HISTORIA EN BREVE

  • La tos de perrera, o Bordetella, es una infección de las vías respiratorias superiores común y muy contagiosa en los perros
  • La mayoría de los casos de tos de perrera se adquieren en instalaciones como refugios para animales y guarderías de mascotas donde se alojan muchos perros en espacios cerrados
  • El síntoma más común de una infección por Bordetella es una tos seca y persistente
  • La mejor intervención es dejar que los perros sanos con tos de perrera se recuperen de manera natural con la ayuda de remedios no tóxicos
  • También, es mejor evitar las vacunas contra la bordetella y, en cambio, enfocarse en apoyar el sistema inmunológico del perro

Por la Dra. Karen Shaw Becker

La tos de perrera (su nombre científico es traqueobronquitis infecciosa), es una infección de las vías respiratorias superiores muy común en los perros. Si tu familiar canino tose mucho o hace sonidos de asfixia, es posible que tenga tos de perrera, en especial si hace poco tiempo estuvo en un refugio de animales, un hotel canino u otro entorno en el que estuvo expuesto a muchos otros perros.

La tos de perrera es una forma de bronquitis, similar a un resfriado en las vías respiratorias bajas en seres humanos. Tiene diversas causas diferentes, la más común es la bacteria Bordetella bronchiseptica. Muchas personas creen que la bacteria bordetella causa la tos de perrera; sin embargo, eso es incorrecto ya que, por lo general, los perros que adquieren la bacteria bordetella también tienen un virus, como el adenovirus, moquillo, herpes o parainfluenza que los hace más vulnerables a la infección.

Cómo los perros contraen la tos de perrera

La tos de perrera es muy contagiosa y los perros pueden seguir contagiando durante 6 a 14 semanas después de que desaparecen los síntomas. La exposición de perro a perro ocurre cuando un perro infectado tose o estornuda y un perro sano inhala las secreciones respiratorias esparcidas en el ambiente.

El tracto respiratorio canino está recubierto por un revestimiento protector de mucosidad. Si este revestimiento se daña, podría establecerse una infección por las partículas inhaladas. El resultado es la inflamación de la laringe y tráquea. Esta inflamación es la que causa la tos.

Si el tracto respiratorio de un perro sano está en peligro por factores estresantes como viajar, estar en un ambiente abarrotado, temperaturas frías, contaminantes ambientales o virus infecciosos, entonces la Bordetella bronchiseptica, que es el principal agente bacteriano infeccioso en la tos de las perreras, puede ingresar en el tracto de las vías respiratorias.

Por lo general, la bacteria bordetella va acompañada de al menos otro agente infeccioso, que por lo general es un virus. En realidad, la tos de perrera no solo involucra una infección, sino varias infecciones que ocurren al mismo tiempo. Esta es una de las razones por las que a menudo la vacuna contra Bordetella no es efectiva.

La mayoría de los casos de tos de las perreras ocurren en perros con un sistema inmunológico débil, que pasan tiempo en entornos abarrotados con ventilación inadecuada y mucho aire caliente. Algunos ejemplos son las instalaciones de guarderías, tiendas de estéticas y refugios para animales.

Síntomas de una infección de tos de perrera

El síntoma universal de la infección por Bordetella es una tos persistente y fuerte. Los típicos síntomas de la tos de perrera son una tos repentina y seca, estornudos, resoplidos, arcadas, náuseas o vómitos, en respuesta a una presión muy leve en la tráquea, o tos espasmódica, cuando un perro se emociona o hace ejercicio. Si tu perro sano desarrolla repentinamente tos espasmódica, debes considerar que podría tratarse de la tos de perrera.

Asimismo, tu perro podría toser flemas espumosas y blancas, o presentar secreciones nasales u oculares. Ocasionalmente, habrá otros signos de enfermedad, como secreción nasal, estornudos, depresión o fiebre leve.

Los síntomas de infección por lo general aparecen de 2 a 14 días después de la exposición en casos leves de tos de perrera, duran entre 10 y 20 días y pueden reaparecer durante períodos de estrés. En casos leves, los perros continuarán comiendo y mantendrán su estado de alerta. Cuando la afección es más grave, puede haber letargo, pérdida de apetito y, en el peor de los casos, la infección se puede convertir en una neumonía peligrosa.

Los casos graves de tos de perrera ocurren sobre todo en perros inmunodeprimidos o cachorros muy pequeños. No es común que un perro con un sistema inmunológico competente muera por la tos de perrera.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico de la tos de perreras incluye tomar un historial de los síntomas que experimenta el perro, así como cualquier historial del tiempo que pasó en una perrera, fábrica de cachorros, refugio u otra instalación donde se alojan muchos perros.

Pueden realizarse cultivos bacterianos, aislamiento viral y análisis sanguíneo para identificar los patógenos específicos que causan la infección. Algunas veces, se toman radiografías para detectar si hay neumonía o bronquitis.

