ayuda a crear consciencia entre el personal de la clínica veterinaria que atiende a ese paciente (y, con suerte, reduce el riesgo de tomar decisiones subjetivas que se basan en el temperamento del perro).

🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker

Hace poco, un estudio que realizaron investigadores veterinarios de la Universidad Estatal de Carolina del Norte sugirió que la sensibilidad y la percepción del dolor difiere mucho de una raza a otra.1 De manera curiosa, estas diferencias no siempre coinciden con las suposiciones de los dueños y veterinarios con respecto a la sensibilidad al dolor específica de la raza.

Además, los resultados del estudio sugieren que el temperamento de un perro (en particular, cómo interactúa con extraños) puede influir mucho en la forma en la que los veterinarios perciben la sensibilidad al dolor en razas diferentes.

Toda la confusión con respecto a la sensibilidad al dolor en perros

Según Margaret Gruen, coautora del estudio y profesora asociada de medicina conductual en NC State:

"Por lo general, los veterinarios coinciden cuando califican la sensibilidad al dolor en perros de razas diferentes. Pero, sus opiniones no suelen coincidir con las del público en general.
Tratamos de descubrir qué tan cierto es todo esto. Por ejemplo, si evaluamos los umbrales de sensibilidad de 15 perros de 10 razas que se clasifican como razas de sensibilidad alta, media y baja, encontraríamos alguna diferencia. Y si estas diferencias coinciden con lo que suelen determinar los veterinarios. O bien, si la reactividad emocional y el comportamiento de un perro influyen en las opiniones del veterinario".2

En el estudio participaron 149 perros sanos, tanto machos como hembras, de 10 razas diferentes. Los veterinarios clasificaron cada raza según sus niveles de sensibilidad al dolor:

  • El grupo 1 se clasificó como sensibilidad alta e incluía las razas chihuahua, pastor alemán, maltés y husky siberiano
  • El grupo 2 se clasificó como sensibilidad media e incluía al border collie, boston terrier y jack russell terrier
  • El grupo 3 se clasificó como sensibilidad baja e incluía al golden retriever, labrador y pitbull

Las razas que participaron en el estudio representaron una variedad de niveles diferentes de sensibilidad percibida.

El proceso para evaluar la sensibilidad al dolor

Según Duncan Lascelles, coautor del estudio y profesor de investigación traslacional del dolor en NC State, el equipo seleccionó una medida humana de sensibilidad al dolor (reactividad a estímulos externos) como modelo para utilizarlo en perros domésticos.

Los investigadores evaluaron la sensibilidad de cada perro a la presión y la temperatura con ayuda de una herramienta de presión y una sonda térmica tibia. Tan pronto como los perros movían la pata, se dejaba de aplicar el estímulo. Cada prueba se repitió cinco veces y la sensibilidad se determinó con base en los resultados.

Se realizaron otras dos pruebas de reactividad emocional para evaluar cómo respondían ante personas extrañas y objetos desconocidos. El objetivo de estas pruebas también era simular algunos de los aspectos estresantes de una visita veterinaria, que incluyeron una "prueba de un objeto novedoso" (en este caso, un mono de peluche que hacía ruido y se movía) y una "prueba de una persona extraña" (una persona que hizo una llamada telefónica en voz alta).

Luego, los investigadores compararon los resultados de estas pruebas de sensibilidad con cuestionarios que respondieron veterinarios y dueños de mascotas sobre la sensibilidad al dolor específica de cada raza.

La sensibilidad al dolor varía de una raza a otra

Los coautores del estudio descubrieron que sí existen diferencias en los umbrales de sensibilidad al dolor entre razas, pero estas diferencias no siempre concuerdan con las clasificaciones de los veterinarios. Por ejemplo:

  • Los perros de raza maltés tuvieron un umbral de sensibilidad alto (baja tolerancia al dolor). Respondieron muy rápido al estímulo de presión y temperatura, y esto sí coincidió con las evaluaciones por parte de los veterinarios.
  • Por su parte, los huskies siberianos que los veterinarios consideran muy sensibles, se clasificaron dentro de la categoría de sensibilidad media y, de hecho, otras razas más grandes que los veterinarios también suelen considerar sensibles mostraron una tolerancia de media a alta.
  • Por lo general, los perros que se negaron a interactuar con el peluche animado o la persona en el teléfono, se calificaron (por los veterinarios) con menor tolerancia al dolor, lo que sugiere que tal vez el nivel de estrés y la reactividad emocional de un perro durante sus chequeos influyen en la evaluación del veterinario.

