📝    HISTORIA EN BREVE

  • Una nueva investigación que utiliza tecnología de resonancia magnética funcional encontró que el cerebro de los perros con ansiedad funciona de manera diferente; en particular, tienen conexiones más fuertes entre la amígdala y otras regiones de la "red de ansiedad"
  • El estudio evaluó perros diagnosticados con ansiedad y perros no ansiosos en estado de reposo, y encontró que los cerebros de los perros que expresaban miedo, ansiedad y nerviosismo hacia los extraños, mostraban parámetros de red irregulares en la amígdala
  • Los perros con ansiedad sufren un nivel de estrés que necesita controlarse o, de lo contrario, podría afectar de forma negativa su salud y longevidad
  • Existen varios factores que podrían generar estrés, como los ruidos fuertes y repentinos, métodos de entrenamiento basados en castigos y el no poder expresar comportamientos normales específicos de su especie y raza
  • Hacer ejercicio a diario, tanto físico como mental, podría ayudar a aliviar la ansiedad de tu perro

🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker

Investigadores de la Universidad de Gante en Bélgica publicaron un nuevo estudio que sugiere que los perros con ansiedad tienen "cerebros diferentes". En particular, podrían tener malformaciones en las redes neuronales funcionales.

Los cerebros de los perros con ansiedad funcionan de forma diferente

Los estudios sobre la ansiedad en animales son una herramienta fundamental para comprender los trastornos de ansiedad, y los resultados podrían beneficiar tanto a la medicina veterinaria como a la humana. Si bien los roedores son los animales que se utilizan con mayor frecuencia en los estudios, existen demasiados aspectos diferentes sobre la ansiedad como para estudiarlos en una sola especie de animal. Los perros tienen cerebros y cortezas más grandes que los roedores, lo que facilita poder identificar las redes neuronales relacionadas con la ansiedad.

El 17 de marzo de 2023, la revista PLoS One publicó los resultados del estudio de la Universidad de Gante que, demuestran que los perros con ansiedad presentan conexiones más fuertes entre la amígdala (una parte del cerebro que se encarga de procesar las emociones y de vincularlas con otras capacidades cerebrales, en especial con los recuerdos, el aprendizaje y los sentidos) y otras regiones de la red de ansiedad.

En el estudio participaron 25 perros sanos de la universidad y 13 perros con ansiedad que fueron ofrecidos de forma voluntaria por sus dueños. Se les realizaron resonancias magnéticas funcionales no invasivas (fMRI, por sus siglas en inglés). Los investigadores evaluaron el estado de reposo de ambos grupos de perros y compararon los parámetros de las redes neuronales y la conectividad entre los grupos, y determinaron su relación con los síntomas de ansiedad.

Descubrieron que, mientras estaban en reposo, los perros con ansiedad tenían conexiones más fuertes entre la amígdala y otras partes del circuito de ansiedad, en especial con el hipocampo (una región del cerebro asociada con la memoria). Los cerebros de los perros que expresaban miedo, ansiedad y nerviosismo hacia los extraños, mostraban métricas de red irregulares en la amígdala.

El mal funcionamiento de ciertas partes del cerebro podría provocar ansiedad

Investigaciones anteriores demostraron que la amígdala y el hipocampo podrían tener una relación con los recuerdos y estados emocionales de los perros, como la excitación, el nerviosismo y el miedo.

"El mal funcionamiento de estas regiones podría generar síntomas de ansiedad como más miedo, menos excitabilidad, menos capacidad de entrenamiento, etc., los cuales coinciden con investigaciones en humanos", señalaron los autores del estudio, "Un punto muy importante de nuestros resultados es la conexión entre el hipocampo y el mesencéfalo [cerebro medio].
Se encontró una comunicación menos funcional entre el hipocampo y el mesencéfalo en el grupo de ansiedad".

El mesencéfalo controla la visión, el sueño, el estado de alerta, la audición y el control motor.

“Estudios demostraron que la disfunción del hipocampo y del mesencéfalo podría tener una relación con un riesgo mayor de psicosis en humanos", agregaron los autores del estudio.

Además, los autores del estudio señalaron que sus resultados demuestran que la resonancia magnética funcional en estado de reposo, podría ser de gran ayuda para estudiar la ansiedad en perros. Estudios posteriores podrían ayudarnos a saber más sobre cómo se alteran los circuitos cerebrales relacionados con la ansiedad en animales, e incluso en humanos, con trastornos de ansiedad.

Cabe señalar que el estudio fue limitado debido a que el tamaño de la muestra de perros ansiosos era pequeña, y la mayoría de los cuales fueron adoptados en refugios de animales con experiencias de vida que podrían incluir abuso y negligencia. El maltrato podría influir en las redes de ansiedad del cerebro. Además, los perros que nacieron y fueron criados en un laboratorio, como los 25 perros sin ansiedad del estudio, son muy diferentes a los perros criados en casa.

8 causas comunes del estrés en perros

En la actualidad muchos perros son propensos a la ansiedad, y las investigaciones señalan que el estrés provocado por un trastorno de miedo o ansiedad, podría afectar su salud e incluso su longevidad.

