📝    HISTORIA EN BREVE

  • La mayoría de los dueños de perros se sienten incómodos cuando su mascota debe recibir anestesia general durante un procedimiento veterinario
  • Existen protocolos de anestesia establecidos que se aplican a todos los perros; sin embargo, ciertas razas requieren un manejo especial para que se les anestesie de manera segura
  • Los perros braquicefálicos (de hocico corto), los lebreles, las razas de pastoreo y las razas toy y gigantes son algunas de las que requieren cuidados especializados durante los procedimientos veterinarios que requieren anestesia

🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker

Para muchas personas, hay pocas cosas que les ocasionan tanta ansiedad como la idea de percibir a su perro "quedándose dormido", debido a la anestesia general durante algún procedimiento veterinario.

Mientras que la anestesia local se usa para sedar una parte específica del cuerpo, la anestesia general deja al paciente inconsciente. Para muchos de nosotros la imagen mental de nuestra mascota indefensa e inconsciente resulta perturbadora.

No obstante, la anestesia general es necesaria para la medicina veterinaria también, esto debido a que:

  • Ayuda a relajar los músculos del cuerpo de tu mascota.
  • Elimina su reflejo de luchar contra el procedimiento.
  • Disipa la sensación de dolor durante el procedimiento.

La buena noticia es que, cuando se trata de agentes analgésicos, la medicina veterinaria ha evolucionado mucho en los últimos años. Ahora se pude interactuar mucho con la mayoría de las anestesias que se administran en las clínicas veterinarias.

No todos los perros son iguales mientras están bajo el efecto de la anestesia

Todos los perros, desde el más pequeño hasta el más grande, descienden de los lobos y tienen una fisiología muy similar. Pero, cuando se trata de anestesia, sus necesidades son diferentes.

Las diferencias genéticas entre razas, así como las diferentes anatomías, influyen mucho en la dosis de anestesia que se requiere. Por ejemplo, las razas braquicéfalas (con rostros planos como el boxer), tienen mayor riesgo de obstrucción en las vías respiratorias que los perros con hocicos más largos.

Hay ciertas razas que responden mejor a la anestesia, lo que significa que necesitan una dosis menor para producir el efecto deseado, lo que puede incrementar el riesgo de sobredosis. Por otro lado, hay ciertas razas que tardan mucho más en recuperarse de la anestesia.

Otro grupo de alto riesgo son las mascotas con enfermedades del corazón, así que si tu mascota tiene (o sospechas que tiene) algún problema en el corazón, ya sea adquirido o congénito, consulta a un especialista en cardiología veterinaria antes de realizarle algún procedimiento que requiera anestesia.

Las razas con mayor riesgo de trastornos metabólicos también pueden reaccionar muy mal a la anestesia.

Las mascotas con diabetes, hipotiroidismo, enfermedades de Cushing y Addison (enfermedad suprarrenal, en ambos extremos del espectro), obesidad y problemas en el hígado o los riñones, también requieren una consideración especial al momento de calcular la dosis de medicamentos preanestésicos, la carga de líquidos, así como el tipo y cantidad de anestesia durante la cirugía.

Pautas de anestesia general para perros

Existen ciertos protocolos que se aplican a todos los perros que requieren anestesia. Algunos de ellos son:

  • Evaluación y preparación del paciente antes de la anestesia. El objetivo de la evaluación preanestésica es identificar los factores de riesgo individuales que podrían influir en la capacidad del paciente para tolerar la anestesia. Algunos de esos aspectos son el estado físico, la edad, la raza y el temperamento del perro.

    La preparación del paciente consiste en preparar al animal para la anestesia, lo que incluye la administración de medicamentos y los requisitos de ayuno.
  • Premedicación. Esto ocurre una hora antes de la intervención y consiste en administrar sedantes y analgésicos de forma preventiva para reducir la cantidad necesaria de medicamentos de inducción y anestesia de mantenimiento, lo cual también relaja a los pacientes.