Este estudio es un ejemplo más de la necesidad de aprender a entender mejor a los miembros peludos de nuestra familia.

"Estas diferencias de comportamiento podrían explicar las diferentes calificaciones de los veterinarios, pero no la tolerancia real al dolor entre cada raza", dijo Duncan Lascelles. "Este estudio es muy interesante porque demuestra que existen diferencias biológicas en la sensibilidad al dolor entre las diferentes razas. Ahora podemos comenzar a investigar las posibles causas biológicas de estas diferencias, lo que nos permitirá tratar a cada raza de una forma más efectiva".3

Según Margaret Gruen:

"Desde el punto de vista del comportamiento, estos hallazgos demuestran que no solo debemos considerar el dolor, sino también la ansiedad que causa el entorno veterinario. Y también pueden ayudar a explicar por qué los veterinarios determinan la sensibilidad de ciertas razas de la forma en que lo hacen".4

La calificación del dolor en la medicina veterinaria

Casi todos estamos familiarizados con este tema, es cuando un médico o enfermera nos pide que califiquemos el nivel de dolor que sentimos con un número, por ejemplo, del 0 al 10, donde 0 indica casi nada de dolor y 10 significa un dolor insoportable.

"Es un número subjetivo que mide la intensidad del dolor de un paciente en función de parámetros fisiológicos y comportamiento", escribió el Dr. Phil Zeltzman en un artículo que se publicó en 2016 en Veterinary Practice News. "Hay diferentes tipos de escalas de dolor, como la escala visual analógica, la escala de dolor de Colorado y la escala de dolor de Glasgow".5

La Escala de Dolor de Colorado solo utiliza cinco números (0 a 4), por lo que es fácil y rápida de usar. Por desgracia, la calificación del dolor es una herramienta que podría considerarse exclusiva de la medicina humana. Según el Dr. Phil Zeltzman, la comunidad veterinaria aún no ha "adoptado el concepto", y coincido con él. El Dr. Phil Zeltzman tiene certificación en cirugía veterinaria y ha hecho un llamado a todos sus colegas a sumarse a este movimiento y comenzar a utilizar esta herramienta.

"Con la práctica, calificar el dolor de los perros y gatos se convertirá en algo normal, tanto para los dueños como para los empleados de la clínica veterinaria", dijo el Dr. Phil Zeltzman. "No es nada complicado, solo se tiene que calificar la condición de un paciente".6

Una evaluación completa ayudará a determinar el nivel de dolor

En la medicina veterinaria, nuestros pacientes no pueden decirnos con palabras cuándo algo les duele, por lo que debemos determinarlo a través de la observación. No solo sirve para animales que se sometieron a una cirugía, sino también para cualquier mascota que tenga una lesión o un problema de salud.

Dado que cada animal es diferente y tiene un umbral de dolor específico, para calificar el dolor de manera efectiva, debemos observar al perro antes de prescribir analgésicos o intentar cualquier procedimiento, sin importar lo mínimo que sea (por ejemplo, una extracción de sangre).

También debemos ser muy observadores para determinar el nivel de dolor del perro. Necesitamos conocer el nivel promedio de dolor para determinar el padecimiento del animal o la cirugía que debe realizarse, y considerarlos dentro de un conjunto de factores.

Esto muy importante porque muchos perros disimulan muy bien el dolor.

"En nuestra práctica, es común recibir labradores jóvenes atropellados", dijo Dr. Phil Zeltzman. "A pesar de todas sus heridas abiertas y huesos fracturados, algunos aún mueven la cola. Lo mismo sucede con los gatos que aún ronronean después de sufrir un trauma importante. Por lo tanto, se deben considerar los niveles de dolor esperados para una cirugía o problema en particular".

