HISTORIA EN BREVE

  • La llegada de un nuevo cachorro significa aprender a captar sus señales de comunicación que suelen ser muy sutiles
  • Para responder de manera adecuada y ayudar a tu cachorro a comunicarse de forma exitosa, deberás aprender sus señales de comportamiento; por ejemplo, "necesito ir al baño", así como cuando tiene miedo y ansiedad
  • También, es importante saber la diferencia entre el juego normal y agresivo, porque el juego agresivo requiere de un manejo especial
  • De igual manera, será importante ayudar a tu cachorro a comprender las señales de comunicación de los humanos por medio de un buen manejo, socialización y entrenamiento adecuado

Por la Dra. Karen Shaw Becker

Cuando llevas un cachorro nuevo a casa, mientras te enamoras del pequeño, también tendrás que aprender muy rápido a interpretar su comportamiento para que puedas responder de manera apropiada y convertirlo en un buen perro. Cada día puedes aprender pequeñas señales de comportamiento que te ayudarán, por ejemplo, a entrenar a tu cachorro, ayudarlo a sentir menos miedo o abordar la agresión durante el juego.

Cómo saber cuándo tu cachorro quiere hacer sus necesidades

Antes de que tu cachorro pueda "decirte" que necesita salir a hacer sus necesidades, debes entrenarlo de manera correcta. La edad a la que la mayoría de los cachorros pueden comenzar a aprender los modales apropiados para hacer sus necesidades es alrededor de las 8.5 semanas. Al igual que los bebés, los cachorros más jóvenes aun no tienen el desarrollo neurológico para controlar su micción o evacuaciones. Todavía no pueden controlar su vejiga ni retener la orina.

El primer paso es encontrar un lugar específico al que puedas llevar a tu cachorro de manera constante para que haga sus necesidades. Alrededor de las 8.5 semanas de edad, su cerebro está lo suficientemente desarrollado para comenzar a relacionar el olor y dicha área donde debería hacer sus necesidades. La mayoría de los cachorros no solo comienzan a establecer estas conexiones mentales a las 8.5 semanas de edad, sino que también tiene mejor capacidad para controlar el momento y el lugar para hacer sus necesidades.

Entrenar a tu cachorro es un proceso complicado. Primero, debe aprender a hacer sus necesidades en el lugar designado y luego debe aprender a aguantarse las ganas hasta que esté en ese lugar.

Cuando es un cachorro joven, debes llevarlo cada hora a tal espacio; siempre después de comer, jugar y dormir. Además, es importante observar su comportamiento y comprender sus señales de "tengo que ir al baño". Conforme crece, disminuye la frecuencia con la que hace sus necesidades, pero no debes dejar pasar más 8 o 10 horas, en especial si es cachorro.

Una señal de que tu cachorro necesita hacer sus necesidades es que su capacidad de atención será menor de lo normal, y además parecerá distraído. Por ejemplo, si juegas con tu cachorro y de pronto se detiene y se va, podría significar que necesita hacer alguna de sus necesidades.

Otra señal es cuando se aleja de ti y se va por el pasillo o hacia una habitación diferente. Debido a que los cachorros normalmente están en el mismo lugar que sus humanos, cuando un cachorro se aleja de su dueño es porque probablemente necesita hacer una de sus necesidades.  Nunca dejes a un cachorro desatendido. Utiliza corrales pequeños o jaulas cuando no puedas supervisarlo.

Y por supuesto que, dar vueltas y olfatear el suelo son señales típicas de un cachorro que está a punto de hacer sus necesidades. Por eso es importante aprender las señales más tempranas y sutiles que te envía tu mascota, ya que así evitarás tener que levantarte y limpiar su orina o heces dentro de tu casa.

¿Cómo saber cuándo un cachorro tiene miedo?

A medida que comiences a socializar y entrenar a tu cachorro (deberías comenzar a hacerlo desde su primer día en casa), podrás darte una idea si se siente seguro y cómodo la mayor parte del tiempo o si se cohíbe en situaciones desconocidas. Con el fin de evitar que se sienta más incómodo, es muy importante detectar incluso los signos más sutiles de ansiedad o miedo.

