HISTORIA EN BREVE

  • Una importante publicación veterinaria incluyó un artículo que habla sobre el uso (inadecuado) de antibióticos para tratar a las mascotas con diarrea y sugiere alternativas no tóxicas
  • Por suerte, cada vez existen más veterinarios que comprueban que, por lo general, los antibióticos no ayudan y a menudo agravan los episodios crónicos o repetidos de diarrea aguda en animales sanos
  • Existen muchos enfoques no farmacológicos diferentes para tratar la diarrea, incluida la introducción de fuentes de alimentos enteros de prebióticos y fibra, y el trasplante de microbioma fecal (FMT, por sus siglas en inglés)
  • Con base en mi experiencia, el primer paso más eficaz y con una probabilidad mayor de proporcionar una resolución a largo plazo a pacientes sanos con diarrea es abordar su alimentación

Por la Dra. Karen Shaw Becker

No hace mucho tiempo me encontré con un artículo de AVMA (American Veterinary Medical Association) News que espero sea el comienzo de una tendencia en la medicina veterinaria para alejarse del uso excesivo de antibióticos, especialmente en mascotas con problemas gastrointestinales (GI) como la diarrea.

De acuerdo con el artículo, la Dra. Jennifer Granick, quien es profesora asociada de medicina interna de pequeños animales en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Minnesota, le sugirió a sus colegas en la Convención AVMA de julio pasado, que el tratamiento de la diarrea no debería centrarse en matar (bacterias malas y buenas), sino más bien en restaurar la salud del sistema de bacterias y otros microbios (el microbioma) dentro del tracto gastrointestinal.

“En la escuela de veterinaria, nos enseñaron a usar metronidazol [un antibiótico] para la diarrea, y me gustaría convencerlos de reconsiderar nuestra estrategia," dijo la Dra. Granick durante su presentación titulada: "First Do No Harm: A New Approach to Diarrhea in the Dog and Cat".

De hecho, lo último que la Dra. Granick utiliza al tratar a la mayoría de los pacientes con diarrea son los antibióticos.

“Eso no quiere decir que no existan episodios de diarreas que respondan a los antibióticos. Ya que, sí los hay”, dijo. “Pero los antibióticos son mi último recurso, algo muy diferente a cuando comencé a ejercer”.

Los antibióticos para tratar la diarrea pueden causar más problemas

Para gozar de una buena salud, es esencial tener un microbioma intestinal saludable y, como destacó la Dra. Granick en su presentación, los microbios que se encuentran en el tracto gastrointestinal de perros y gatos desempeñan funciones muy importantes. En especial, "crean barreras contra posibles organismos patógenos, ayudan a descomponer nutrientes y liberaran energía de los alimentos consumidos, proporcionan metabolitos nutricionales para los enterocitos, ayudan a regular el sistema inmunológico y metabolizan sustancias que el huésped no puede, como los medicamentos".

Cuando se trata del uso de antibióticos para tratar problemas intestinales, un creciente cuerpo de investigación demuestra que tienen poco o ningún impacto positivo en las mascotas con diarrea aguda y síndrome de diarrea hemorrágica (diarrea con sangre). La evidencia sugiere que los antibióticos pueden afectar el microbioma, de manera similar a la infección, la enfermedad inflamatoria y la mala alimentación. En otras palabras, estos medicamentos pueden hacer más daño que bien al momento de tratar la diarrea.

Los prebióticos son una alternativa a los antibióticos

La Dra. Granick sugiere reemplazar los antibióticos con prebióticos en forma de alimentos para mascotas, ya que contienen fibra y aditivos de cilio, junto con probióticos.

Sin embargo, antes de llegar a ese punto, es importante comprender que cuando las mascotas se alimentan de por vida con alimentos enteros, frescos y nutricionalmente óptimos, en muchos casos sus tractos digestivos funcionan de manera normal hasta la vejez sin la necesidad de incluir suplementos para apoyar la salud intestinal.

Mezclar los suplementos para la salud intestinal con los alimentos ultraprocesados no hace ningún cambio. De hecho, hacer esto es similar a aplicar una capa de pintura para cubrir las grietas en las paredes de una casa asentada sobre cimientos dañados. Y en el caso de los suplementos prebióticos, pueden complicar la situación porque fomentan el crecimiento de bacterias intestinales.

Los prebióticos ingresan en forma de alimento o suplemento. Los suplementos prebióticos que se añaden a los alimentos carecen del alimento completo, por lo que son solo azúcares complejos, que incluyen:

  • Fructooligosacáridos (FOS), que se producen cuando se fermenta de manera natural la caña de azúcar.
  • Inulina
  • Oligofructosa, que es un producto de la inulina

Lo que muchas personas no comprenden es que, a diferencia de los probióticos, los suplementos prebióticos no son adecuados para todas las mascotas. La publicidad a menudo los posiciona como alimentos que solo alimentan bacterias amigables en el tracto digestivo, pero los estudios demuestran que este no es el caso, ya que los prebióticos nutren las bacterias dañinas, incluyendo el crecimiento excesivo de Klebsiella y la levadura.