    Si el animal se muestra inquieto, irritable o nervioso, el catéter intravenoso se coloca después de administrar la premedicación, lo que permite insertar el catéter de una manera menos estresante.
  • Medicamentos de inducción. Estos medicamentos, que suelen administrarse por vía intravenosa en el catéter, hacen que los animales pasen de la conciencia a la inconsciencia en poco tiempo y permiten colocar el tubo endotraqueal que se utilizará para mantener la anestesia.

    El mantenimiento de la anestesia, tras la inducción, suele realizarse con un anestésico gaseoso volátil como el isoflurano o el sevoflurano, y para ello también se utiliza el tubo endotraqueal. También se pueden utilizar agentes de bloqueo nervioso local y administrar diversos medicamentos por vía intravenosa para controlar el dolor.
  • Monitoreo durante la anestesia. Mientras el paciente está inconsciente, se monitorea la frecuencia cardíaca, la respiración, la temperatura, la presión arterial y las funciones del sistema nervioso central para que la profundidad de la anestesia y el entorno quirúrgico puedan ajustarse según sea necesario.

    Durante y después del procedimiento, debe disponerse de medicamentos y equipos de emergencia, así como de un plan de acción para su uso, además de acceso IV y agentes para mantener el volumen sanguíneo en circulación.
  • Monitoreo durante la recuperación. Durante todo el periodo de recuperación, el personal veterinario con formación en la detección de problemas de recuperación de la anestesia debe vigilar al paciente. Es necesario hacer esto junto con el control de la temperatura corporal y el nivel de sedación, así como la administración de medicamentos adecuados para controlar el dolor.

Protocolos de anestesia específicos para cada raza

El veterinario y su personal deben estar al tanto de las reacciones de las diferentes razas, así como de las complicaciones y deberían de tomar las precauciones necesarias antes y durante la anestesia. Si tu perro pertenece a cualquiera de los siguientes grupos, entonces deberás estar más alerta:

Razas braquicefálicas

La mayoría de ellas (por ejemplo, los bulldogs, pugs, boxers, boston terriers, shih tzus, así como los gatos de cara chata) tienen cierto grado de síndrome obstructivo respiratorio branquicefálico. La tensión en sus vías respiratorias debido a la anestesia puede causar una mayor contracción de las vías respiratorias y obstruirlas.

A las mascotas branquicefálicas se les debe de monitorear de cerca desde antes de medicarlos y hasta el momento de la desintubación.No se debe desintubar (quitar tubo endotraqueal) hasta que la mascota esté despierta, alerta y pueda deglutir. Quitar el tubo mientras está aletargado por la anestesia incrementa el riesgo de una obstrucción de las vías respiratorias superiores.

A los perros branquicefálicos se les debe de monitorear durante todo el período de recuperación.Un perro de cara chata tarda solo unos segundos en tener problemas graves mientras se recupera de la anestesia. A menudo, a las razas branquicefálicas se les deja por más tiempo el tubo endotraqueal, comparado con las razas de hocicos alargados.

Resulta lamentable, pero muchos de estos perritos tienen sobrepeso u obesidad y requieren de un suministro de ventilación asistida mientras están anestesiados. Entonces, la mejor forma de reducir los riesgos de la anestesia (y mejorar su calidad de vida en general) es mantener a tu mascota con un peso saludable.

Lebreles

El galgo, lebrel, galgo italiano, sabueso afgano, borzoi, perro lobo irlandés y el saluki son ejemplos de lebreles. Estas razas, en específico los galgos, metabolizan los medicamentos de forma diferente a otras razas.

Los tejidos grasos absorben una gran cantidad de medicamentos analgésicos. Dado que los lebreles tienden a ser mucho más delgados y más musculosos que otras razas, la falta de tejido graso puede limitar la absorción de analgésicos. Esto significa que una mayor cantidad del medicamento está circulando en el torrente sanguíneo, lo que explica por qué muchos lebreles toleran mejor las dosis más bajas.

