📝    HISTORIA EN BREVE

  • La cola de tu mascota puede sufrir muchas lesiones diferentes, pero este tipo de problemas son más comunes en perros que en gatos
  • Este tipo de lesiones varía mucho, pueden ser desde un simple pisotón hasta un traumatismo muy grave que causa una hemorragia o daño en los nervios
  • Algunas de las lesiones en la cola de las mascotas incluyen raspones, fracturas, daño a los nervios (temporal o permanente), síndrome de la "cola feliz" y síndrome de la "cola fría"

🩺 Por la Dra. Karen Shaw Becker

Aunque no lo creas, la cola de tu mascota es muy sensible y puede sufrir muchas lesiones diferentes. Y la verdad es que puede ser una experiencia bastante aterradora. La cola es propensa a lesiones porque es una parte del cuerpo que se encuentra en constante movimiento, sin nada que la proteja.

Aunque este tipo de lesiones son más comunes en perros que en gatos, eso no significa que un gato no pueda lastimarse la cola.

Las lesiones en la cola pueden ir desde un simple pellizco, como cuando alguien la pisa por accidente, hasta ser un problema muy grave, que involucra mucha sangre o daño nervioso.

De hecho, este tipo de lesiones pueden ser tan dolorosas, que tu perro podría aullar de una forma desgarradora a causa del dolor. En algunos casos, la cola se cae, lo que también es bastante aterrador, sobre todo si tu perro es de los que mueve la cola de un lado a otro para expresar sus emociones.

Información básica sobre la cola de las mascotas

La cola en realidad es una extensión de la columna, solo que es más flexible y tiene mayor movilidad. Está unida al sacro, que es un hueso en la base de la columna.

Además, tiene huesos que se conocen como vértebras caudales o coccígeas que se van haciendo más pequeños a lo largo de la cola. También tienen articulaciones y discos pequeños entre cada hueso para ayudarlos a amortiguar mejor.

A lo largo de la cola, también hay vasos sanguíneos y nervios, al igual que músculos que controlan su movimiento y participan en el proceso de defecación tanto de perros como de gatos.

Raspones en la cola

Los gatos y perros que deambulan con libertad tienen mayor riesgo de rasparse la cola y perder pelaje durante los meses de invierno, ya que suelen buscar calor en el motor de los carros estacionados.

Cuando el dueño del coche sale, se sube y lo prende, el animal trata de salir lo más rápido posible, por lo que termina con una lesión o fractura en la cola. Por eso, recomiendo que durante los meses de invierno, golpees un poco el cofre del coche antes de subirte y prenderlo.

De ese modo, cualquier animal que esté dentro tendrá tiempo de salir antes de que enciendas el motor.

Si notas algún tipo de raspón en la cola de tu mascota, programa una cita con el veterinario. Si tiene mucha sangre, la piel muy lastimada o se le cae mucho pelaje, es probable que debas llevarlo a una clínica de emergencia, en especial si no puedes detener el sangrado.

Cuando la piel está muy lastimada, puede tardar mucho en sanar, y sentirá dolor hasta que la piel sane por completo o el pelaje vuelva a crecer.

Fracturas en la cola

Las fracturas en la cola de las mascotas casi siempre se relacionan con algún tipo de traumatismo. Por ejemplo, cuando los atropellan, se les atora la cola al cerrar la puerta, los pisan, cuando se cae de la cama o del sillón e incluso si cae mal cuando salta.

La buena noticia es que una simple fractura en el extremo de la cola suele curarse por sí sola, sin necesidad de yeso, ni cirugía. Si la fractura es muy grave, en muy raras ocasiones es necesario amputarla.

Después de que la cola sane, podría aparecer una protuberancia en el lugar de la fractura. Muchas veces, el área queda sensible, lo que notarás de inmediato si acaricias su cola. En estos casos, tu mascota tratará de proteger el área, que es una señal de que no debes tocarla.

Daño en los nervios de la cola

El daño en los nervios de la cola de un perro o gato puede relacionarse con algún tipo de jalón. Esto se conoce como fractura por avulsión y puede afectar los nervios y músculos que mueven la cola y controlan los procesos de micción y defecación.

La función nerviosa puede regresar con el tiempo, pero mientras eso sucede, tu mascota podría requerir de un poco de ayuda para hacer sus necesidades. Si tu mascota no puede mover la cola o presenta problemas para orinar o defecar, consulta a tu veterinario.

Síndrome de la cola feliz

El síndrome de la cola feliz es un apodo irónico para un problema de salud muy desagradable que se observa con mayor frecuencia en perros grandes con colas largas y delgadas que las agitan de una forma tan violenta que pueden terminar con una lesión grave.

Las vértebras caudales de la cola de tu perro se componen de entre 5 a 20 huesos pequeños. Cuando estos pequeños huesos se unen con los vasos sanguíneos, lo único que los protege es una delgada capa de piel y pelaje, por lo que si recibe un golpe muy fuerte puede terminar con el síndrome de cola feliz.

La fuerza con la que un perro grande puede mover la cola, mientras golpea superficies duras una y otra vez o durante un período prolongado de tiempo, puede causar daños graves, sobre todo en la punta. La piel que rodea la punta de la cola puede empezar a sangrar a causa de los golpes y, si esto ocurre una y otra vez, la lesión de la cola se puede convertir en una úlcera que sangra y no cicatriza.

Es importante que, si tu perro tiene heridas o cortadas por golpearse contra superficies duras o con esquinas filosas, consultes a tu veterinario porque podría necesitar vendaje o suturas. Además, estas heridas pueden infectarse. Vendar la cola podría ayudar a que sane y evitar más lesiones.

Síndrome de la cola fría

El síndrome de la cola fría también se conoce como cola flexible, cola de nadador y cola muerta. Es un problema de salud que se considera más común en razas de perros deportistas como el labrador y el golden retriever.

El síndrome de la cola fría es muy doloroso y provoca que la cola se caiga (quede colgada) y no pueda moverse. Aunque en ocasiones, se mantiene en un ángulo horizontal de 7.5 a 10 centímetros (3 o 4 pulgadas) y luego se cae. Este trastorno aparece muy rápido y provoca mucho dolor, en especial cuando alguien trata de acariciar alguna parte de su cola.

Por suerte, el dolor es el único síntoma, ya que es un trastorno benigno que se cura por si solo en cuestión de días o hasta en una semana.

El síndrome de la cola fría suele ocurrir después de nadar, pero también puede suceder después de un día de ejercicio intenso, como cazar o hacer otras actividades al aire libre. Cualquier actividad en la que tu perro utilice mucho su cola puede provocar este trastorno.

Si tu perro tiene este problema, podría parecer que su cola está fracturada, pero el daño no se produce en los huesos, sino en los músculos. Es una lesión muscular que suele producirse cuando la cola hace un esfuerzo excesivo.

Tener la cola caída también es una señal de fractura, una lesión de la médula espinal u otro problema de salud. En el caso de la cola fría, el problema aparece de forma repentina, la cola del perro está bien y después de nadar o hacer ejercicio intenso, se cae. Entonces, la aparición repentina es lo que te ayudará a diferenciar este problema de otros, y saber que se trata de un trastorno muscular que es temporal.

En términos generales, el síndrome de la cola fría se resuelve por sí solo en casi una semana. Pero, si tu perro tiene mucho dolor, te recomiendo aplicarle terapia láser para que se recupere más rápido, así como una terapia proteolítica enzimática para disminuir las molestias. El acónito y el árnica también son excelentes remedios para acelerar la curación de estas lesiones.