Sin embargo, cuando se trata de un animal con un tracto digestivo muy saludable, los suplementos prebióticos probablemente no le hagan ningún daño. Pero, muchas mascotas hoy en día tienen condiciones gastrointestinales como enfermedad inflamatoria intestinal (EII), intestino permeable, crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado (SIBO) y otros problemas.

Esto significa que la proporción de bacterias buenas a malas en el tracto gastrointestinal está desequilibrada y lo último que queremos es alimentar las bacterias o levaduras patógenas con grandes cantidades de prebióticos. Las mascotas con levaduras en el intestino empeoran cuando consumen prebióticos, ya que el azúcar alimenta la levadura y los prebióticos son azúcares complejos.

Sin embargo, considero que, si a tu mascota le das alimentos balanceados, comerciales, crudos, poco cocidos o si preparas comidas caseras balanceadas y alternas las recetas con frecuencia, no necesitas agregar suplementos prebióticos, a menos que el veterinario los recomiende.

5 fuentes de alimentos enteros con prebióticos

Aunque todas las mascotas se benefician de los alimentos enteros que contienen fibras prebióticas, no todas se benefician de los suplementos prebióticos. La forma ideal para que tu familiar peludo obtenga todos los nutrientes dietéticos que su cuerpo necesita, incluidos los prebióticos, es a través de alimentos enteros frescos que se ofrecen como parte de un dieta nutricionalmente óptima y específica para cada especie.

Es importante considerar que, aunque todos los prebióticos contienen fibra, no toda la fibra tiene un efecto prebiótico sobre las bacterias beneficiosas. Para que sea considerada prebiótica, la fibra debe:

  • Resistir la acidez gástrica
  • Resistir la absorción en el tracto gastrointestinal superior
  • Ser fermentada por el microbioma
  • Estimular el crecimiento o la actividad de bacterias beneficiosas (y no promover las bacterias malas)

Los alimentos prebióticos contienen las fibras que utilizan los probióticos en una matriz de otros nutrientes y fitoquímicos y pueden ser muy beneficiosos para las mascotas. Los alimentos prebióticos que puedes ofrecerle a tu mascota incluyen:

1. Alcachofas de Jerusalén (también llamadas Sunchokes). Estos superalimentos prebióticos se pueden rebanar o cortar en cubos y son excelentes premios de entrenamiento.

2. Hojas de diente de león y rúcula. Puedes cosechar dientes de león de tu jardín, solo asegúrate de que no estén rociados con pesticidas.

3. Jícama. Es otra gran opción que puedes cortar en cubos y ofrecer como bocadillos.

4. Okra

5. Espárragos. Son una excelente fuente de vitamina K, A, B1, B2, C y E, junto con folato, hierro, cobre, fibra, manganeso y potasio.

6. Manzanas. También contienen muchos antioxidantes y vitamina C. Puedes darle rebanadas de manzana, pero jamás le des el corazón o las semillas.

7. Plátanos. Los plátanos verdes cuentan con el mejor almidón y pectina resistente y promueven un bienestar intestinal saludable.

Todos los alimentos prebióticos anteriores contienen inulina y fructooligosacáridos (FOS) en forma de alimentos enteros que incluye otros tipos de fibra y nutrientes que actúan como fertilizantes para las bacterias buenas en el intestino de tu mascota sin el riesgo de fomentar el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO), como pueden hacerlo los suplementos prebióticos.

Sin embargo, si tu mascota tiene SIBO o un crecimiento excesivo de E.coli en el tracto gastrointestinal, puede ser muy beneficioso agregar un suplemento como un 'prebiótico fago', también conocido como PreforPro.

Cuando las bacterias fermentan los alimentos prebióticos en el intestino grueso, se producen ácidos grasos de cadena corta (AGCC). Los AGCC son muy beneficiosos para el tracto gastrointestinal de tu mascota. Ofrecen energía a las células, mantienen el movimiento intestinal y reducen tanto la inflamación como el crecimiento excesivo de bacterias patógenas.

Los alimentos anteriores pueden cocinarse al vapor o rallarse y agregarse a una dieta blanda, o usarse como golosinas a lo largo del día.

El trasplante de microbioma fecal es otra alternativa

La Dra. Granick también menciona el trasplante de microbioma fecal (FMT, por sus siglas en inglés) como otra opción potencial en comparación con los antibióticos para tratar la diarrea, pero advierte que "es muy importante evaluar a sus donantes, no solo para detectar patógenos fecales, sino también para asegurarse de que no tengan un largo historial de uso de antimicrobianos".

