HISTORIA EN BREVE

  • Incluso los dueños de mascotas con las mejores intenciones cometen errores en su cuidado de vez en cuando; en ocasiones, hacemos cosas que ni siquiera consideramos errores
  • Es importante identificar qué cosas hacemos (o no hacemos) que pueden causar daño físico o emocional a los miembros peludos de nuestras familias
  • Algunos errores que suelen cometer los dueños de mascotas incluyen adoptarlas por impulso, sin analizar si es buena idea; no procurar que socialicen y reciban entrenamiento; no asegurarse de que hagan el ejercicio necesario; y, darles alimentos de mala calidad o en cantidades excesivas

Por la Dra. Karen Shaw Becker

El día de ayer propuse una lista de 10 maneras de ayudar a los miembros peludos de la familia a tener una vida longeva y saludable. Hoy quiero hablar sobre 10 errores comunes que cometen los dueños de mascotas (una lista de lo que no se debe hacer) porque, aunque traten de elegir y cuidar bien de su mascota, es posible que se equivoquen.

¡A veces, hay cosas que ni siquiera consideramos como errores! No obstante, es importante identificar qué cosas hacemos (o no hacemos) que pueden perjudicar a nuestros queridos animales de compañía.

10 errores comunes en la crianza de mascotas

1. No investigar lo suficiente antes de elegir una mascota. Asumir la responsabilidad de cuidar a una criatura dependiente no es algo que debas hacer por capricho. Es una decisión que requiere una cuidadosa reflexión, planificación y preparación.

Es fundamental que investigues un poco sobre qué razas son las más adecuadas para tu nivel de actividad y estilo de vida, en especial si es la primera vez que adoptas una mascota. Antes de elegir un nuevo miembro para tu familia, consulta a los empleados del refugio que tengan el conocimiento para orientarte sobre qué tipo de mascota es la mejor opción para ti, sobre todo, en lo que respecta a su temperamento.

Sigue su guía, tu mente y tu corazón para tomar la mejor decisión tanto para ti como para tu futura mascota.

2. Comprarla en línea o en una tienda de mascotas. Evita comprar alguno de esos adorables cachorros o gatitos de raza pura que se venden en los centros comerciales, o que se comercializan de forma ilícita en sitios web o detrás de un camión en el estacionamiento de un supermercado. No contribuyas al negocio de criadores poco éticos y a las fábricas de cachorros, por más lindos que te parezcan los animalitos o cuánto pienses que te necesitan.

Si anhelas comprar un cachorro o un gatito de raza pura, intenta acudir a un criador local de buena reputación que practique una reproducción ética. Asegúrate de verificar sus antecedentes y referencias. Revisa el contrato de venta de forma cuidadosa. Lo mejor es acudir a las instalaciones del criador, siempre que sea posible. Debes conocer las condiciones de nacimiento y crianza de tu futura mascota. También hay refugios donde puedes encontrar mascotas de raza pura.

3. Esperar demasiado para dejarla socializar. Lo ideal es que la socialización de cachorros y gatitos ocurra de las 3 a las 14 semanas en el caso de los cachorros y de las 3 a las 9 semanas en el caso de los gatitos. Ese es el período de su desarrollo en el que tienen una mayor disposición a explorar nuevos entornos y estímulos. Los animales jóvenes deben tener una variedad pertinente de oportunidades de socialización alrededor de las 10 semanas, de lo contrario, pueden desarrollar miedo a lo desconocido.

Las mascotas que no socializan como debe de ser durante sus primeros 3 meses de vida, tienen un riesgo mucho mayor de desarrollar problemas de comportamiento como agresión, miedo y evasión. Por desgracia, los refugios y centros de rescate de todo el país están llenos de animales que sufren diversos problemas debido a que no experimentaron una socialización temprana.

Lo idóneo es que socialicen durante el período de sensibilidad (cuando tienen unas cuantas semanas de vida); sin embargo, la socialización no termina cuando alcanzan las 12 semanas. Es importante que tengan oportunidades de hacerlo todos los días durante su primer año de vida y que las sigan reforzando a lo largo del tiempo

De igual forma, es posible que adoptes una mascota de mayor edad y que desconozcas sus antecedentes de socialización. Si ese es el caso, debes saber que aún puedes brindarle experiencias nuevas, pero tal vez sea necesario que lo hagas de manera gradual y que respetes su carácter; de esta manera, la ayudarás a sentirse segura antes de seguir avanzando en el proceso.