Por lo general, un cachorro con miedo se parará o sentará con la cabeza agachada, las orejas hacia atrás, el cuerpo encorvado y la cola doblada. Es posible que evite mirar de manera directa las "amenazas" que enfrenta o exponga la parte blanca de sus ojos (un comportamiento que algunas veces es llamado ojo de ballena). Otra señal de miedo es jadear o bostezar de forma repetitiva y sin razón aparente.

Un cachorro enérgico que de repente se queda inmóvil en un lugar probablemente quiere decirte que tiene miedo, y si sacude todo su cuerpo como si se secara, sin estar mojado, podría tratar de "sacudir" su miedo después de un evento estresante. Para obtener información, consejos y trucos sobre cómo ayudar a un cachorro propenso al miedo, consulta mis artículos sobre perros tímidos, perros sumisos y  perros con ansiedad.

Signos de que tu cachorro juega de manera agresiva versus normal

El juego entre cachorros implica muchos comportamientos animados como perseguir, ladrar, saltar, gruñir, chasquear y morder. Debido a todo lo que sucede, no es inusual que muchos dueños novatos tengan problemas para entender si su pequeño juega de forma normal o muestra signos de agresión. Es importante notar la diferencia, porque si es agresivo durante el juego, tienes que atender de forma especial este comportamiento.

Durante el juego normal, tu cachorro podría “hacer una reverencia” (bajar la cabeza mientras levanta su trasero), te muestra su parte frontal o lateral, mueve su cola, se desliza hacia adelante y hacia atrás, emite ladridos y gruñidos, luego "ataca" de forma espontánea. Es divertido observar e involucrarse en estos comportamientos con tu cachorro, a menos que se vuelvan demasiado extremos.

Algo que puedes detectar durante el juego normal y que puede indicar un problema es un gruñido prolongado y profundo, mirada fija, postura rígida y agresión en función de la situación o estímulo, en lugar de ser espontáneo.

Estos comportamientos agresivos podrían deberse al miedo, la territorialidad, el conflicto o el dolor, y se deben evaluar de inmediato, ya sea por ti, el veterinario o un conductista veterinario.

Para madurar y convertirse en un buen adulto, tu cachorro debe aprender a jugar de manera apropiada y tú puedes ayudarle de las siguientes maneras.

  • Desviar el mal comportamiento. Debes tener un juguete a la mano para captar la atención de tu cachorro tan pronto como se realice un comportamiento inapropiado. Dale juguetes apropiados para masticar y morder antes de que se le ocurra tomar una mala decisión.
  • Dar señales verbales seguidas de una acción. Si tu cachorro muerde demasiado fuerte durante el juego, di "Ouch" en voz alta y deja de jugar de inmediato.
  • Espera un poco. Si tu cachorro no responde a tus intentos de detener un comportamiento, colócalo en una habitación separada o en su jaula con algunos juguetes, y retoma hasta que esté tranquilo.
  • No lo dejes que se involucre en juegos rudos o agresivos. Algunos cachorros tienen un umbral de excitación bajo y pueden enojarse muy rápido. Evita los juegos intensos con estos cachorros, ya que pueden intensificarse a juegos que involucren mordidas.
  • Usa correas y bozal. Puedes utilizar una correa tanto en lugares cerrados como en lugares al aire libre para detener un comportamiento indeseado. No jales la correa: solo úsala cuando sea necesario para obtener control de la situación. En ocasiones, los bozales proporcionan una sensación de control más natural que los collares, pero es importante comprar un collar, arnés o un bozal que cumpla con las necesidades de personalidad y entrenamiento de cada cachorro.

Cómo ayudar a tu cachorro a comprender la comunicación humana

Así como tú necesitas aprender a interpretar las señales de comunicación de tu nuevo cachorro, tu pequeña mascota necesita de tu ayuda para comprender las señales que tú y otros humanos le enviarán a lo largo de su vida. Descubre cinco cosas que debes hacer para ayudar a tu pequeño a convertirse en un perro adulto seguro y bien adaptado:

1.     Tócalo. Tócalo por todas partes, pero no lo fastidies. Solo tócalo y sostenlo muy suave, y recompensa su tolerancia con un premio especial. Recuerda que con el tiempo, necesitarás cortar las uñas de los patas, limpiar sus orejas y cepillar sus dientes. Si en realidad disfruta o al menos tolera estos rituales, la vida será mejor para ambos (sin mencionar la de tu veterinario, peluquero, entrenador, cuidador de mascotas y cualquier otra persona que cuide a tu perro a lo largo de su vida).