Como expliqué anteriormente, el microbioma es el conjunto de bacterias y otros microorganismos que los animales llevan en sus cuerpos. El microbioma gastrointestinal de los mamíferos consta de una comunidad muy diversa de microorganismos, en especial bacterias (que se cuentan por billones). Un creciente cuerpo de investigación sugiere que el FMT en animales con problemas gastrointestinales puede proporcionar muchos beneficios.

Por ejemplo, la diarrea y otros problemas gastrointestinales son un problema común en los perros que están en perreras. En 2016, el veterinario Dr. Kevin Conrad en Florida trabajó con un grupo de perros guía para abordar el problema en los animales que cruzaban y entrenaban como perros de trabajo. Su objetivo era encontrar una forma menos costosa y que requiriera más tiempo para tratar a los perros que no implicara el uso de antibióticos, que a menudo complican el problema.

“Al año atendemos a 250 perros y hubo muchos casos reincidentes cuyos síntomas no desaparecían”, dijo el Dr. Conrad para Bradenton Herald. “Y la única opción es repetir los antibióticos o ajustar su alimentación. Podría llevar días, semanas o meses lograr que un perro se sintiera mejor y sabía que tenía que haber un proceso más fácil”.

El Dr. Conrad adoptó un enfoque simple para sus ensayos de FMT. Identificó perros donantes sin problemas digestivos que "por naturaleza no se enferman", congeló sus muestras de heces, las cultivó para asegurarse de que estuvieran presentes las bacterias correctas, licuó las muestras en una solución salina estéril y comenzó a realizar trasplantes fecales en los perros guía.

“Obtuvimos una tasa de éxito del 87 % justo después del tratamiento”, dijo el Dr. Conrad. “Sin embargo, en los que necesitaron un segundo tratamiento, la tasa de éxito fue del 93 % y hasta ahorita, nadie ha tenido diarrea desde entonces”.

Luego, el Dr. Conrad decidió estudiar a las madres de los cachorros con diarrea y descubrió altos niveles de bacterias malas en las hembras antes de tener camadas. Empezó a hacer trasplantes fecales en madres embarazadas que luego daban a luz cachorros sin problemas de diarrea. El Dr. Conrad pasó de tratar el problema a prevenirlo, y ahora quiere descubrir si los trasplantes previenen la diarrea a lo largo de la vida de los perros.

Aunque la Dra. Granick cree que el FMT es un "procedimiento relativamente nuevo", en realidad es una práctica antigua que muchas culturas de todo el mundo han utilizado para tratar los brotes de infecciones gastrointestinales mortales. En pocas palabras, reemplaza microbiomas no saludables o mircobiomas infectados en humanos enfermos con microbiomas saludables.

El procedimiento también se está utilizando en los principales hospitales humanos de todo el mundo para ayudar a las personas a recuperarse de infecciones por C. difficile y otros problemas intestinales devastadores, con un éxito impresionante.

Personalmente he realizado el FMT en muchos pacientes que lidian con infecciones gastrointestinales graves y afecciones crónicas durante los últimos años, y he tenido un gran éxito. Puedes conocer la historia de Felix, uno de mis pacientes aquí.

El enfoque incorrecto para tratar la diarrea del intestino grueso

De manera curiosa, otro artículo que encontré en la publicación veterinaria Clinician's Brief, refuerza el punto de la Dra. Granick con respecto a evitar los antibióticos para tratar la diarrea crónica en mascotas sanas.

Edward, un setter irlandés macho de 3 años y medio desarrolló episodios de diarrea del intestino grueso que empeoraron con el paso del tiempo. Primero intentaron tratarlo con fenbendazol (un antiparasitario), seguido de metronidazol (antibiótico) y tilosina (otro antibiótico), pero su afección permaneció “sin resolución o mejora constante”.

Dado que la medicina veterinaria ha establecido que los perros con diarrea crónica idiopática (sin causa determinada) del intestino grueso a menudo responden a los cambios en la fibra alimenticia, y dado que la fibra puede apoyar más la salud intestinal, decidieron someterlo a una prueba de suplementos de fibra con cáscara de psyllium sin sabor añadida a su alimentación hidrolizada. Por suerte, el perro presentó una mejoría con la fibra de psyllium.

Edward tenía otros problemas que no mencionaré aquí, pero basta con decir que, aunque estoy agradecida de que la fibra haya resuelto su problema de diarrea, al menos de manera temporal, aunque mi enfoque hubiera sido diferente debido a la alimentación que consumía (croquetas ultraprocesadas).

Una vez que determino que un animal está sano, pero tiene episodios crónicos o repetidos de diarrea, empiezo con lo que para mí es el punto de partida más obvio: la alimentación. Nunca recomiendo agregar suplementos a una alimentación de mala calidad. En su lugar, inicio con una transición gradual hacia una alimentación no reactiva de mayor calidad. Lo que suceda después de eso depende de la respuesta de la mascota a esos cambios.

Es posible que los suplementos (incluyendo la fibra), medicamentos y el FMT no sean necesarios una vez que el animal se le administre el tipo de alimentación para la que fue diseñado.