HISTORIA EN BREVE

  • Investigaciones sugieren que el llanto de los perros alarma a sus dueños
  • El lloriqueo de los perros suena más triste para los dueños de mascotas que para las personas que no tienen ninguna, incluso más que el de los gatos
  • Lo mejor es asumir que hay una causa por la que tu perro se queja; por ejemplo, es posible que sienta dolor o incomodidad, estrés o ansiedad, así como frustración, emoción y apaciguamiento
  • Por lo general, los perros se quejan como una respuesta ante el estrés, así que es importante quitar de su entorno los factores que le generen estrés y tomar medidas para que su ansiedad sea mucho menor con ayuda de diversas técnicas de relajación

Por la Dra. Karen Shaw Becker

De acuerdo con un estudio de 2019, que estuvo a cargo de diversos investigadores de la Universidad de Aarhus en Dinamarca, los dueños de mascotas están acostumbrados a los sonidos que hacen los perros cuando buscan atención. Un comunicado de prensa de la universidad reveló que los compañeros caninos les comunican su malestar a las personas con mayor efectividad que los gatos y, de hecho, "... los adultos consideran que el lloriqueo de un perro suena tan triste como el llanto de un bebé humano".

"Tener mascotas se relaciona con una mayor sensibilidad a los sonidos que hacen y es posible que esta sea la razón por la que estamos dispuestos a gastar tanto tiempo y recursos en nuestros compañeros domésticos", dice la autora principal del estudio, Christine Parsons.
"Esto también podría explicar por qué experimentamos satisfacción cuando interactuamos con nuestras mascotas y por qué nuestras emociones se ven afectadas por sus señales de comunicación, ya sean positivas, como los ronroneos, o negativas, como los maullidos o los lloriqueos".

El estudio fue parte de un proyecto para construir una base de datos de sonidos emocionales, cuya intención original era poner a prueba las respuestas instintivas que los padres tienen con sus niños.

Los dueños de mascotas consideran que los perros suenan más tristes que los gatos

Para el estudio, los investigadores evaluaron a más de 500 adultos jóvenes y descubrieron que para los dueños de perros y gatos, los lloriqueos de los perros sonaban más tristes en comparación con las personas que no tienen mascotas. Los maullidos de los gatos sonaban más tristes solo para quienes tenían mascotas de esta especie.

"El resultado sugiere que los perros saben comunicarles su malestar a las personas con mayor efectividad que los gatos y que tener una mascota se relaciona con una mayor sensibilidad emocional a estos sonidos. Tiene sentido que estos sonidos nos conmuevan y que respondamos a ellos, ya que los perros dependen de sus dueños para que los alimenten y los cuiden", asegura Parsons.

La coautora del estudio, Katherine Young, agrega que el cuidado de los perros implica una mayor dedicación que el de los gatos. Por ejemplo, a los perros debes sacarlos a pasear. Además, los investigadores indican que los gatos son semidomesticados y más independientes (incluso más misteriosos) que los perros, quienes se consideran domesticados por completo. Ellos prefieren actuar por sí mismos la mayor parte del tiempo.

"Esta diferencia en la dependencia de los animales puede explicar por qué todas las personas, incluyendo a los dueños de gatos, califican los lloriqueos de los perros como más negativos que los maullidos de los gatos. Quizá los perros pueden manifestar su malestar de forma más efectiva que los gatos", dice Young.

Casi siempre hay una razón por la que un perro lloriquea o se queja

Es importante tener presente que cuando tu perro se comunica contigo, es porque tiene un propósito y tú debes averiguar qué está intentando decirte. El entrenador profesional de perros Pat Miller, que escribió para Whole Dog Journal enumerando varias causas por que los perros se quejan, tales como el dolor o la incomodidad, el estrés o la ansiedad, la frustración, la emoción y el apaciguamiento.

•      Dolor o incomodidad. Es necesario prestarle atención al momento y a la forma en que se queja tu perro para deducir la causa. Por ejemplo, si suele estar feliz en su jaula por la noche, pero comienza a quejarse en las primeras horas de la madrugada y, en especial, si empieza a defecar o a vomitar, es muy probable que tenga un problema digestivo o urinario que requiera atención.

Si tu perro es de edad avanzada y se queja cuando trata de saltar al sofá o al auto, puede tratarse de un problema de artritis u otra afección que limita su movilidad y le causa molestias.

Por regla general, si tu perro comienza a lloriquear en situaciones normales, cotidianas o en momentos inesperados del día o de la noche, una visita a tu veterinario es lo mejor para investigar si existe una afección médica subyacente que le provoque dolor e incomodidad.

•      Estrés y ansiedad. Como señala Miller, "cualquier cosa que le provoque miedo [a tu perro] puede hacer que se queje y algunas razas parecen tener una predisposición genética a hacerlo".