Si ves que tu mascota se angustia con experiencias ordinarias o cuando interactúa con personas o animales que no conoce, busca la ayuda de un entrenador de animales que no recurre al maltrato, en especial si sospechas que sufrió maltrato o no tuvo una socialización apropiada.

4. No ser consistente en el entrenamiento. Para obtener buenos resultados, es muy importante que siempre uses las mismas palabras para entrenar a tu mascota. Repite el mismo comando para la conducta específica que desees reforzar y asegúrate de que los demás miembros de la familia también lo hagan.

Por ejemplo, si tu perro tiene la costumbre de saltar sobre las personas, escoge un comando de una palabra como "abajo" y no lo cambies. Evita decirle "abajo" algunas veces y cambiarlo por "vete", "no", o "perro malo" cuando te sientas muy frustrado.

También es imperativo que seas constante en lo que le pidas. Si no quieres que se suba al sofá, sé consistente en impedírselo. No lo dejes hacerlo algunas veces ni de vez cuando. No es malo ponerle límites razonables, pero sí lo es causarle confusión al cambiar con frecuencia las reglas que esperas que siga.

5. Darle más castigos que elogios. Por fortuna, la mayoría de los dueños y entrenadores de mascotas informados saben que el entrenamiento conductual de refuerzo positivo es el enfoque más efectivo y humano para entrenar a los animales de compañía.

Los estudios demuestran que las mascotas que han recibido un entrenamiento a base de castigos no son más obedientes que las que se han sometido a otros tipos de entrenamiento. Además, dichas mascotas presentan más comportamientos que podrían ser problemáticos.

Un buen entrenamiento consiste en preparar a la mascota para que logre comportarse de manera apropiada y, para ello, es necesario que le des una recompensa constante cada vez que lo consiga y que evites cualquier riesgo de que se equivoque, en la medida de lo posible. Una estrategia excelente para no perder el rumbo es considerar que los errores son culpa tuya, no de tu mascota, y cuando sucedan, lo único que debes hacer es reforzar tu compromiso de ayudarla a avanzar en su entrenamiento.

6. No darse cuenta de que se siente aburrida. La mayoría de los perros tienen una "mentalidad de trabajo" muy marcada. Hoy en día, los perros se sienten como si estuvieran desempleados porque no les damos "trabajos" interesantes y entretenidos. El aburrimiento es un problema que afecta, sobre todo, a los perros que se quedan solos durante períodos muy extensos. Cuando un perro se aburre, es posible que desarrolle conductas molestas o destructivas, tales como morder los muebles o arrancar pedazos de la alfombra.

La mejor manera de evitar que se aburra es que haga mucho, mucho ejercicio. Los perros que hacen el ejercicio suficiente todos los días, no suelen aburrirse. Mi lema es: "Un perro cansado es un buen perro". Es muy importante que salga a pasear todos los días. Otras actividades que pueden ser de gran ayuda incluyen hacer senderismo, trotar, nadar y jugar con una pelota o con un frisbee. El entrenamiento de obediencia, el trabajo de olfato, y los juguetes interactivos también son excelentes para que se enfrente a desafíos de manera constante y mantenga su agudeza mental.

Los gatos de interior se enfrentan a menos peligros y suelen tener un mejor estado de salud que los que viven al aire libre; sin embargo, permanecer en un espacio cerrado no es algo natural para ellos. Hay muchas cosas que puedes hacer para enriquecer el entorno de tu gatito, y una de ellas es reservar tiempo para algunas sesiones breves de juego todos los días.

Tal vez tengas la fortuna de contar con un espacio cercado al aire libre que sea seguro e impida el acceso de intrusos; si es así, es probable que tu gatito disfrute mucho estar afuera cuando hace buen tiempo. También podrías considerar un entrenamiento con arnés y correa para brindarle un poco de estimulación sensorial adicional.