Cuando un perro siente ansiedad, su cuerpo libera una gran cantidad de norepinefrina, la hormona que activa la reacción de lucha o huida, la cual podría alterar las bacterias intestinales y afectar la motilidad del tracto gastrointestinal. Este exceso de norepinefrina podría generar síntomas físicos, como diarrea, y cuando un perro entrenado se hace del baño dentro de la casa, podría agravar el problema.

Algunos perros presentan episodios breves de estrés, pero otros padecen estrés crónico. Incluso si el cerebro de tu perro funciona de manera diferente al cerebro de otros perros sin ansiedad, entre más conozcas sobre los factores que le generan ansiedad, así como las conductas que suele manifestar cuando la siente y el efecto que tiene el estrés sobre su salud, podrás identificar mejor las señales y tomar medidas para disminuir o eliminar las causas.

Cabe recalcar que, aunque creas que el entorno que le brindas a tu perro no le genera estrés, sus factores estresantes podrían ser muy diferentes a los de los humanos.

Algunos factores estresantes en los perros son específicos de cada especie, pero existen otros que también podrían generar ansiedad en las personas. Y, al igual que las personas sensibles, los perros sensibles también podrían ser más propensos al estrés. Algunos factores estresantes comunes son:

  1. Ruidos fuertes y repentinos (fuegos artificiales, tormentas eléctricas)
  2. Métodos de entrenamiento basados en el castigo, que involucran gritos, golpes, collares de choques, etc.
  3. Relación hostil con otras mascotas o personas en el hogar
  4. Atención no deseada, cómo despertarlo de una siesta, abrazarlo, besarlo o cargarlo a la fuerza
  5. No tener oportunidad de expresar comportamientos normales de su especie y raza, como olfatear, correr, recuperar objetos, cazar, pastorear, etc.
  6. Contacto con algo extraño o diferente (objetos, animales, personas, etc.)
  7. Mudarse a una nueva casa, cambios en su rutina o nuevos miembros en la familia
  8. Separarlo de la familia, incluyendo a otras mascotas

No olvides tomar en cuenta su historial cuando trates de identificar los factores estresantes. Si lo adoptaste cuando ya era adulto, ¿qué sabes de su pasado? ¿Sabes si sufrió abuso o fue abandonado? ¿Se pone ansioso alrededor de hombres o niños? ¿Cómo se comporta cuando está cerca de otros perros?

Cómo reducir la ansiedad de tu perro

Algunos factores que provocan ansiedad no se pueden evitar, como las tormentas eléctricas o mudarse a un nuevo hogar. Sin embargo, existen muchos factores que puedes controlar para disminuir el estrés y mejorar la calidad de vida de tu perro. Por ejemplo:

  • Busca entrenadores de comportamiento que se enfoquen en desarrollar buenas relaciones y que no utilicen el miedo para lograrlo.
  • Habla con todos los miembros de la familia y explícales la importancia de respetar las necesidades de tu perro, como dejarlo dormir sin interrupciones y no forzar el contacto humano.
  • Aumenta el nivel de actividad física de tu perro, ya que la mayoría, en especial las razas grandes, no realizan lo suficiente. Realizar actividad física todos los días es fundamental para disminuir el estrés en tu perro.
  • Los perros que se quedan solos durante varias horas podrían sentir soledad y aburrimiento. Si no hay nadie en casa durante el día para hacerle compañía a tu perro, te recomiendo que le pidas a un amigo o vecino, o contrates a alguien para que lo saque a caminar. Otra opción es llevarlo a una guardería para perros.
  • Realiza con tu perro juegos mentales, sniffaris, o dinámicas de olfateo todos los días. La mayoría de los perros no reciben la estimulación mental adecuada. Ponerlo a realizar trabajos divertidos, tareas y ejercicios mentales que involucren sus sentidos, podría favorecer una función cerebral más saludable y un comportamiento más equilibrado.

Mientras trabajas para llegar a la causa de la ansiedad y hacer un cambio positivo en su comportamiento, existen muchas opciones naturales para ayudar a calmar a tu amigo peludo. Una muy sencilla es ponerle música, en especial música clásica.

Pero no olvides que es muy importante que tu perro haga mucho ejercicio, tanto físico como mental, todos los días. Descubrí que el nivel de ansiedad de un perro depende de la cantidad de ejercicio que realiza.

Si tu perro sufre de ansiedad cuando está solo en casa, déjale una prenda de vestir o una manta con tu aroma. Busca un paseador y una guardería para perros. Puedes comprarle un dispensador didáctico de bocadillos o una alfombrilla para lamer para que se entretenga. También te recomiendo consultar a un veterinario integral acerca de los tratamientos a base de hierbas y nutracéuticos que ayudan a reducir el estrés.

Si la ansiedad de tu amigo peludo parece empeorar en lugar de mejorar, te recomiendo consultar con un etólogo o entrenador que no utilice el castigo, e investiga acerca de la zoofarmacognosia aplicada.