Beneficios de calificar el dolor de las mascotas

El Dr. Phil Zeltzman habló sobre cuatro beneficios que pueden obtener los veterinarios y su personal al utilizar esta herramienta:

  1. Calificar el dolor ayuda a crear consciencia entre el personal de la clínica veterinaria que atiende a ese paciente. También permite personalizar y modificar los protocolos para controlar el dolor según cada mascota y procedimiento que se realiza.
"Por ejemplo, con la ‘Escala de dolor de Colorado’ nuestro objetivo debería ser una calificación de dolor de 0 o 1", dijo el Dr. Phil Zeltzman. "Una calificación de 2, 3 o 4 significa que el veterinario debe cambiar los analgésicos, así como ayudar al dueño de la mascota a entender mejor lo que le está sucediendo con su paciente".
  1. El Dr. Phil Zeltzman cree que, al igual que el peso, la temperatura, el pulso, la respiración y la condición corporal, los veterinarios y su personal deberían evaluar la sensibilidad al dolor como parte de su chequeo de rutina.
  2. Es importante mencionar que las calificaciones de dolor no son estáticas: cambian con el tiempo según una variedad de factores, que incluyen las características del paciente, los procedimientos veterinarios realizados, los analgésicos, el momento de la dosis, entre otros. En el caso de los pacientes hospitalizados, debe calificarse el dolor cada ciertas horas.
  3. El Dr. Phil Zeltzman recomienda que el personal de la clinica veterinaria incorpore esta herramienta (calificación del dolor) como el "cuarto signo vital" después de las medidas de temperatura, pulso y respiración (TPR).

Las escalas de dolor de la Universidad Estatal de Colorado

Las escalas de dolor, como las de la Universidad Estatal de Colorado (CSU), se crearon para veterinarios y su personal. Sin embargo, también pueden ayudar a los dueños de mascotas que desean aprender qué signos buscar para determinar si su perro o gato está sintiendo dolor.

  • Calificación de dolor: 0 – Sin dolor. El paciente está contento, actúa de forma usual, se mueve con comodidad, tiene un apetito normal y (si aplica) no le molesta el área de la cirugía. La medida TPR es normal.
  • Calificación de dolor: 1 – Dolor leve. Por lo general, esto se manifiesta con una pequeña cojera, dificultad para subir o bajar, o ligero incremento de la medidaTPR. El paciente come, mueve la cola y no se ve deprimido.
  • Calificación de dolor: 2 – Dolor moderado. El paciente presenta sensibilidad y podría lamer o morder el área de la herida o cirugía. El paciente podría negarse a comer y parecer deprimido, así como presentar respiraciones lentas y superficiales.
  • Calificación de dolor: 3 – Dolor intenso. Los síntomas incluyen depresión, renuencia a moverse y sensibilidad en el área de la herida o cirugía. Por lo general, el paciente no come, se queja y se la pasa acostado, pero sin dormir.
  • Calificación de dolor: 4 – Dolor insoportable El paciente presenta todos los signos del nivel 3, además de jadeo intermitente, mayor medida TPR, incluso en reposo, se queja mucho y tiene depresión grave, pupilas dilatadas, agresividad y respiraciones profundas.

Puede observar la escala de dolor de CSU completa y detallada, que incluye imágenes de cómo podría verse tu perro con una calificación de dolor de 0, 1, etc. en: Escala de dolor en perros, Escala de dolor en gatos.

Señales de que a tu perro le duele algo

Tal vez no sea evidente cuando tu perro siente dolor, ya que puede tratar de ocultar su incomodidad y no lloriquear a menos que el dolor sea muy intenso. No obstante, si notas alguna de las siguientes señales, debes acudir a un veterinario para determinar si es necesario aliviar el dolor:

  • Falta o pérdida de apetito
  • Temblores/estremecimiento
  • Apoyar el peso sobre una pierna
  • Negarse a subir o bajar escaleras
  • Comportamiento diferente
  • Agazaparse
  • Tardar más de lo habitual en orinar o defecar
  • Jadeo excesivo