La mayoría de los casos de tos de perreras se resuelven por sí solos sin intervención médica, por lo que nunca recomiendo que se apresure al veterinario, en especial con antibióticos innecesarios, ya no abordan el componente viral de esta infección. Siempre prefiero dejar que el cuerpo del perro se cure por sí solo de forma natural.

Durante la fase aguda de la enfermedad, recomiendo encarecidamente utilizar un arnés para evitar que el collar del perro agrave la situación, en especial si es propenso a jalar la correa durante las caminatas. También, puedes intentar humidificar el aire para ayudar a reducir o aliviar sus episodios de tos. Me agrada añadir algunas gotas de aceite de lavanda puro en el agua para ayudar a promover el alivio de la garganta.

La recuperación completa de la tos de perrera puede tardar hasta 3 semanas en perros sanos y el doble en pacientes caninos mayores o con enfermedades inmunosupresoras. De igual manera, los cachorros pueden tardar un poco más en recuperarse porque sus sistemas inmunológicos aún no están bien desarrollados.

Dado que un episodio grave de tos de perrera puede provocar neumonía, si tu perro no comienza a mejorar por sí solo en alrededor de una semana, su tos empeora progresivamente, desarrolla fiebre o deja de comer, es muy importante concertar una cita veterinaria.

Asimismo, te recomiendo acudir con tu veterinario si tienes un cachorro con signos diferentes a los típicos síntomas de la tos de las perreras, como un cambio en sus patrones de respiración, dificultad para respirar, pérdida de apetito o nivel de energía más bajo.

Remedios naturales para la tos de perrera

Existen diversos remedios naturales maravillosos que he utilizado durante años para acelerar la recuperación de la tos de perrera y reducir la gravedad de los síntomas.

Esberitox es una equinácea de acción rápida que puede ser muy eficaz para disminuir la virulencia de las infecciones causadas por bordetella

Miel de Manuka

El ajo crudo y hoja de olivo son agentes antibacterianos y antivirales naturales

El olmo resbaladizo puede ayudar a aliviar la sensación de la garganta adolorida e irritada, así como el té Throat Coat

La vitamina C es un antiviral, y la vitamina E apoya al sistema inmunológico

Los aceites esenciales pueden utilizarse para ayudar a un perro con tos de perrera a respirar más fácilmente. Los aceites de eucalipto, lavanda y árbol de té tienen propiedades antibacterianas y antivirales. Estos aceites siempre se deben difundir con agua. Difunde los aceites en una habitación y permite que tu perro salga de la habitación, si lo desea. Nota: ¡Estos aceites esenciales solo son para hogares sin gatos!

Los nosodes homeopáticos para la tos de perrera pueden ser beneficiosos para reducir la gravedad y la duración de la enfermedad, pero dado que requieren receta médica, debes visitar a un veterinario integrador. Si vives en los Estados Unidos, haz clic aquí para encontrar uno que haga citas por telemedicina.

Vacuna contra la bordetella

Muchos veterinarios convencionales recomiendan las vacunas contra la bordetella cada seis meses, pero yo no. El Dr. Ronald Schultz, jefe de inmunología veterinaria, declaró que la Bordetella es una enfermedad para la que no existe una vacuna. La infección es causada por una amplia variedad de agentes bacterianos y virales, y ninguna vacuna puede proteger contra estos ni podrá tratar una infección activa.

Muchas instalaciones para el cuidado de perros, guarderías de mascotas, peluqueros y otros negocios similares requieren que los perros estén vacunados contra la tos de perrera. La razón detrás de este requisito es evitar la responsabilidad de las empresas.

Cuando debo vacunar contra la bordetella a un perro que viajará o estará en una guardería, siempre utilizo la vacuna intranasal. No contiene los adyuvantes fuertes que tiene la versión inyectable, y puede causar pocos o ningún efecto secundario. Y recuerda que tu perro aún podría contraer la infección de la tos de perrera, incluso si recibió la vacuna.

Por lo general, las vacunas contra la bordetella no son eficaces y tampoco evitarán que tu perro padezca tos de perrera. No recomiendo usar las vacunas inyectables contra la tos de perrera, por lo que, si tu perro debe recibir esta vacuna, solicita la opción de gotas nasales.

Además, cualquier protección que la vacuna pueda proporcionar podría disminuir muy rápido, a menudo en menos de un año, lo que significa que tu mascota tendrá que recibir otra cada seis meses, en especial si frecuentas lugares que exigen la vacuna.

Por suerte, los profesionales de mascotas educados, incluyendo muchas instalaciones de alojamiento, peluqueros y guarderías para perros, ahora entienden que la incidencia de la tos de perrera no se minimizará con la vacuna y ofrecen exenciones de responsabilidad como una alternativa a la prueba de una vacuna contra la bordetella ineficaz.