Antes de cualquier procedimiento que requiera anestesia, los lebreles deben someterse a pruebas para detectar anomalías cardíacas como la miocardiopatía dilatada. Otras consideraciones para estas razas:

  • Suelen experimentar el "efecto bata blanca" (estrés relacionado con la hospitalización).
  • A diferencia de otros perros, metabolizan más lento los medicamentos y, en ocasiones, tardan más en recuperarse. La recuperación prolongada es el resultado de la deficiencia de una enzima hepática específica.
  • Tienen un riesgo más alto de lo normal de hiper o hipotermia mientras están anestesiados porque solo tienen cerca de la mitad de la grasa corporal en comparación con otros perros. Si se calientan demasiado o muy poco, los problemas se producen más rápido.

Razas de pastoreo

Los perros pastores como el collie, el border collie, el pastor australiano y el pastor de Shetland suelen tener una mutación en el gen ABCB1 (MDR1 para la “resistencia a múltiples medicamentos”), lo que provoca que ciertos medicamentos se acumulen en el cerebro, incluyendo algunos agentes analgésicos. Sin la dosificación y el control adecuados, la dosis podría ser alta y podrían experimentar una crisis respiratoria.

Razas toy

Cuanto más pequeño sea el animal, mayor será el riesgo al suministrar cualquier medicamento, y esto incluye la anestesia. Los perros pequeños deben pesarse con el fin de determinar la dosis adecuada de anestesia según su tamaño. Es muy importante supervisarlos bien durante todo el procedimiento (esto aplica para todos los pacientes, pero sobre todo para los más pequeños) y hacer un seguimiento de su presión arterial.

Los perros de razas pequeñas suelen tener una temperatura corporal baja, así que es importante hacerlos entrar en calor con la ayuda de aparatos térmicos apropiados, durante todo el procedimiento y hasta que se recuperen. También se recomienda que se entibien los líquidos que se administran por vía intravenosa, en lugar de administrarlos fríos o a temperatura ambiente. Se debe de monitorear la temperatura corporal de manera recurrente.

Con frecuencia muchos perros pequeños son hipoglucémicos (presentan baja de azúcar), así que podría ser bueno el agregar dextrosa a los líquidos intravenosos. Y, es importante que los niveles de azúcar se monitoreen antes, durante y después del procedimiento.

Razas gigantes

Parecería lógico que los perros como el gran danés, necesiten mayores dosis de anestesia; sin embargo, estos perros suelen responder bien (es decir, responden rápido) a las dosis normales.

Es importante que las dosis se basen en su masa corporal, y no en su peso. Además, las razas gigantes envejecen más rápido que las pequeñas, por lo que también se debe considerar su edad al momento de determinar la dosis de la anestesia.

Doberman

Esta raza tiene una variación genética que puede causar la enfermedad de von Willebrand, un problema con la coagulación de la sangre. Siempre se les debe hacer una valoración previa, antes de cualquier cirugía. Si notas signos de von Willebrand en tu perro, es importante que le administren los medicamentos adecuados antes de realizarle un procedimiento quirúrgico.

Además, hay mucha controversia sobre el uso de medicamentos AINE (antiinflamatorios no esteroideos) en estos perros que tienen von Willebrand, por lo que te recomiendo que consideres otro tipo de analgésico. Los dóberman también tienen predisposición a desarrollar enfermedades cardíacas (cardiomiopatía), al igual que otras razas, incluidos los boxers, cocker spaniels, grandes daneses y lobos irlandeses.

Estas razas deben someterse a un electrocardiograma antes de administrarles cualquier tipo de anestesia, y deben mantenerse bajo supervisión mientras están bajo anestesia y durante su recuperación.

Los protocolos de anestesia deben personalizarse para cada mascota

Además de todas estas diferencias según la raza, es muy importante que tu veterinario cree un protocolo de anestesia que cumpla con las necesidades individuales de tu mascota.

Siempre que se realice el examen preoperatorio adecuado y se monitoree de manera adecuada a la mascota, comenzando con la premedicación y finalizando con la desintubación en el momento oportuno, la anestesia puede ser segura para cualquier raza de perro. Es muy importante que acudas a un veterinario que conozca e implemente todos estas estrategias, recuerda que la salud y bienestar de tu mascota están en tus manos. ¡Y no dudes en hacer todas las preguntas que se te ocurran!


🔍 Fuentes y referencias