Si tu compañero peludo llora cuando te preparas para salir de casa, puede tener ansiedad por separación, que es un problema cada vez más común en los perros. Miller ofrece las siguientes sugerencias para lidiar con los lloriqueos relacionados con la ansiedad:

"Para ayudarlo a que su ansiedad sea menor, y por ende se queje menos, elabora una lista de las cosas que le causan miedo o estrés y elije dos o tres para empezar a utilizar técnicas de contracondicionamiento; es decir, cambiar lo que siente ante esas cosas y que ya no le produzcan esas emociones negativas.
Cuando logres quitar un factor estresante de la lista, comienza a trabajar en otro hasta que hayas hecho lo suficiente para que los lloriqueos dejen de ser un problema.
Además, es posible reducir los lloriqueos por ansiedad, y de otros tipos, mediante el uso de varias técnicas y protocolos que ayudan a nuestros perros a estar tranquilos" (Más información a continuación).

•      Frustración. Miller también se refiere a esta vocalización como el "lloriqueo de petición" debido a que, en la mayoría de los casos, los perros se frustran cuando no obtienen lo que desean. La mejor manera de frenar este tipo de lloriqueo es observar cuándo ocurre, y entonces, darle a tu perro lo que necesita antes de que empiece a quejarse u ofrecerle una distracción como un juguete dispensador de alimentos.

Ahora, esto aplica cuando tu perro solicita algo razonable, como su paseo matutino, su sesión de juego por la tarde o alguna otra actividad divertida que forme parte de su rutina diaria. Pero, si tu mascota llora porque quiere que le des un poco de tu vino o de tu galleta con chispas de chocolate, se trata de algo muy distinto.

En ese caso, tu perro se queja porque quiere algo que no le hace bien. Lo más probable es que lo hayas consentido mucho, así que, en lugar de darle todo lo que quiere, debes esforzarte para que deje de esperar obtenerlo.

•      Emoción. Como señala Miller, "algunos perros lloran solo porque están tan contentos que apenas pueden contenerse". Por lo general, los perros manifiestan este tipo de lloriqueo antes de una aventura, que para ellos puede ser un paseo en auto, sin correa o incluso alrededor de la cuadra. Los lloriqueos de emoción son algo que deberíamos aceptar, e incluso, agradecer.

•      Apaciguamiento. Este tipo de lloriqueo es poco común y, según Miller, ocurre en las interacciones sociales entre perros. Dice que en este caso "es una comunicación saludable y no debes interferir".

10 consejos para ayudar a un perro con ansiedad

No importa cuál sea el motivo de las vocalizaciones, a la mayoría de los perros les ayuda experimentar el menor estrés posible a lo largo de su vida.

  1. Cuando tu perro se quede solo en casa, déjale una prenda de vestir o una manta que tenga tu aroma. También déjale un juguete como regalo para que se concentre en tu ausencia. Coloca pequeños bocadillos y juguetes alrededor de la casa para que los encuentre.
  2. Coloca una mezcla de esencia de flores, como Aldaron's Very Scary Things, en su agua potable, en su tapete para lamer o en un difusor. Y pon un poco de música relajante antes de irte. Si adoptaste un perro que pudo haber tenido una vida difícil, te recomiendo un programa llamado ‘A Sound Beginning’, que está diseñado para ayudar a los perros rescatados y padres adoptivos a aprender a comunicarse de manera efectiva y formar un vínculo duradero.
  3. Invierte en un collar o difusor Adaptil para tu perro. Estos productos liberan una feromona diseñada para calmar a los perros.
  4. Asegúrate de que haga mucho ejercicio (como una carrera completa de 40 minutos antes de quedarse solo todo el día), tiempo de juego, estimulación mental y TLC. Si planeas su vida cuando esté contigo, estará más tranquilo cuando no estés.
  5. También, puedes reproducir música tranquila y relajante antes de que ocurra un posible episodio de estrés. Eso podría relajar a tu perro y brindar la ventaja adicional de atenuar los ruidos molestos.
  6. Si tu perro responde a la presión aplicada sobre su cuerpo de manera adecuada, existen unos chalecos disponibles (chalecos Thundershirt o TTouch) que han sido de gran utilidad para muchos veterinarios y personas.
  7. Ttouch es una técnica de masaje específica que puede ayudar a tratar las mascotas con ansiedad.
  8. Consulta a tu veterinario integral sobre los nutracéuticos calmantes, o busca mezclas de hierbas para mascotas que incluyan albahaca sagrada, l-teanina, rodiola, Bacopa, ashwagandha y manzanilla.      
  9. El aceite esencial de lavanda también puede reducir la respuesta ante el estrés. Recomiendo diluir en agua un poco de aceite de lavanda orgánico y 100 % puro antes de que se presente un factor estresante, esto generará un efecto calmante en general. También existen algunas mezclas de aceites que son específicos para relajar a los animales. Asegúrate de que tu amigo peludo tenga la oportunidad de salir de una habitación en la que hayas colocado un difusor.
  10. Si la ansiedad de tu perro parece empeorar en lugar de mejorar, considera implementar un enfoque individualizado para controlar su estrés en el que le permitas elegir el recurso que le ayude a relajarse; para ello, sería útil aplicar la zoofarmacognosia (técnicas de autocuración que proporciona un profesional capacitado) y complementar con un entrenamiento de cambio de conducta fear-free(sin miedo). Un etólogo veterinario puede brindarte asesoría especializada, y algunos ofrecen teleconsultas.