📝   HISTORIA EN BREVE

  • Una investigación reciente que se publicó en The Veterinary Journal investigó el rol de diferentes dietas para tratar la epilepsia idiopática (de causa desconocida) en perros
  • Los investigadores concluyeron que, en este momento, "solo las dietas enriquecidas con triglicéridos de cadena media (MCT, por sus siglas en inglés) pueden respaldarse con un nivel satisfactorio de evidencia científica en medicina veterinaria"
  • Los estudios anecdóticos demuestran que, lograr el estado metabólico de cetosis nutricional por medio de una dieta cetogénica, (es decir, alta en grasas, baja en carbohidratos y con proteínas adecuadas) también es eficaz para controlar la epilepsia en las mascotas
  • En lo que respecta a los medicamentos para la epilepsia, no logran controlar bien las convulsiones de muchos perros y podrían tener efectos secundarios graves.
  • Por fortuna, es posible hacer algunos ajustes nutricionales y recurrir a tratamientos complementarios que pueden ser de gran ayuda, tales como una dieta cetogénica y el CBD, que también pueden tener muy buenos resultados al tratar la epilepsia en perros

🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker

Hace poco, un equipo internacional de investigadores veterinarios publicó la revisión de la literatura titulada "The role of nutrition in canine idiopathic epilepsy management: Fact or fiction?" en The Veterinary Journal. Su investigación se vio motivada por el creciente número de pruebas científicas que sugieren que la alimentación afecta el desarrollo de la epilepsia de causa desconocida (también conocida como epilepsia idiopática o EI) en los perros. De acuerdo con los coautores del estudio:

"Las dietas pueden cumplir sus funciones a través de muchas vías. Una vía posible incluye el eje microbiota-intestino-cerebro, que destaca la relación que existe entre el cerebro y los intestinos. Cambiar la fuente de energía del cerebro y una serie de factores antiinflamatorios y neuroprotectores provenientes de los alimentos parece ser la base para que la EI no sea tan perjudicial".

Los estudios demuestran que el microbioma gastrointestinal ejerce un rol muy importante tanto en el desarrollo como en el tratamiento de la epilepsia. Los humanos y los perros con epilepsia tienen una microbiota gastrointestinal diferente en comparación con aquellos que no la padecen, lo que sugiere que la disbiosis (síndrome del intestino permeable) tiene algo que ver.

Además, un estudio de 2018 que se realizó en ratones demostró que una dieta cetogénica aumentó el umbral de convulsiones (presentaron menos episodios), y otro estudio del mismo año demostró que realizar trasplantes fecales de ratas estresadas a ratas no estresadas hizo que este último grupo fuera más propenso a la epilepsia.

Es necesario seguir evaluando la nutrición como tratamiento para la EI

El equipo de investigación revisó literatura científica sobre dietas cetogénica y enriquecida con triglicéridos de cadena media (MCT), junto con otros cambios en la alimentación (como las dietas de eliminación y sin gluten).

Las dietas cetogénicas se han utilizado desde la década de los años de la década de 1920 como tratamiento para personas con epilepsia resistente a los medicamentos. No obstante, a medida que se desarrollaron más medicamentos antiepilépticos (ASD, por sus siglas en inglés), las dietas de este tipo perdieron popularidad. Sin embargo, las dietas cetogénicas están volviendo a cobrar fuerza en la actualidad, ya que el porcentaje de pacientes con resistencia a los medicamentos no ha mejorado de forma significativa. Los coautores del estudio concluyeron lo siguiente:

"Es un hecho que, en lo que respecta al tratamiento de la EI en perros, se debe considerar tanto la nutrición como los antiepilépticos. A pesar de ello, solo las dietas enriquecidas con MCT están respaldadas por suficiente evidencia científica en la medicina veterinaria, mientras que la evidencia científica para la mayoría de las intervenciones nutricionales aún es limitada, lo cual le abre paso a futuras investigaciones".

Cómo tratar la epilepsia canina por medio de la alimentación

Si tu perro tiene un trastorno convulsivo, debes saber que los problemas de salud relacionados con la nutrición pueden causar o empeorar la afección. Las alergias alimentarias son un inconveniente, pues es probable que provoquen una respuesta inflamatoria sistémica, la cual tiene el potencial de reducir el umbral de convulsiones de tu perro.

Otro problema es que la mayoría de los alimentos ultraprocesados para mascotas que se pueden adquirir en el mercado contienen sustancias químicas sintéticas, colorantes artificiales, conservadores, emulsionantes y otros ingredientes que también pueden causar inflamación sistémica y reducir los umbrales convulsivos. En algunos casos, los alimentos para mascotas contienen contaminantes que suelen desencadenar convulsiones en cantidades que rebasan los límites legales para el consumo humano.