7. No aprovechar las oportunidades que se te presenten para moldear su comportamiento. Por lo general, hay muchos momentos a lo largo del día en los que puedes pedirle que haga algo que mejore sus habilidades de obediencia, te permita elogiarlo y recompensarlo, y fortalecer el vínculo que tiene contigo.

Por ejemplo, puedes pedirle a tu perro que se siente antes de abrir la puerta para recibir a un visitante. Cuando salgan a pasear, pídele que se quede sentado si se acerca un vecino u otro perro. Cuando estés preparando sus comidas, pídele que se acueste y que permanezca en su cama o a varios metros de distancia. Asegúrate de elogiarlo cada vez que se comporte de acuerdo a lo esperado y dale un premio de manera ocasional para reforzar el comportamiento.

Al contrario de lo que se cree, la mayoría de los gatos pueden ser adiestrados (y algunas razas destacan en el entrenamiento). Existen diversas conductas muy beneficiosas para los gatitos, no solo en casos de emergencia, sino también para enriquecer su vida cotidiana, así que es buena idea que consideres enseñárselas. Tres de ellas son: usar una superficie específica para arañar, sentirse cómodo en una jaula y acudir cuando lo llaman.

Cuando te enfoques en aprovechar cualquier momento para enseñarle algo cada día, verás la gran cantidad de oportunidades que has dejado pasar.

8. Darle alimentos ultraprocesados. Sin duda alguna, lo más importante para garantizar su salud y bienestar general es darle una alimentación óptima en nutrientes, a base de alimentos frescos, ya sea crudos o poco cocidos, disponibles en el mercado o elaborados en casa.

Comer la misma comida todos los días, o no consumir nada más que alimentos procesados, no es lo ideal para tener una buena salud a largo plazo. Busca la manera de diversificar el microbioma de tu amigo peludo; por ejemplo, puedes cambiar los premios altamente procesados por frutas y verduras frescas que hayas puesto en el refrigerador.

Dale la cantidad de alimentos frescos y reales que no afecte tu presupuesto; de esta manera, lograrás que consuma menos ingredientes artificiales, conservadores, carbohidratos altamente refinados y productos finales de glicación avanzada, los cuales aceleran el envejecimiento, dañan los tejidos y se producen durante las técnicas de procesamiento de alimentos ultraprocesados para mascotas.

9. Dejar que gane demasiado peso. No tomar las medidas necesarias para evitar que desarrolle sobrepeso es una de las peores cosas que puedes hacer. El exceso de grasa acabará con la salud de tu mascota de adentro hacia afuera y acortará su vida aún más.

Lo que debes hacer es evitar que consuma croquetas, premios procesados o más alimento del que necesita, así como procurar que haga suficiente ejercicio desde el primer momento que llegue a su nuevo hogar. No seas otro de los dueños de mascotas que hacen todo mal en nombre del "amor".

Da clic aquí para descubrir cómo se ven los perros y gatos que tienen un peso saludable y cómo calcular la cantidad de calorías diarias que deben consumir.

10. No darle el cuidado adecuado a sus dientes ni uñas. Es fundamental que cepilles sus dientes varias veces a la semana, si es que no puedes hacerlo a diario. La mayoría de las mascotas mayores de 3 años tienen algún grado de enfermedad de las encías que solo empeora con el tiempo. Los problemas dentales y de las encías no solo causan mucho dolor, sino que también pueden desencadenar otros problemas de salud y hacerte gastar mucho dinero.

De igual manera, es indispensable que recortes las uñas de tu perro o gato con regularidad, y que este procedimiento sea una parte de su rutina de salud que le genere el menor estrés posible. La frecuencia depende de qué tan rápido crezcan y de cuánto tiempo pase en superficies que las limen de manera natural.

En caso de que se te dificulte mucho hacerlo por tu cuenta, considera agendar citas recurrentes con un peluquero o veterinario que no aplique castigos, para que te ayude con el procedimiento. Las mascotas, en especial los perros, desarrollan problemas graves en las patas y los dedos con mucha frecuencia, y esto se debe a que las uñas se dejan crecer más de la cuenta.