2.     Ayúdalo a socializar. Presenta a tu cachorro con personas de diferentes formas, tamaños y personalidades. Preséntale a niños, hombres y mujeres, e incluso personas con sombreros o disfraces, así como durante Halloween. ¡No olvides que los premios son ideales para que cambie su perspectiva al miedo! Una buena guía que puedes seguir es que, en los primeros dos meses, debes:

• Presentarle a tantas personas, animales, lugares, situaciones, imágenes y sonidos sanos y seguros como sea posible (sugiero conocer al menos tres nuevos seres vivos al día)

• Animarlo a explorar e investigar su entorno, con supervisión

• Exponerlo a muchos juguetes, juegos, superficies y otros estímulos

• Realizar paseos diarios en automóvil en lugares nuevos y desconocidos

3.     Juega a disfrazarte con tu cachorro. Si tu perro alguna vez necesitará un suéter o un abrigo, o incluso un vendaje, este es el mejor momento para hacerlo. Incluso si solo le atas una camiseta de adulto y dejas que se acostumbre a la sensación, es algo que te servirá mucho en un futuro.

También, considera acostumbrarlo a un collar isabelino (los conos y collares que utilizan los veterinarios mientras sus pacientes se recuperan de una cirugía o enfermedad).

4.     Haz ruido con tu cachorro. Expón a tu cachorro a ruidos fuertes y objetos novedosos, como la aspiradora, el timbre y la licuadora. Muéstrale que el ruido de estas cosas no es peligroso y recompénsalo solo cuando esté tranquilo. Es común sobresaltarse con los ruidos fuertes, pero tu cachorro podrá aprender que no hay nada que temer, así como a recuperarse con rapidez. Las fobias al ruido son reales y puedes ayudar a prevenirlas.

El desarrollo de una fobia involucra un cambio molecular complejo que aún no se comprende del todo, pero parece implicar un cambio en la forma en que un perro afectado procesa la información. De igual manera, es importante comprender que la fobia al ruido se puede heredar, por lo que es posible que un cachorro esté predispuesto al padecimiento si su ascendencia estuvo expuesta a una reacción exagerada al ruido.

La conexión genética es tan directa que, si uno de los padres de tu perro reaccionaba de forma exagerada a las tormentas u otros ruidos, es posible que tu mascota presente una respuesta similar. Además, se sabe que el problema es muy común en las razas de pastoreo, y una reacción exagerada a los ruidos fuertes puede predisponerlo a otros trastornos de pánico, como la ansiedad por separación, así como problemas de comportamiento. Esta es una plática detallada sobre perros con fobia al ruido, incluyendo consejos sobre cómo calmar a tu perro.

5.     Aventúrate con tu cachorro. Tú y tu cachorro experimentarán la vida juntos, pero las nuevas experiencias no serán muy divertidas si tiene miedo o es difícil de manejar. Llévalo a todas partes que puedas para exponerlo a nuevos lugares.

Haz planes para llevarlo a visitar a su veterinario solo para saludarlo y obtener algunas golosinas.  Llévalo a realizar recorridos para que vea muchas cosas nuevas y perciba nuevos olores. Haz que todos los lugares que visites sean especiales con buenos premios o repite las visitas hasta que tu mascota esté tan familiarizada al grado que se aburra de ellos.

La ciencia demuestra que es más fácil que el cerebro recuerde las malas experiencias que las buenas, así que asegúrate de que el cerebro de tu cachorro esté lleno de experiencias agradables y positivas.

Una vez que hayas realizado las tareas inmediatas de socialización y tu perro esté en el camino correcto para convertirse en un adulto bien equilibrado, es importante seguir ofreciéndole oportunidades consistentes de nuevas experiencias, socialización y capacitación durante el resto de su vida.

Si los perros que aprendieron a socializar desde cachorros no interactuar de manera constante con otros perros cuando ya son adultos, podrían perder su capacidad de relacionarse con otros de su especie. Y aunque algunas mascotas tienen la facilidad de interactuar con otros perros, muchas otras necesitan una práctica regular a través de actividades que les brinden la oportunidad de socializar con personas y mascotas desconocidas.