Llevar una dieta cetogénica de manera apropiada permite alcanzar el estado metabólico de cetosis nutricional; gracias a este, es posible controlar la epilepsia en los animales de compañía y, de hecho, es el estándar de atención para los niños que padecen este trastorno.

Por suerte, la comunidad veterinaria también está reconociendo los beneficios neurometabólicos de reducir el almidón alimenticio (azúcar) y aumentar las grasas que favorecen al cerebro (en concreto, los triglicéridos de cadena media, MCT), que se utilizan cada vez más en los protocolos de nutrición veterinaria (y en las "dietas de prescripción") para disminuir el potencial de convulsiones.

Esta forma de alimentación concuerda con la biología evolutiva de tu perro y, además, es probable que produzca una mejoría al tratarse de otros síntomas, como una menor incidencia en enfermedades inflama­torias. Al mantener un bajo índice de carbohidratos netos, la insulina del cuerpo se reduce a un nivel mucho más saludable, lo que también disminuye el estrés metabólico en cada célula.

En mi documental del 2017, junto a Rodney Habib, discutimos los beneficios de una alimentación cetogénica como un medio para controlar el cáncer, pero esta alimentación también se ha utilizado para controlar la epilepsia en muchos perros. Conoce la historia de Sasha, una perrita que sufría convulsiones y comenzó una dieta cetogénica en 2014. También descubrí que esta estrategia es ideal para ayudar a los perros que tienen convulsiones después de que les aplicaron ciertos pesticidas antipulgas y antigarrapatas.

Terapias naturales que complementan el tratamiento para los trastornos convulsivos

Por desgracia, los trastornos convulsivos son comunes en los perros y muchos de ellos no logran tratarse con ayuda de los medicamentos convencionales para la epilepsia, como el fenobarbital y el bromuro de potasio. Además, se podría decir que todos estos medicamentos producen efectos secundarios y tienen repercusiones a largo plazo que deben tratarse de manera simultánea. El antiepiléptico que prefiero es el levetiracetam (Keppra), que es bastante costoso para muchos dueños de mascotas que no cuentan con seguro médico veterinario.

La buena noticia es que existe una gran variedad de tratamientos naturales que pueden ayudar a aumentar el umbral convulsivo de los perros (presentaron menos episodios). Además de vigilar la nutrición de tu mascota y administrarle los medicamentos convencionales para que tenga un menor riesgo de sufrir convulsiones, puedes recurrir a uno o varios de los siguientes métodos:

  • Quiropráctica y acupuntura
  • Medicina chinas tradicional (MTC), accede a este enlace para encontrar un veterinario que tenga formación en MTC
  • Fórmulas herbales (incluyendo extractos de cannabis)

En un exitoso estudio piloto que se publicó hace poco en el Journal of the American Veterinary Medical Association, el 89 % de los perros con epilepsia tuvo una menor frecuencia de convulsiones gracias a un producto de CBD (cannabidiol) derivado de una planta de cáñamo. (El CBD a base de cáñamo contiene 0.3 % o menos de THC que es el componente psicoactivo del cannabis).

En el estudio participaron 16 perros que recibieron el tratamiento (aceite con CBD) o un placebo durante 12 semanas. Todos los perros permanecieron con medicamentos anticonvulsivos durante todo el estudio.

Los investigadores encontraron que el 89 % de los perros que recibieron CBD experimentaron una disminución significativa en la frecuencia de las convulsiones (variación del 33 %). También notaron una relación importante entre el grado de reducción de las convulsiones y la cantidad de concentración de CBD en la sangre de los perros.

En los casos leves, los tratamientos naturales y un cambio en la alimentación son todo lo que se necesita para controlar este problema con éxito. Para los animales con convulsiones de tipo tónico-clónica generalizada (conocida también como ‘grand mal’), suelo crear un protocolo a base de terapias naturales y farmacoterapia.

Siempre les pido a los dueños de mascotas que lleven un registro de la fecha, hora e intensidad de las convulsiones. A menudo existe una relación entre las convulsiones y un momento particular del mes o año. Si identificamos un ciclo, es posible desarrollar un plan para controlar los episodios al recurrir a los tratamientos más seguros.

Lo ideal es que los animales que padecen convulsiones se sometan a pruebas de anticuerpos en lugar de recibir vacunas, además de evitar los plaguicidas químicos. Si bien las convulsiones suelen ser una afección muy grave y alarmante, la mejor manera de cuidar a tu perro es informarte para saber qué esperar y cómo reaccionar cuando se presenten, así como recurrir a un veterinario integral para diseñar un protocolo proactivo de prevención.